El conflicto puso fin a la pequeña comunidad de Nueva Esperanza

      

En 1988, el entonces Instituto Colombiano de la Reforma Agraria (Incora) le título 420 hectáreas de terrenos baldíos a la familia Girón, asentada en Chía, Cundinamarca. La tierra, ubicada en el corregimiento Llerasca, del municipio Agustín Codazzi, Cesar, fue destinada a la ganadería.