En Pacho, Cundinamarca, un grupo de paramilitares se desmovilizaron y entregaron casi 200 armas. Su jefe, el narcotraficante Gonzalo Rodríguez Gacha, había sido asesinado un año antes. Este reducto paramilitar delinquía en Cundinamarca, el Magdalena Medio y los Llanos. En la administración de Cesar Gaviria (1990-1994), las autodefensas, que habían crecido de la mano del narcotráfico, se sometieron a la justicia y en varias regiones hicieron entrega de armas.