‘El Canoso’ revela existencia de otro pacto entre paras y políticos en Magdalena

      
El ex jefe político del Bloque Resistencia Tayrona, alias ‘El Canoso’, reveló la existencia de ‘El Pacto de El Difícil’ para elegir a Trino Luna como gobernador y a los veintinueve alcaldes del departamento en complicidad con los ‘paras’. También para repartirse contratos públicos.

Alias ‘El Canoso’ rindió su primera versión libre ante la Fiscalía. Foto VerdadAbierta.com

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Así lo relató el ex jefe paramilitar, José Gelvez Albarracín, alias ‘El Canoso’ en su primera versión libre ante un fiscal de Justicia y Paz, en la que aseguró que a comienzos de 2003, en una finca en cercanías de El Difícil, Magdalena, presidió una reunión a la que asistieron los alcaldes y concejales titulares así como los aspirantes a a las elecciones del período 2004 – 2007.

Según el paramilitar a su lado estaba el ungido candidato único a la gobernación Trino Luna Correa, quien sería elegido gobernador gracias a un acuerdo pactado en esa finca, el senador Luis Eduardo Vives y los entonces representantes a la cámara Jorge Caballero y Alfonso Campo Escobar. En total, 90 personas asistieron a la congregación de la que salió ‘El pacto de El Difícil’.

Trino Luna, dice Gelvez, brincaba de la felicidad. Los paras y los políticos tomaron como modelo el denominado ‘Proyecto de la Provincia Unida’ que lideraba alias ‘Doña Sonia’, quien también estuvo presente. El pacto consistió en dividir el departamento en cuatro zonas. La primera, Santa Marta, quedaría a cargo de Gelvez; la segunda, en la cual estaban los municipios de Ciénaga, Aracataca, Fundación y Zona Bananera, a cargo de José Gregorio Mangones Lugo, alias ‘Carlos Tijeras’; la zona de Pivijay a cargo del prófugo ganadero Saúl Severini y la cuarta, correspondiente a los municipios del sur y de la ribera desde Santa Ana hasta El Banco quedaría a cargo de Juan Carlos Barrera Prada, hijo del ex jefe paramilitar José María ‘Chepe’ Barrera.

El pacto comenzó a fraguarse en Santa Fe de Ralito, pues Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’, hacía parte del denominado ‘estado mayor’ de las autodefensas, por eso algunas reuniones con Gelvez se hicieron allá. A partir de allí negociaron con Trino Luna y Jorge Caballero que tenían la idea de sacar una lista única. A ‘Jorge 40’ le interesaba, según, Gelvez,  que se ganaran las 29 alcaldías y la gobernación con candidatos apoyados por las autodefensas, para que de esta manera se financiaran los distintos frentes y además el proceso de desmovilización tuviera un respaldo político.

Los convocados llegaron primero a la casa de Carmen Castro, hermana de Jorge ‘Tuto’ Castro, quien era el segundo renglón del senador Dieb Maloof en 2002. La hermana de Castro se desempeñaba como alcaldesa del municipio de El Difícil y terminaba su período ese año. En la mesa principal estaban los senadores y los miembros de la Asamblea, a lado y lado alcaldes y concejales y los que aspiraban con el apoyo de las autodefensas a ser elegidos. El único miembro de las autodefensas era ‘El Canoso’, quien se identificó como comandante político. Mucha gente pensó que el que había hablado era Mancuso, dice Gelvez.

El objetivo de la reunión, según el desmovilizado, era transmitir el mensaje de ‘Jorge 40’, un proyecto político que consistía en tomarse el Magdalena con la ayuda de los concejales y alcaldes que se elegirían en octubre de 2003. “Se les dijo que debían hablar con los líderes en las regiones y a cada alcalde saliente y a cada aspirante, se le exigió un aporte de 10 millones de pesos, dinero que debía ser entregado a los jefes de cada cuadrante, es decir: Tijeras, Severini, Barrera y Gelvez”, agregó.

Los políticos se habían dado cuenta de la fuerza que tenían los paramilitares en el Magdalena y buscaron a Jorge 40 para que los apoyara.

“Dos días después de la reunión ya Trino Luna había conseguido el ron y a los pocos días informamos quiénes eran los candidatos escogidos por nosotros para que en cada región supieran a quién apoyar. El que se atreviera a desafiar la orden lo mataban. La mayoría pedía permiso para ser candidato”, dijo el paramilitar en la versión libre.

En Santa Marta los líderes políticos escogieron a José Francisco ‘Chico’ Zuñiga y para la gobernación el candidato de Jorge 40 era Trino Luna.

“En la zona de Santa Marta tuve problemas porque Alonso Ramírez no aceptó el pacto y dijo que no retiraba su candidatura a la alcaldía y por eso fue declarado objetivo militar, al igual que José Domingo ‘Chelo’ Dávila, el gobernador saliente, que se había convertido en un tropiezo”.

Los dineros recaudados, afirma Gelvez, fueron entregados a varios alcaldes para las campañas.

“Que recuerde en éste momento, acompañé a ‘Carlos Tijeras’,comandante de la Zona Bananera, a entregarle 50 millones de pesos a Pedro Sánchez, candidato a la alcaldía de Aracataca apoyado por las autodefensas, a quien también se le entregaron 20 cajas de ron. Y también se le entregó 50 millones y 20 cajas de ron al candidato a la alcaldía de Ciénaga, José Francisco ‘Chinto’ Serrano. A ‘Chico’ Zuñiga se le entregaron 300 millones de pesos”, sostuvo el paramilitar.

La confianza de Giraldo
José Gelvez Albarracín ingresó a las autodefensas porque a finales de los años 90 y comienzos de 2000, estaba dedicado a la política de la mando con el médico John Carreño Ranqel, muy conocido en el mercado y el comercio de Santa Marta, controlado por los paramilitares.

En ese entonces, dijo ‘El Canoso’, para nadie era un secreto que el corregimiento de Guachaca, en el piedemonte de la Sierra Nevada de Santa Marta, definía la alcaldía.

Según ‘El Canoso’, un día un yerno de Hernán Giraldo a quien llamaban Oscar, fue a pedirle que les colaborara con unas camisetas y balones. “Eso me abrió las puertas para hablar con ‘El viejo’ como era conocido Giraldo, así que le pedí el favor a Oscar que me consiguiera una entrevista”.

“Como a los veinte días me dijeron que el señor Giraldo me iba a atender. Me fui a Buritaca y estando allá me recogieron en un supermercado y llegué al campamento como a las siete de la noche. El primero que llegó fue el exparamilitar alias Walter (q.e.p.d.), con unos escoltas. Oscar le dijo que yo apoyaba a la comunidad y yo le dije que quería que me apoyaran para una candidatura al concejo. Entrar a la política en el Magdalena es muy difícil y vi en ese momento esa puerta abierta. Pero allá todos los políticos a los dos meses de elegidos ya quieren estar montados en una cuatro puertas”.

Ese día se entrevistó con Nódier Giraldo, quien le ofreció la vocería del grupo, por lo que a cambio le pagarían cuatro millones de pesos mensuales. Era 2003, había terminado la guerra entre Giraldo y Jorge 40 a favor de este último. “Vi rentable la propuesta y renuncié al ICBF. Comencé con el grupo llevando la vocería de los Giraldo en Santa Fe de Ralito, pues como ellos tenían órdenes de captura no podían llegar hasta allá.”

“Estando allá conocí a Rodrigo Tovar, y de ahí salió el primer rol ordenado por ‘Jorge 40’, que consistió en leer un comunicado, pero me pusieron a hacerlo con camuflado y en compañía del ‘Negro’ Rojas. Eso no me gustó, fue un error. Le dije a los Giraldo que me interesaba sólo la parte política, que no quería participar ni en lo militar ni en lo financiero.  Los Rojas no querían que yo me metiera en la parte política porque ellos tenían un candidato. Como tuve unos roces con los Rojas me fui a Buritaca a hablar con Nodier, alias ‘El Cabezón, y le dije que sólo me interesaba trabajar en la parte política y a los pocos días me avisó que siguiera con el encargo. Después hubo unos celos de Hernán Giraldo porque me la pasaba con Jorge 40 en Ralito.”

Los votos de Guachaca en La Sierra eran muy apetecidos, porque si Hernán Giraldo le daba el aval a alguien esos votos eran seguros. Según el paramilitar, la organización financió un censo desde Palmor en San Pedro de la Sierra hasta Cerro Kennedy en los límites con La Guajira. Al proyecto paramilitar se sumaron varios concejales de Santa Marta, entre esos Nacho Rodríguez. Pero también, presuntamente fueron beneficiados Guillermo Rueda y Euclides Gómez, uno de los políticos que controlaba el mercado.

‘El Canoso’ también contó que una vez elegidos los alcaldes y los concejales organizaron una oficina de proyectos llamada Provicom y se reunieron con Giraldo para ver cuáles serían los proyectos más importantes. A ese encuentro asistieron los jefes paramilitares conocidos con los alias de ‘Chaparro’, ‘Walter’, ‘Nodier’ y ‘Doña Sonia’. Entre los proyectos se habló de un centro médico en Buritaca.

Pero los alcaldes elegidos y el gobernador Trino Luna tenían otros planes y Jorge 40 dijo que él se entendía directamente con los políticos y terminaron entregando los aportes a través de alias ‘Felipe’, quien era el secretario privado de Rodrigo Tovar.

Los contratos con salud y educación se hicieron directamente entre Jorge 40 y las administraciones. Según ‘El Canoso’ el encargado de ser el puente entre los ‘paras’ y la administración de Luna era el secretario de educación del departamento.

Pero empezaron a aparecer los problemas con Jorge 40 y ‘Doña Sonia’, jefe política del Bloque Norte, porque infiltraron la zona y realizaban reuniones a escondidas con políticos. Mientras la gente de Giraldo apoyaba a Alonso Ramírez, Jorge 40 presionaba para que los votos fueran para ‘Chico’ Zuñiga.

“Un grupo de concejales hicieron una lista única que fue la más votada y en términos generales obtuvimos lo que nos propusimos en El Pacto de El Difícil. Mientras Jorge 40 me felicitó a Hernán Giraldo le daba lo mismo, porque él desde hacía años venía votando por candidatos a concejo y alcaldes de Santa Marta y todos después de recibir los votos se perdían, no volvían.”

Después de las elecciones el aparato político del grupo perdió poder y comenzó a tener más importancia la parte financiera. “Perdí el norte, había compromisos de puestos y contratos, pero no me dieron ni un peso ni un puesto. A mí, que antes de las elecciones me trataban igual que a Jorge 40, como si fuera un Dios. Se desvivían en atenciones, tragos, conjuntos vallenatos. Pero estábamos soñando despiertos cuando celebramos el triunfo de  ‘Chico’ Zuñiga y de Trino Luna, creíamos que nos iban a caer unos milloncitos, pero Jorge 40 dijo que nos hiciéramos a un lado, que él se entendía con los elegidos. Yo le decía que nos ayudaran, que teníamos una oficina de proyectos, pero nos quitaron las sillas y los escritorios y quedamos debiendo cinco meses de arriendo.”

Según el paramilitar ese fue su final en el manejo político de las Auc, de la que se asegura se beneficiaron y enriquecieron muchos en Santa Marta, que eran los encargados de recoger las extorsiones y tajadas a nombre de ‘Jorge 40’. Señaló que quien estaba encargado de recoger las ‘coimas’ era alias ‘Felipe’, quien al parecer se entendía directamente con Trino Luna. “A mí me botaron del ICBF porque no era útil. Una vez me encontré a Felipe en una reunión con Hernán Giraldo y le pregunté por qué me habían echado y andaba molesto conmigo preguntando si me habían dado puestos y contratos. Lo único que aseguramos fue la elección de Nacho Rodríguez que sí salió elegido, pero después fue extraditado.”

‘El Canoso’ también salpicó a Yesid Sangregorio Ramos y quien presuntamente logró contratos bajo el auspicio de los paramilitares.

Sangregorio es actual secretario de despacho del gobierno del Magdalena. “El fue el que disfrutó del trabajo que hicimos los paramilitares”. Mientras que aseguró que la elección de Dieb Maloof fue el resultado de su trabajo político, “él era de Atlántico y su mayor votación la obtuvo en Magdalena”, agregó Gelves Albarracín.

“En esas elecciones de 2003 la gente se volcó a votar porque sabía que detrás estaba el fusil de los paramilitares. Lo que más me duele es que cuando conocí al señor Trino Luna, en mi oficina le regalábamos para la gasolina, él no tenía plata, pero ya había sido candidato a la gobernación en el año 2000 y tenía el apoyo incondicional de Jorge 40. Un día subió a la Sierra con 5.7 y echó un discurso a lo Gaitán y Hernán Giraldo le vio el perfil para gobernador. Le regalamos celulares. Me imagino que después de esta versión la amistad se perderá, pero él fue el cerebro de la reunión para dividir el departamento en un cuadrante. Y me decía que cuando llegara a la gobernación me iba a convertir en su mano derecha, pero nome dio nada. Estuve en su despacho pidiéndole un puesto para mi esposa, pero no me ayudó.”

Respondiendo a una pregunta de la fiscal Zeneida López Cuadrado, de cómo aseguraban que sus escogidos salieran elegidos, ‘El Canoso’ dijo que manejaban en la Registraduría.

“En Santa Marta había un carrusel, el sistema escogía de manera aleatoria a un profesional, un bachiller, un estudiante, un trabajador y un empleado público. Pues ellos sabían eso, lo que hacían era alimentar el sistema con personas de su confianza para que fueran jurados electorales. También existe en el departamento una cultura tramposa, los escogidos van donde los candidatos y les dicen que fueron escogidos como jurados y entonces los reclutaban para que trabajaran para sus campañas. Adicionalmente ya habían comprado el censo electoral, gracias a la relación que existía con Rafael García, el hombre ‘del ventilador’. Ese censo lo vendían a los candidatos.”

El carrusel involucraba a los digitadores, a los que expedían cédulas falsas, a que algunos electores votaban varias veces  y a que los votos iban marcados. Si no, cómo se puede explicar que los tarjetones de los campesinos de La Sierra Nevada bajaran sin equivocaciones y votara la casi totalidad de la población. Por todo lo anterior, unido al buen nombre de las autodefensas y con los fusiles rugiendo para elegirlos, era que los políticos del Magdalena veían a Jorge 40 como si fuera un Dios.
 
Quién es ‘El Canoso’
José del Carmen Gelvez Albarracín, alias ‘El Canoso’, nació el 10 de octubre de 1964. Es tecnólogo en administración de empresas, se especializó en la Universidad Javeriana y realizó algunos diplomados en Madrid, España, en administración. Fue suboficial del Ejército entre 1985 y 1989, trabajó en la Clínica de El Prado en Santa Marta como jefe de sistemas; trabajó en la empresa Inversiones Navarro dedicada a la exportación de carbón; entre 1999 y 2000 trabajó en la delegación departamental de Registraduría Nacional del Estado Civil en el Magdalena; en la alcaldía como jefe de almacén entre el 2000 y  2001 y en el Centro Tecnológico de Sistemas entre 2003 y 2004. También trabajó en el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar. Gelvez quería ser concejal de Santa Marta. Entre sus bienes dijo que tenía una en casa en Santa Marta, pero tuvo que mal venderla porque alias 5.5 y Rubén Giraldo, lo hicieron salir corriendo de Santa Marta. Fue capturado en Cúcuta por un proceso que la sigue la UDH de la Fiscalía sindicado como coautor de los delitos de concierto para delinquir y hurto.