En plena Semana Santa, más de 400 paramilitares del Bloque Calima asesinaron a por lo menos 30 personas y desplazaron a más de 4.000 campesinos de 17 veredas en la cuenca del río Naya, en límites entre Valle y Cauca, una región poblada por etnias indígenas y afrocolombianos. Los ‘paras’ se dividieron en varios grupos que recorrieron las veredas, las montañas y las selvas del Naya, donde torturaron, violaron, saquearon y asesinaron a decenas decampesinos, que acusaron de ser supuestos colaboradores de la guerrilla. Los habitantes se refugiaron en la selva, sin comida, sin agua y aguantando frío durante días. Varios miembros de la Tercera Brigada del Ejército han sido investigados por la masacre. En declaraciones en Justicia y Paz, Ever Veloza, alias ‘HH’ (foto), jefe del Bloque Calima, dijo que el objetivo de la masacre era conformar el Bloque Pacífico y tomarse el negocio del narcotráfico, en parte controlado por la guerrilla.
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