50 paramilitares del Bloque Norte llegaron a Trojas de Cataca, un pueblo a orillas de la Ciénaga Grande de Santa Marta. En la incursión acusaron a los pobladores de haber supuestamente ayudado a guerrilleros del Eln que secuestraron a nueve barranquilleros seis meses antes en la Ciénaga de El Torno. Después de asesinar a seis pescadores en la Ciénaga, reunieron a todos los pobladores en la plaza del pueblo y encerraron a todos los hombres en la capilla. Sacaron a cuatro personas y los metieron en los calabazos de la inspección de Policía. Después de interrogarlos, los asesinaron en la madrugada. La masacre provocó un éxodo masivo de los habitantes de Trojas de Cataca. El pueblo aún no se repone de la masacre, pocas familias han vuelto a Trojas, donde todavía no hay servicios básicos.
– Ciénaga Grande de Santa Marta: una década de luto y agonía