La Fiscalía imputará cargos contra un ex jefe paramilitar por haber cometido presuntamente abuso sexual contra niñas menores de 14 años. Se busca que este caso sea considerado un delito de lesa humanidad.
Hernán Giraldo o ‘El Patrón’ en momentos que fue extraditado a Estados Unidos en mayo de 2008. Foto Semana. – Entre el poder político y el abuso sexual en San Onofre – Violencia sexual según la Corte – ¿Por qué usan la violencia sexual como arma de guerra? – Graves casos de abuso sexual del Bloque Norte – ¿Quién defiende a las víctimas?: IMP – Batallas de hombres en cuerpos de Mujeres {youtube}_qHPXUhCsOw|320|240|true{/youtube} Mi cuerpo testimonio de la barbarie Lilibeth vivía en Zona Bananera, en el Magdalena. Una noche su vida y la de su esposo cambiarían |
Una investigación adelantada por la Unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía desde febrero del 2009 encontró que en varios municipios del Magdalena el ex jefe paramilitar Hernán Giraldo Serna tiene registrados 19 hijos cuyas madres eran menores de edad en el momento de dar a luz.
Según lo que encontró la Fiscalía, seis de las madres de los hijos de Giraldo Serna, tenían menos de 14 años. Una de las niñas abusadas por el ex cabecilla del frente Resistencia Tayrona de las autodefensas tenía 12 años en el momento del parto.
Lo que más llamó la atención a los investigadores de la Fiscalía es que antes de iniciar la búsqueda de información sobre ese delito, no había ninguna denuncia en contra de Giraldo Serna como responsable del delito de abuso sexual de menores de edad.
Hernán Giraldo Serna, quien fue el cabecilla del Bloque Resistencia Tayrona de las Autodefensas, llegó a la Sierra Nevada de Santa Marta en 1976 y desde entonces se dedicó a actividades ilegales y formó un ejército privado.
Años más tarde, en los ochenta, conformó el bando armado antiguerrillero “Los Chamizos” junto a su ex socio Adán Rojas.
Según la revista Semana este grupo dominó la Sierra por casi veinte años, hasta que en el 2000 se soltó una fuerte pelea interna entre Rojas y Giraldo por el control del narcotráfico y que dejó varios civiles muertos y heridos. Carlos Castaño entró en la pelea apoyando a Rojas hasta que en el 2001, luego de varias explosiones y atentados en Santa Marta, llegaron al acuerdo que creó el Frente Resistencia Tayrona con Hernán Giraldo como su comandante y alias “Jorge 40” como su jefe militar. Este grupo paramilitar alcanzó a reclutar 1.200 hombres y mujeres.
En el 2006 se desmovilizó después de negarse por un año al proceso de Justicia y Paz, debido a su temor de ser extraditado. Desde el 2004 está acusado de narcotráfico por el Tribunal Federal del Distrito de Columbia.
Una de las perversiones de Hernán Giraldo eran sus gustos por las menores de edad y por lo tanto, con el poder que le daban las armas y sus actividades ilícitas, llegaba a las veredas de la Sierra Nevada y decidía con cuales niñas quería sostener relaciones sexuales.
Algunos de sus subalternos le pusieron a Giraldo Serna el alias de ‘Taladro’, precisamente por sus pervesiones sexuales y por el número de hijos que tuvo, más de 35 reconocidos.
“Hay dos hipótesis, una, que los padres le entregaban las niñas a Giraldo cuando tenían entre 13 y 14 años y otra que cuando él llegaba a una vereda buscaba a las menores y abusaba de ellas”, dijo uno de los investigadores del caso.
“Se busca establecer si la conducta cometida por Giraldo Serna es un patrón de comportamiento sistemático, se busca darle un perfil de abusador sexual que le permita enmarcarse como responsable de un delito de lesa humanidad”, afirmó el investigador.
De prosperar la investigación sobre estos casos de abusos sexuales, no prescribiría la conducta y Hernán Giraldo podría llegar incluso a tribunales internacionales por casos cometidos en algunas oportunidades, hace más de 30 años.
La Fiscalía logró recoger testimonios de varios habitantes de veredas ubicadas en los municipios de Guachaca, Machete Pelado, La Estrella y Honduras, que afirmaron que Hernán Giraldo actuaba “como si fuera un señor feudal” y disponía de las menores como si fueran de su propiedad para abusar de ellas.
Este caso cobra mucha importancia porque podría quebrar una de las principales dificultades que se han presentado en las versiones libres: los ex jefes paramilitares no confiesan delitos sexuales.
Con información de El Informador de Santa Marta