En cinco meses, el Instituto Nacional de Medicina Legal y la Registraduría Nacional del Estado Civil, establecieron la identidad de esas personas, 440 habían sido reportados como desaparecidos.
La búsqueda de desaparecidos. Foto Semana. |
Esos resultados se lograron por un convenio que hizo el Ministerio del Interior y Justicia, para coordinar las acciones investigativas de funcionarios del Minisiterio, de Medicina Legal y de la Registraduría Nacional. La tarea de esas dos instituciones estales las llevaron a digitalizar y cotejar 22.689 registros dactilares de personas muertas no identificadas.
Las huellas digitales fueron contrastadas con los cerca de 740 millones de huellas que la Registraduría tiene almacenadas en sus bases de datos, las cuales fueron obtenidas de las cédulas de ciudadanía y tarjetas de identidad que ha emitido.
Del total de 22.689 huellas dactilares por identificar, las autoridades no pudieron establecer la identidad de 12.724. Algunas de la razones por las que no pudieron hacerlo son que las huellas dactilares del fallecido no estaban bien tomadas, que la tarjeta necrodactilar estaba deteriorada o que los difuntos no tenían documentos de identidad.
Respecto a las huellas dactilares que no pudieron ser identificadas, la Registraduría presume que alrededor de 4.210 corresponden a menores de edad.
Por otro lado, Medicina Legal iniciará a buscar por los diferentes cementerios del país a las 440 personas que fueron identificadas y se encontraban en el Registro Nacional de Desaparecidos.
La página web del Ministerio del Interior recogió algunas declaraciones del jefe de esa cartera, Germán Vargas Lleras, quien dijo que frente a esas cifras “y ante el dolor mucho más grande que los números no pueden reflejar, su identificación debe ser una prioridad del Estado colombiano, y sobre la importancia de ello tiene que sensibilizarse la opinión pública”.
El representante de la Oficina de la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Christian Salazar, resaltó estos resultados. “Nadie sabía que habían avanzado tanto y tan rápido. Me parece formidable y el Gobierno hace un giro tan fuerte en una atención a las víctimas con la ley de Víctimas, y con esta voluntad de esclarecer lo que pasó. Creo que Colombia está por muy buen camino”, señaló.
El Ministerio del Interior explicó que el objetivo de este convenio, que tiene vigencia hasta octubre de este año, es el “de aunar esfuerzos para el procesamiento de las necrodactilias existentes en la Registraduría Nacional, mediante la consulta con el Sistema Automático de Identificación de Huellas Digitales (AFIS), con el fin de lograr la identificación de personas fallecidas y cruzar las identificaciones positivas con los reportes de personas desaparecidas ingresadas al Registro Nacional de Desaparecidos”.
A pesar de esclarecer la identidad de los fallecidos que figuraban como NN, la investigación realizada por Medicina Legal y la Registraduría Nacional no permite esclarecer si estas personas fueron víctimas del conflicto armado interno.
Para saber cómo es el proceso de atención a los familiares de personas desaparecidas, consulte este artículo del Ministerio del Interior y Justicia.