En una vereda de Puerto Boyacá fue asesinado Carlos Augusto Suárez Aguirre, alias ‘Michael’, ex jefe del Frente Omar Isaza de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio.
Las autoridades informaron que el ex paramilitar, quien se encontraba prófugo de la justicia, fue hallado muerto el pasado viernes. Alias ‘Michael’ había sido acusado de perpetrar dos masacres en Tolima: la de Cazadores (en Falan) y la de Pescadores (en Armero Guayabal).
Al parecer, ‘Michael’, se había ido para esta zona del Magdalena Medio con el propósito de huir de las autoridades, luego que varios paramilitares, entre ellos Ramón Isaza y alias ‘Steven’ lo sindicaran de ser uno de los que disparó contra 11 personas, el 17 de enero de 2003, en la vereda Alto del Rompe, en Falan, cuando éstos se dedicaban a cazar.
Así mismo, fueacusado de matar a seis personas en una vereda de Armero Guayabal, donde se encontraban pescando, a quienes degolló y luego enterró en cuatro fosas comunes, por el sector del corregimiento de Mendes, en este municipio.
Carlos Augusto Suárez Aguirre, alias ‘Michael’, desde hace varios meses estaba dedicado a manejar un taxi mazda 323, de placas WDA 993, y el viernes 14 de agosto, se encontraba estacionado en una bahía de taxis, en la vereda Uno y Medio, de Puerto Boyacá, cuando un hombre se bajó de un bus de servicio público y pese a encontrarse de segundo en la fila, dijo que quería que él le prestara el servicio.
Los demás taxistas dijeron que vieron cuando se fueron en el carro y unas horas después, lo encontraron muerto a orillas de la carretera, sentado en el puesto del conductor, con un tiro de gracia en la cabeza.
Según se ha conocido en varias versiones de los paramilitares, ‘Michael’ era uno de los más sanguinarios integrantes FOI. Incluso, durante su versión libre del pasado 14 de julio, Walter Ochoa Guisao, alias ‘El Gurre’, quien fue comandante polítco de este frente de las ACMM, se responzabilizó por “línea de mando” de las dos masacres mencionadas anteriormente y dijo a ‘Michael’ porque ordenó castigarlo en varias oportunidades, por lo que llamó “desmanes” de los comandantes de cada municipio y aseguró que él había violado a mujeres de las zonas donde delinquió.
Con su asesinato se silenció parte de la verdad de las masacres anteriormente señaladas, entre otros hechos delictivos cometidos en Mariquita y Armero, entre otros municipios del norte del Tolima.
Con información de El Nuevo Día
