Una larga serie de importantes comandantes de las Farc, entre ellos, tres miembros del Secretariado, han sido víctimas de la ofensiva sostenida del gobierno.
Pero 2008 fue el peor año para la guerrilla. A finales de febrero fue capturado Martín Sombra, uno de los carceleros de Íngrid Betancourt, Clara Rojas y los tres contratistas estadounidenses. A los pocos días, el primero de marzo, aviones de la Fuerza Aérea Colombiana bombardearon el campamento en territorio ecuatoriano donde se encontraba Luis Édgar Devia Silva, alias Raúl Reyes, el canciller de las Farc.
Paralelamente, el gobierno emprendió una agresiva estrategia de recompensas y delación a cambio de beneficios, que dio sus primeros frutos, también, en marzo de 2008. El comandante Manuel de Jesús Muñoz, o Iván Ríos, uno de los miembros del Secretariado, murió a manos de uno de sus jefes de seguridad, alias Rojas, quien lo traicionó para obtener una recompensa y ofreció la mano cercenada del comandante asesinado como prueba. A los dos meses, se entregó la legendaria comandante alias Karina, cuyo nombre real es Nely Ávila Moreno.
A los pocos meses, el Ejército también logró liberar a varios secuestrados, entre ellos, Íngrid Betancourt, los contratistas gringos y varios uniformados colombianos, gracias a la Operación Jaque.
Entre finales de 2008 y 2010 hubo un interregno, por una serie de liberaciones de secuestrados y un reacomodamiento de la guerrilla, que volvió a sus viejas tácticas de guerra bajo el mando de Alfonso Cano, sucesor de Manuel Marulanda, quien falleció de muerte natural a mediados de 2008.
Por eso el siguiente gran golpe no llegaría sino en septiembre de 2010, cuando las Fuerzas Militares, tras un largo esfuerzo de inteligencia e infiltración, dieron de baja a Víctor Julio Suárez Rojas, alias el Mono Jojoy, el hombre más temido y sanguinario de las Farc y uno de los más importantes del Secretariado. Simultáneamente, el Ejército continuaba la cacería de otro de los objetivosmáximos del Secretariado, su comandante supremo, en el Cañón de Las Hermosas, donde se creía que se escondía. Los golpes más recientes, este año, a alias Jerónimo y alias el Abuelo, fueron la antesala del más duro de todos: la muerte de Alfonso Cano, máximo líder de las Farc.
Publicado en Semana. Sábado 5 Noviembre 2011