La Fiscalía decidió llevar a juicio al ex gobernador de Santander, Hugo Aguilar, acusándolo de nexos con paramilitares del Bloque Central Bolívar.
Hugo Aguilar deberá responder por los delitos de concierto para delinquir con paramilitares cuando fue gobernador de Santander. |
Aguilar, reconocido por participar en el operativo en el que murió baleado el narcotraficante Pablo Escobar en 2 diciembre 1993, fue acusado por la Fiscalía por concierto para delinquir con paramilitares.
la Fiscalía sostiene que el ex oficial se alió con paras del BCB al mando de Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’ e Iván Roberto Duque alias ‘Ernesto Báez’ para las elecciones de 2004 en las que salió electo como gobernador de su natal Santander.
Aguilar fue destituido e inhabilitado por la Procuraduría General de la Nación por 20 años por considerar que se alió con paramilitares. Por este mismo cargo el ex coronel de la Policía fue capturado el pasado 3 de junio y en la actualidad se encuentra detenido en un pabellón de la cárcel La Picota.
Su hijo, Richard Aguilar, fue electo el pasado domingo como gobernador de Santander.
De héroe a salpicado por paramilitarismo
El nombre de Hugo Helioro Aguilar Naranjo genera dos reacciones en
Santander. Unos lo recuerdan como el héroe, el policía que el 2 de
diciembre de 1993 le dio el tiro de gracia al narcotraficante Pablo
Escobar.
Y también como el exgobernador que impulsó el turismo en la región
con la creación Parque Nacional del Chicamocha, Panachi. Otros, lo
recuerdan como el político que ha sido señalado de haber realizado
pactos con paramilitares para resultar elegido gobernador de su
departamento en las elecciones de 2003, y que presuntamente le abrió las
puertas de la Gobernación a los desmovilizados y como el político que
al parecer realizó contratos irregulares con la licorera y el chance del
departamento.
Pese a esos señalamientos, su captura el sábado 2
de julio de 2011 fue una sorpresa para otros de no ser porque los
noticieros del fin de semana lo mostraron iracundo, gritando mientras
agentes del CTI lo conducían hacia el aeropuerto de Palonegro, en
Bucaramanga, con rumbo a Bogotá. Aguilar Naranjo, como militar, había
sido un estratega para lidiar su rompimiento con Convergencia Ciudadana,
el movimiento que lo llevó a la Gobernación de Santander 2003-2007, así
como con la sanción que le interpuso la Procuraduría General el 31 de
enero de 2011, que lo destituyó e inhabilitó por 20 años para ejercer
cargos públicos por sus presuntos nexos con los paramilitares de
Santander y Puerto Boyacá (Lea aquí la nota).
Y
su estrategia hasta el momento había resultado. Para las elecciones al
Congreso de 2010, al igual que otros exintegrantes de Convergencia,
Aguilar quiso heredarles su poder político a un hijo y a un amigo.
Mientras Luis Alberto Gil,
su antiguo colega y hoy preso por ‘parapolítica’, postuló a su esposa
Doris Vega al Senado y a Didier Tavera, exsecretario de Gobierno de Hugo
Aguilar, a la Cámara, solo Tavera logró la curul.
Aguilar, por el contrario, logró hacerse a las dos curules. Su hijo
Nerthink Mauricio Aguilar, sin haber sido siquiera edil, llegó al Senado
con 49.382 votos, la cuarta votación más alta del PIN (Partido de
Integración Nacional) junto a su fórmula Hólger Díaz, quien fue
secretario de Desarrollo y Gobernador (e) de Santander durante la
administración de Aguilar.
Para las elecciones regionales de
2011, Hugo Aguilar esperaba repetir como Gobernador de Santander. En
enero le dijo a Caracol Radio que se iba a postular no por el PIN sino
que se reuniría con expresidente Álvaro Uribe para que avalara su
candidatura por el Partido de la ‘U’. Tras la sanción de la
Procuraduría, sus planes cambiaron y le propuso a otro de sus ocho
hijos, esta vez Richard Aguilar de 29 años y también sin carrera
política, que se presentara a la contienda. A pesar de la captura de su
padre el sábado, el joven aseguró que no retirará su campaña y que por
el contrario, inscribirá su candidatura este martes 5 de julio de 2011
ante la Delegación Departamental de la Registraduría.
En
declaraciones a los medios de comunicación, Richard Aguilar ha dicho que
su campaña no tiene la sombra de su padre. Sin embargo, la recolección
de firmas para inscribir su candidatura se titula ‘Santander en serio’,
como se llamó el plan de gobierno de su papá, y sus fotos publicitarias
son muy similares a las utilizadas por el expolicía durante la campaña
de 2003.
El ascenso y la caída de un militar
Quien
viaje a Suaita y pregunte por Hugo Heliodoro Aguilar recibirá como
respuesta que “es un héroe”. Allí nació el 4 de enero de 1952 y la
página oficial del municipio lo resalta como “ilustre personaje” por las
obras que realizó en este pueblo de la Provincia Comunera cuando fue
gobernador.
Aguilar estudió administración de empresas y se
especializó en gerencia pública. Su vida militar empezó en 1976 cuando
se graduó como subteniente de la Escuela de Cadetes de Policía General
Santander. Logró el grado de mayor y su carrera comenzó en ascenso
cuando fue nombrado jefe del Bloque de Búsqueda, un grupo especializado
de las fuerzas militares que buscaba capturar o matar al narcotraficante
Pablo Escobar, jefe del Cartel del Medellín, quien a finales de los
ochenta y principios de los noventa había declarado la guerra al Estado,
poniendo carrobombas y asesinando a policías y en general todo el que
se le interpusiera en su camino.
Hugo Aguilar exhibiendo el cádaver de Pablo Escobar, el 2 de diciembre de 1993. Foto archivo Semana |
Hugo Aguilar apareció en diferentes fotos de varios medios de
comunicación haciendo el signo de victoria con las manos y en otras al
lado del cadáver del capo paisa, atribuyéndose haberle dado el tiro de
gracia sobre un techo de un casa en el barrio Laureles en Medellín.
Esa imagen lo catapultó en diciembre de 1993 para lograr más adelante
el ascenso a teniente coronel. En 1994 viajó a la Escuela de las
Américas del Ejército de los Estados Unidos, donde estudió el Comando
Estado Mayor y Problemas Latinoamericanos. Fuentes en Santander le
dijeron a VerdadAbierta.com que para esa época y tras la muerte del
capo, Aguilar comenzó a amasar una fortuna producto de la recompensa que
recibió como jefe del Bloque de Búsqueda, algo que él ha negado en
repetidas oportunidades.
Después de retirarse de la Policía,
Aguilar regresó a Santander y empezó a incursionar en lo gremios y en la
autoridad ambiental. Fue presidente de la Federación Nacional de
Comerciantes, Fenalco, en las provincias de Guanentá y Comuneros, y
luego hizo parte de la junta directiva de la Corporación Autónoma
Regional Santander, CAS.
En 2001 fue elegido diputado por Santander, donde conoció a Luis
Alberto Gil Castillo, un maestro del Sindicato de Educadores que había
militado en el movimiento político M-19, tras su reinserción a la vida
civil, y lo apoyó en la creación del movimiento Convergencia Ciudadana.
Ambos
se propusieron derrotar al tradicional liberalismo de Santander y para
ello, acordaron apostarle a las elecciones de Congreso de 2002 y a las
regionales de 2003. Convergencia derrotó a los liberales en ambas
elecciones.
Tras esa experiencia política, Gil renunció a la Asamblea y llegó al
Senado en 2002 junto a los representantes José Manuel Herrera Cely y
Jaime Durán Barrera. Para aspirar a la Gobernación Aguilar también
renunció a la Asamblea y en 2003 derrotó con 301.288 votos a su
contrincante, el liberal Luis Francisco Bohórquez, que obtuvo 274.135
votos.
Para entonces, la popularidad de Convergencia iba en
aumento. En 2006, Gil repitió curul en el Senado y consigo llevó a
Alfonso Riaño, José Manuel Herrera Cely y Édgar Alfonso Gómez Román a la
Cámara. En 2007, querían repetir la fórmula para ganar la Gobernación,
pero esta vez Didier Tavera, ex secretario de Gobierno y candidato de
Hugo Aguilar, fue derrotado por el exministro Horacio Serpa.
A
partir de 2007, la fama de Aguilar y de Convergencia empezó a venirse al
piso. Al exgobernador empezaron a salirle denuncias sobre presuntos
malos manejos administrativos relacionados con la adjudicación irregular
de contratos en la industria Licorera de Santander y del chance; la
construcción de una ostentosa mansión en un lugar exclusivo de la ciudad
y de una hacienda similar a su proyecto insignia, el Parque Nacional
Chicamocha (Panachi) a la que llaman ‘Panachito’, a lo que ha respondido
que éstas han sido retaliaciones de sus enemigos políticos que buscan
desprestigiarlo.
También lo señalaron de presuntos pagos de nóminas paralelas entre
amigos y familiares de políticos que apoyaron su campaña. Todas,
denuncias que no prosperaron.
En medio de esas denuncias, él y
varios de sus amigos políticos terminaron enredados en el escándalo de
la ‘parapolítica’. Tres congresistas de Santander, Luis Alberto Gil,
Alfonso Riaño y José Manuel Herrera Cely, fueron capturados y recluídos
en La Picota mientras la Corte Suprema los investiga por presuntos nexos
con los paramilitares.
Debido a estas investigaciones, a finales de 2009 Convergencia
decidió cambiar de nombre y logo, y para ello se fusionó con otros
partidos cuestionados como Colombia Democrática, Colombia Viva, Alianza
Democrática Nacional y Apertura Liberal, también salpicados por el
escándalo de la parapolítica, y lo decidieron llamar Partido de
Integración Nacional, PIN.
Richard Aguilar es el heredero político de Hugo Aguilar, que aspira a la Gobernación de Santander. Esta imagen representa la misma publicidad que realizó el coronel (r) en 2003. Foto tomada de la revista La Ponzoña. |
Aunque Hugo Aguilar promocionó la candidatura de Nerthink Mauricio
Aguilar al Senado por el PIN, fuentes políticas de Santander le dijeron
VerdadAbierta.com que el exgobernador se distanció y rompió su amistad
con el exsenador Gil. La expectativa del juicio que se adelanta a Gil en
la Corte y sobre qué diría el exgobernador en el mismo como testigo
terminaron por romper la alianza política.
Pese a que Aguilar
logró que se eligiera a su hijo al Senado, la sanción de la Procuraduría
por vínculos con paramilitares y ahora con su captura por la
investigación que adelanta la Corte Suprema por el mismo caso han
precipitado su caida. Ya no podrá acompañar a su hijo Richard Aguilar a
realizar correrías por las provincias y menos a hacer reuniones
políticas en hoteles exclusivos de Bucaramanga, como la del pasado
sábado, cuando la Fiscalía lo capturó tras considerar que tiene
suficientes pruebas de sus presuntos vínculos con los paramilitares.
VerdadAbierta.com
presenta algunos capítulos en los que el exgobernador ha sido salpicado
por sus presuntos nexos con paramilitares.
El capítulo alias ‘Jhon’
En
una versión libre rendida el 1 de marzo de 2010, José Antonio Hernández
Villamizar alias ‘Jhon’ aseguró que Hugo Aguilar, entonces mayor de la
Policía, participó de una alianza entre el Estado, los Perseguidos por
Pablo Escobar (Pepes) y los organismos de inteligencia de Estados Unidos
para matar al narcotraficante Pablo Escobar. Contrario a como lo ha
registrado la historia, dijo alias ‘Jhon’, al capo no lo mató el Bloque
de Búsqueda sino Carlos Castaño (Lea: “A Pablo Escobar lo mató Carlos Castaño”: alias ‘Jhon’).
“Le
dio de baja a Pablo Escobar y se lo entregaron muerto sobre el techo de
una casa al coronel Aguilar (Hugo Heliodoro), que era el comandante de
la Policía de Medellín… Yo le escuché decir de su propia boca a Carlos
Castaño, que él lo había matado y se lo entregaron al coronel Aguilar
para darle el positivo al Bloque de Búsqueda. El positivo era un
convenio que ellos tenían, entre la fuerza pública y los Pepes. El
coronel Aguilar apareció en varias reuniones donde habían unas unidades
de la Dea. Se planteaba la posibilidad de ganarle la guerra a Pablo
Escobar porque era un enemigo común”, dijo alias ‘Jhon’.
El
exparamilitar dijo en la misma versión libre que los Castaño intentaron
matar a Hugo Aguilar porque presuntamente se llevó parte de la
recompensa. “Después de la muerte de Pablo, hicieron una fiesta que duró
como tres días. Eso fue en Medellín, en la finca Sopetrán de los
Castaño… Después de esto tuvieron diferencias por unas recompensas. Al
parecer, la plata no llegó a los destinatarios. El coronel Aguilar se
quedó con la plata, era mucha plata, y se planteó la posibilidad de
eliminarlo. Yo escuché a Fidel diciendo que el coronel Aguilar se había
quedado con una recompensa y que tocaba eliminarlo”, contó alias ‘Jhon’
en versión libre.
El capítulo de la Procuraduría
La
sanción emitida por la Procuraduría General contra el coronel (r) Hugo
Heliodoro Aguilar Naranjo para ejercer cargos públicos se basa, según el
Ministerio Público, en que existen pruebas de que se alió con los
paramilitares de Santander y Puerto Boyacá para ser elegido Gobernador
de Santander para el período 2004-2007.
Según la Procuraduría, Aguilar Naranjo contó con el apoyo del Bloque Central Bolívar (BCB), a cargo de Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’, Rodrigo Pérez alias ‘Julián Bolívar’ e Iván Roberto Duque Escobar alias ‘Ernesto Báez’, así como de las Autodefensas de Puerto Boyacá, de Arnubio Triana Mahecha alias ‘Botalón’, para obtener los 301.288 votos que lo llevaron a la Gobernación.
La Procuraduría consideró que Aguilar Naranjo hizo un pacto con
‘Ernesto Báez’, ex jefe político del BCB, y que se vio reflejado en el
nombramiento de Bonel Patiño Noreña como Secretario de Educación
Departamental.
Al ganar las elecciones, en consideración del
Ministerio Público, Aguilar le prometió a ‘Báez’ un puesto en su
gabinete. Uno de los testimonios que pesan en contra del ex Gobernador
fue precisamente el de Patiño Noreña: “A mí Iván Roberto, alias ‘Ernesto
Báez’, me dijo: “A nosotros nos van a dar una Secretaría, yo voy a
pedir la de Educación para que usted vaya allá”, le dijo el Secretario
de Educación a la Fiscalía.
La decisión de la Procuraduría se
conoce ocho meses después de abrirle pliego de cargos al ex Gobernador.
En mayo de 2010, el Ministerio Público señaló que Aguilar Naranjo y
otros dos políticos santandereanos promovieron a los paramilitares y por
eso habían accedido a cargos públicos. En la investigación, los
señalaron también de haber tenido vínculos con Jairo Ignacio Orozco
González alias ‘Jairo Tarazá’, jefe político del BCB en Santander, con
Álvaro Sepúlveda Quintero alias ‘César’, segundo de alias ‘Botalón’, así
como con Ramón Isaza alias ‘El Viejo’, jefe de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio (Acmm).
Desde
2004, Aguilar además había sido llamado a indagatoria por la Corte por
los delitos de concierto para delinquir agravado, constreñimiento al
elector y cohecho impropio, después de que varios paramilitares lo
salpicaran. Según Juan Fernando Morales Ballesteros y Orlando Murillo
Morales, ex paramilitares del BCB, el ex Gobernador asistió a varias
reuniones con los jefes paramilitares de ese bloque, entre ellos, alias
‘Julián Bolívar’ y ‘Ernesto Báez’. Por esta misma razón, en la
actualidad el ex senador Luis Alberto Gil Quintero y el ex representante
Alfonso Riaño son investigados por ‘parapolítica’ por la Corte Suprema.
“El
sancionado (Hugo Aguilar) intervino (sic) desde su posición como primer
mandatario del departamento de Santander en el desarrollo del proyecto
paramilitar, toda vez que al ser impulsada su candidatura por el
comandante Iván Roberto Duque, entre otros, dejó incondicionalmente su
investidura a disposición de las autodefensas”, señaló la Procuraduría.
El capítulo de alias ‘Diego Rivera’
Las
declaraciones de David Hernández López alias ‘Diego Rivera’, exjefe
paramilitar del Bloque Central Bolívar, llevaron a la cárcel a Ramón
Ballesteros, el abogado de Luis Alberto Gil Castillo. El exparamilitar
presentó pruebas ante la Corte en las que Ballesteros supuestamente lo
intentó sobornar para que declarara a favor del exsenador santandereano.
Durante
la misma audiencia, realizada el 15 de febrero de 2011, alias ‘Diego
Rivera’ le dijo a la Corte que los paramilitares del Bloque Central
Bolívar se aliaron con políticos de Santander para lograr una objetivo
trazado desde 2002 por ‘Ernesto Báez’. “La orden era elegir alcaldes,
concejales, gobernadores y congresistas, pensando en la formulación de
la Ley 975 (Justicia y Paz) para que los paramilitares se beneficiaran”.
El testigo agregó que entre los planes del Bloque estuvo elegir a Hugo
Aguilar Naranjo como el Presidente de Colombia para las elecciones de
2010.
El exparamilitar contó que a principios de 2006 alias
‘Julián Bolívar’ lo envió a Bucaramanga, Santander, con dos misiones: la
primera, presentarles a los políticos de la región la experiencia de
Villa Esperanza, un modelo de proyectos productivos aprobados por el
Gobierno para la resocialización de los desmovilizados, que funcionaba
en una finca de Copacabana, Antioquia. La segunda, era crear y lanzar
Semillas de Paz en Santander, un proyecto productivo similar que ya
funcionaba en Cali.
‘Diego Rivera’ dijo que entre enero y junio
de 2006 viajó por lo menos cinco veces a Bucaramanga con esa misión y
que se hospedó en los hoteles Dann Carlton y Chicamocha. En uno de esos
viajes, con una carta firmada por ‘Julián Bolívar’ y con intermediación
de alias ‘Alfonso’, dijo que se reunió con Didier Tavera, entonces
Secretario de Gobierno Departamental y actual representante por el PIN,
para que los ayudara con obras para Semillas de Paz. También le hizo
‘lobby’ a Freddy Anaya, entonces subdirector de la corporación ambiental
Cdmb y actual aspirante a la Alcaldía.
El desmovilizado contó
que entre sus recorridos, asistió a una reunión en el Hotel Chicamocha,
antes de las elecciones de marzo de 2006, y le presentó el proyecto de
Semillas de Paz-Santander a Gil, Riaño, Óscar Josué Reyes y ÓscarSuárez
Mira. Contó que allí también estuvieron alias ‘Tarazá’, exjefe político
del Bcb para Santander, y alias ‘Alfonso’, “que me dijo que iba a
entregarles a los políticos mil millones de pesos para las elecciones”.
‘Diego Rivera’ le dijo a la Corte que no le constaba la entrega de ese
dinero, pero que a su regreso a Copacabana alias ‘Macaco’, exjefe
militar del Bcb, le pidió que imprimiera los resultados electorales
publicados por la Registraduría y que después le comentó: “Menos mal esa
platica no se perdió”, refiriéndose a las curules ganadas por
Convergencia.
Según alias ‘Diego Rivera’ la entrada de los paramilitares a la Gobernación de Santander era puertas abiertas.
El capítulo del coronel Prieto
Aunque
en el juicio contra Luis Alberto Gil, el coronel Julio César Prieto
aseguró “que es un testigo de oídas” porque no le consta que el
exsenador haya tenido vínculos con los paramilitares, sí tiene
documentado los choques que tuvo con el exgobernador Hugo Aguilar por
combatir el paramilitarismo, cuando fue comandante del Batallón Luciano
Del’Huyer.
El coronel Prieto contó que cuando asumió el mando de
ese batallón el 8 de diciembre de 2003 en “la zona no se movía una hoja
sin permiso de los paramilitares”. Su misión fue combatirlos y en esta
tarea, dijo, la clase política de la región intentó removerlo de su
cargo.
El oficial, hoy comandante de la Sexta Brigada del
Ejército, contó que dirigió el batallón entre el 8 de diciembre de 2003 y
el 8 de diciembre de 2005. Apenas asumió el mando, dijo, los
paramilitares le ofrecieron 40 millones de pesos al mes y cinco muertos
con fusil (para presentarlos como mal llamados “falsos positivos”), a
cambio de que no los persiguiera. Al rehusarse, “los paramilitares
empezaron a asesinar a las personas que tildaban cercanas a mí y de
colaborarme con información”, contó.
“Mi batallón tenía
influencia en El Hato, Zapatoca, Betulia, San Vicente de Chucurí, El
Carmen, Santa Helena del Opón y una zona del bajo y medio Simacota. En
estos municipios delinquían tres frentes paramilitares: El frente Isidro
Carreño, de alias ‘Nicolás’; el frente Ramón Danilo, de Alfredo
Santamaría Benavides alias ‘El Gordo’, ambos de las Autodefensas
Campesinas del Magdalena Medio, y el Wálter Sánchez, de ‘Julián Bolívar’
del Bcb”, contó el militar.
Después de incautarles armas,
destruirles al menos 10 laboratorios coca y capturar a varios de sus
cabecillas, el coronel Prieto contó que en octubre de 2004 la clase
política lo citó a un consejo de seguridad en presencia del entonces
presidente Álvaro Uribe. “La comunidad presentó disque 70 denuncias en
contra mía, acusándome de que yo maltrataba a la población civil
señalándola de paramilitar. En realidad buscaban mi traslado. En esa
reunión estuvieron Hugo Aguilar, Luis Alberto Gil, Luis José Arenas,
Miguel de Jesús Arenas, Carlos Higuera Escalante y Óscar Josué Reyes. Yo
interpreto que mis acciones operativas les resultan incómodas”, dijo el
testigo.
Aunque el coronel Prieto logró mantenerse en el cargo
un año más, dijo, asegura que la clase política de la región le insistió
al presidente Uribe y al mando militar de la época que lo relevaran.
Después de que la Corte empezó a llamar testigos en los juicios
contra los excongresistas de Santander, Gil y Riaño por los procesos por
‘parapolítica’, la situación empeoró para el coronel Prieto.
“Como en la región conocían mi trabajo, y sabían que yo había
combatido a los paramilitares, la Corte me llamó a declarar. Eso fue en
noviembre de 2007. A los días, Hugo Aguilar y su exjefe de seguridad me
llamaron. Luego, Aguilar salió diciendo que todo eso era un montaje mío,
entonces lo demandé por injuria y calumnia”, dijo el testigo.
Con
todos estos testimonios, ahora el coronel (r) Hugo Aguilar afronta un
proceso por ‘parapolítica’. Mientras se le juzga, permanecerá recluido
en el patio R3 de La Picota, donde están recluidos sus antiguos colegas
del movimiento Convergencia Ciudadana.