Un museo para no olvidar

      
En medio de la conmemoración del Día de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas, el presidente de la República y el alcalde de Bogotá, en compañía de diferentes víctimas del conflicto armado, harán el lanzamiento público del lote en donde se construirá el Museo Nacional de la Memoria.

museo-nacional-memoria-1Panorámica del lote donde se construirá el Museo Nacional de la Memoria, que abrirá sus puertas en 2018.

Este 9 de abril se solemniza otro día por los colombianos que han sufrido los rigores de la guerra. En cumplimiento de uno de los mandatos de la Ley 1448, también conocida como Ley de Víctimas y Restitución de Tierras, autoridades nacionales y distritales construirán un sitio para la reflexión sobre la violencia y la reparación simbólica de las víctimas del conflicto armado: un museo de 14 mil metros cuadrados.

El ambicioso proyecto arranca este jueves, cuando el presidente Juan Manuel Santos, el alcalde Gustavo Petro y el director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Gonzalo Sánchez, entreguen el predio que está ubicado entre la avenida Las Américas y la Calle 26. También se anunciará la apertura del concurso para seleccionar el diseño del museo, el cual estará bajo la orientación de la Sociedad Colombiana de Arquitectos.

El lote, aportado por el Distrito, está ubicado en un punto neurálgico de la capital de la República en donde se encuentran el Centro Administrativo Distrital, la Plaza de la Democracia y el Concejo de Bogotá. El museo será un punto clave del denominado Eje de la Memoria, en donde se han articulado los cementerios del sector, el Centro de Memoria Paz y Reconciliación del Distrito, el monumento al Soldado Caído, los parques Bicentenario y Renacimiento, para convertir la avenida Jorge Eliecer Gaitán en un gran memorial nacional.

En el evento participarán algunas víctimas que viajaron a Cuba para hablar de frente con los negociadores del proceso de paz y varios líderes que desde las regiones han emprendido iniciativas de construcción de memoria. Para concluir se encenderá una llama que estará viva hasta que los representantes del gobierno y de las Farc lleguen a un acuerdo definitivo para la terminación del conflicto armado.

Este museo debe cumplir con enormes retos: reconocer y dignificar a las víctimas; aportar al conocimiento y análisis crítico de la violencia y de las violaciones de derechos humanos; y contribuir a la construcción de una cultura del respeto por la diversidad y la pluralidad que contribuya a establecer las bases para las garantías de no repetición.

El Centro Nacional de Memoria Histórica destaca que “las voces, realidades y experiencias de las victimas deben encontrar un lugar central y protagónico en el Museo Nacional de la Memoria”, pues “se trata de saldar una deuda histórica por la exclusión, invisibilidad, negación y estigmatización que han padecido”. Además, que este espacio debe servir para conocer y reflexionar sobre el pasado, y “conducir a comprender nuestro presente y a desentrañar las lecciones de la historia para remover y transformar los obstáculos que impiden el ejercicio de la democracia y la construcción de la paz”.