Acosados por el hambre, indígenas del Perijá piden restitución de tierras

      
En el resguardo Menkue más de 1.200 indígenas han vivido en medio del conflicto armado. Hoy, además de la escasez de alimento, enfrentanproblemas con la tierra, la que poco a poco han ido perdiendo, según ellos, por culpa de los ‘guatillas’ o colonos.

El asentamiento La Pista del resguardo Menkue está a seis horas de camino desde Codazzi, tres de ellas se recorren en carro y otras tres a caballo. Allá viven la mayoría de los indígenas Yukpas que habitan la Serranía del Perijá, en límites con Venezuela. Su territorio se convirtió en escenario de conflicto armado debido a que guerrillas y paramilitares lo utilizaron como corredor estratégico. La situación de orden público los obligó a desplazarse y a dejar buena parte de sus predios, que fueron ocupados por campesinos.

Los Yukpas quedaron entonces reducidos en su territorio, donde, además, tuvieron que afrontar problemas de desnutrición, así como falta de vías, de puestos de salud y de escuelas para sus niños y jóvenes.

Debido a la gravedad de la situación, su caso fue focalizado a través de la Mesa Permanente de Concertación con los Pueblos Indígenas y hace pocos días presentado ante un Juzgado Especializado de Tierras en el Cesar para buscar que les restituyan los derechos territoriales étnicos a 267 familias Yukpas, que suman 1.246 nativos.

La directora de la Unidad de Tierras en el Cesar, Ketty Montes, indicó que “la demanda busca restablecer sus derechos vulnerados por causas directas y subyacentes al conflicto armado interno en la Serranía del Perijá”.

Según le precisó a Verdadabierta.com uno de los miembros del asentamiento La Pista, “nosotros solicitamos el saneamiento del territorio dentro del resguardo donde hay guatillas (colonos)”.

En Codazzi algunos pobladores que conocen el caso explicaron que en realidad lo que están pidiendo los indígenas es que el Gobierno les compre los predios a los campesinos asentados actualmente en ellos, situación que se complica porque los colonos no quieren vender debido a que han hecho mejoras a las fincas. Un campesino dijo que esas tensiones han derivado en enfrentamientos.

La demanda presentada por la Unidad de Tierras pretende que las familias del resguardo Menkue, compuesto por los asentamientos La Pista y Misaya, sean favorecidas con la restitución de los derechos sobre los territorios que les fueron vulnerados como consecuencia de la presencia de grupos armados al margen de la ley y por la presencia de cultivos ilícitos que han ocasionado la victimización de sus territorios y lugares sagrados.

En los alegatos de la demanda se resalta que el “principal impacto del conflicto sobre el pueblo Yukpa ha sido las limitaciones y restricciones para hacer uso de la totalidad de su territorio”, tal como lo evidenció el Auto 004 de 2009 de la Corte Constitucional, que evidenció los riesgos de pervivencia física y cultural de 34 pueblos indígenas, incluidos los Yukpa, a causa de los impactos que sobre ellos y sus territorios generaron la incursión de grupos armados al margen de la ley.

La Dirección de Asuntos Étnicos y la Dirección Territorial del Cesar argumentó que la presencia de los grupos armados provocó “una profanación espiritual de su territorio y el desequilibrio en la forma en que ejercen control sobre el mismo, razón por la cual es necesaria la adopción de medidas dirigidas a la restitución y restablecimiento de dicho orden”.

De acuerdo con estudios del Ministerio de Cultura, el pueblo Yukpa pertenece a la familia lingüística Caribe, su nombre significa “indio manso” y su lengua materna es la Yukpa-Jeprería. Antes de la llegada de colonos, fue un pueblo de cazadores, recolectores y agricultores, que se movilizó en un amplio territorio de la Serranía del Perijá, comprendido entre los territorios del actual departamento del Cesar y la margen derecha del lago de Maracaibo en la actualidad (Venezuela). 

El pueblo indígena de los Yukpas en Colombia está conformado por seis resguardos: dos en Codazzi (Menkue e Iroka), tres en La Paz (Caño Padilla, El Rosario y El Coso) y uno en Becerril (Socorpa). Al otro lado de la montaña, en territorio venezolano, existen otros asentamientos que tienen contacto con la población de Machiques, estado de Zulia.

Con la llegada de los colonos hace varias décadas, este territorio se convirtió en epicentro de cultivos ilícitos(amapola, marihuana), lo que desató la guerra entre las guerrilla de las Farc y el Eln, y el Frente Juan Andrés Álvarez de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc). Pese a las evidencias, los paramilitares que integraron esta facciòn armada y están postulados a la Ley 975, conocida como de Justicia y Paz, nunca han reconocido en sus versiones ante fiscales y jueces su participación en ese negocio ilícito.

Los otros problemas
“Nosotros no tenemos cultivos malos, solo queremos que nos dejen vivir en nuestra tierra”, aseveró uno de los líderes del resguardo Menkue, quien agregó que la falta de tierra no es su único problema. Su peor enemigo es el hambre.

“Si los indígenas Wayúu en La Guajira son pobres, los Yukpas viven en peores condiciones”, dijo a VerdadAbierta.com Ibis Felizzola Castilla, asesora para asuntos étnicos de la Alcaldía de Codazzi, quien ha tenido relación directa con las autoridades del resguardo Menkue para hallar solución a sus problemas.

“Los indios Yukpas se están muriendo de hambre, no tienen comida, su salud es precaria, no tienen colegios”, aseguró la funcionaria y, a diferencia de otras etnias, no tienen tradición artesanal ni agropecuaria.

Otro funcionario sostuvo que todo lo que le están dando a estos nativos está en el papel y los pocos recursos que les llegan desde el Gobierno Nacional no son bien invertidos por sus mismas autoridades: “Ellos son depredadores dentro de su cultura, no son agricultores ni productores y el otro problema es que no han aprendido nuestro idioma, el Yukpa solo asiente con la cabeza y uno cree que entienden lo que se les dice”.

Los problemas por el territorio y los otros que aquejan a esta comunidad los obligaron a salir a la ciudad a buscar nuevas oportunidades. En Valledupar hay un grupo de Yukpas que piden limosna y en el municipio de Bosconia, sobre la Troncal de Oriente, habitan desde hace dos años 90 nativos de esta etnia, según informó Jorge Patiño, alcalde de esa población, a los medios de comunicación locales.

“Es muy difícil y es un tema muy delicado porque ellos no quieren acatar nuestra leyes, ellos creen que están todavía en sus cabildos indígenas y no acatan la ley, no quieren respetar a la Policía. No han entendido que cuando salen de sus territorios, ya pierden sus privilegios”, explicó el mandatario local.

En Becerril, Vicente Capital Álvarez, cabildo gobernador del resguardo Socorpa, le precisó a VerdadAbierta.com cuáles son sus necesidades: “tenemos una comunidad que ahora está afuera del resguardo, son como doce familias que están ubicadas en una estación cerca al pueblo. Nosotros estamos pidiendo ampliación, saneamiento, salud, educación, vías. Este año estamos perdiendo mucha cosecha, como frijol, maíz, yuca, malanga, porque no llueve. Estamos pasando necesidades”.

Mientras se resuelve esta primera demanda para la restitución de sus derechos sobre el territorio, los Yukpas tendrán que seguir su lucha contra la desnutrición queafecta a sus niños, la falta de alimentos y el mal estado de las vías en sus territorios.