El ex presidente del Senado del partido Colombia Democrática y primo de Álvaro Uribe, le dijo a la Corte que sus votaciones de 2002 no fueron influenciadas por los paramilitares.
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El exsenador Mario Escobar fue presidente de Colombia Democrática, partido que tiene a varios de sus integrados investigados o condenados por ‘parapolítica’. / FOTO ARCHIVO SEMANA |
En la última etapa del juicio que adelanta la Corte en su contra por ‘parapolítica’, el ex senador Mario Uribe se defendió de las acusaciones que lo señalan de haberse aliado con los paramilitares de Salvatore Mancuso para las elecciones al Congreso de 2002. “Mi votación es limpia y decente porque son 30 años de búsqueda electoral en Colombia… Yo no era un político cualquiera”, dijo Uribe.
El ex senador es investigado desde el 26 de septiembre de 2007, cuando la Corte lo llamó a indagatoria después de que alias ‘Gomelo’, ‘Pantera’, Jairo Castillo Peralta alias ‘Pitirri’ y el ex jefe paramilitar Salvatore Mancuso lo señalaron de haber hecho pactos con los paramilitares.En los alegatos finales, la última etapa del
juicio antes de que la Corte emita la sentencia, Uribe defendió
su inocencia explicando que sus votaciones no fueron atípicas, sino
producto de su trayectoria política, familiaridad con Álvaro Uribe y
apoyo que recibió de políticos de la región.
“Me hice al cariño de la gente”
Mario Uribe explicó que su
cercanía con Córdoba comenzó en la década de 1980 cuando Álvaro Uribe
compró una finca en esa región, y ambos empezaron a tener contacto con
la gente. En 1986, dato que no dijo en la audiencia, ambos llegaron al
Congreso siendo su primo senador y él, su fórmula a la Cámara.
En
1991, dijo, compró una finca en Sahagún, donde pasaba largas vacaciones
y donde conoció a personas como Otto Bula, que más adelante lo ayudaron
en su campaña para repetir curul. Mientras su primo era el Gobernador
de Antioquia, Mario Uribe llegó al Senado y fue elegido presidente de
esa corporación para el período 2000-2001.
Según el ex senador,
eso explica las votaciones que obtuvo en 2002, en lo que él llamó “mi
mejor momento político”. Mario Uribe le dijo a la Corte que para ese año
tenía trayectoria, se había vuelto más visible gracias a su Presidencia
en el Senado y además, contaba con la popularidad de Álvaro Uribe que
ganó las elecciones presidenciales. “Yo no era un político cualquiera.
Después de ser Presidente del Congreso, la campaña queda hecha”, dijo.
Sobre
los votos que sacó en varios municipios del oriente Córdoba, como
Sahagún, Montelíbano, Planeta Rica y Chinú, el ex senador se refirió al
apoyo de varios amigos políticos. “Si hay alguien que tiene que
responder por mi votación en Córdoba es Otto Bula. Él me llevaba gente a
mi casa, en Medellín. Él se había retirado de la política y había
tomado la decisión de apoyarme. Mi votación en Sahagún es de Otto porque
él es de allá y se la jugó entero por mí”, dijo.
En Montelíbano,
dijo, contó con el respaldo del entonces alcalde Mariano Cura de Moya,
que había logrado una votación histórica en el pueblo. “De los 12.000
votos que él sacó para la Alcaldía, me endosó 4.000 votos. Esta votación
está bien justificada porque cuando fui Presidente del Congreso
gestionamos muchos recursos para hacer vías, viviendas, acueductos y
alcantarillados en Montelíbano. Eso nunca había sucedido en ese pueblo”.
En
Planeta Rica, tuvo el apoyo del médico Mauricio Marín y de familias
como los Velásquez y los Fernández que lo conocían. La votación de Chinú
cree que estuvo influenciada por la de Sahagún, por tratarse de pueblos
limítrofes. “Señores magistrados, mi votación fue limpia y cero
parapolítica. En estos pueblos no hubo presencia ni influencia en
paramilitar como lo ha dicho el señor Mancuso, que es un bandido
mentiroso”, dijo.
Sobre la caída de sus votos en estas mismas
zonas para el período 2006-2010, hecho que cuestiona la Corte, Mario
Uribe dijo que obedeció a varios factores: que en el país habían
aumentado los partidos políticos y que siendo presidente del partido
Colombia Democrática su misión estuvo enfocada fue en conseguir el
umbral, pero sobre todo, que durante el gobierno de su primo no tuvo el
acceso o la influencia que tuvo en períodos anteriores.
“En 2006
nos vimos a gatas. Casi me hundo porque nos fuimos quedando sin gente. Y
mi falta de votos no es por la desmovilización de los paramilitares. Es
porque yo no volví a esos pueblos de Córdoba, porque me concentré en
buscar votos en el país para no perder el umbral. Además yo estuve lejos
del poder cuando Álvaro Uribe fue Presidente. Yo busqué los votos
necesarios”, dijo.
Antes de finalizar la audiencia, Mario Uribe
le dijo a la Corte que su error fue haber asistido a una reunión en 2002
con Salvatore Mancuso, posterior a las elecciones y por iniciativa de
Eleonora Pineda. “A mí me tendieron una trampa. Le pido perdón al país
porque fue una mala hora de mi vida. Juro por mi madre que yo no tuve
que ver con ese bandido. No tuve intenciones ni pactos, y menos en ese
momento de mi campaña”, dijo el ex senador.
Desde el primer día de audiencia ante la Corte, Mario Uribe reconoció
que asistió a una reunión con Mancuso y Pineda pero aclaró que fue
después de las elecciones legislativas de 2002, de carácter “sorpresivo”
y que se negó “en un tono amable” a la propuesta que le había hecho el
exjefe paramilitar de ser el enlace con el entonces futuro Presidente,
Álvaro Uribe.
Entre las investigaciones que lleva la Corte por ‘parapolítica’, su caso es de los más controvertidos por ser primo segundo de Álvaro Uribe y porque su proceso derivó en choques entre el expresidente y el Alto Tribunal, una búsqueda de asilo en Costa Rica que le fue negada, la renuncia a su curul para ser investigado por la Fiscalía y no por la Corte, y la libertad que el entonces vicefiscal Guillermo Mendoza Diago le concedió el 19 de agosto de 2008.
Finalmente el 1 de octubre de 2009 la Corte asumió el caso y Mario Uribe fue a parar de nuevo a La Picota. Para el alto tribunal, las declaraciones de Mancuso y luego de la ex congresista Eleonora Pineda (condenada por ‘parapolítica’) de que Mario Uribese reunió ellos para llegar a un pacto, coincide con las votaciones atípicas que él obtuvo en 2002 en Sahagún, Montelíbano, Planeta Rica y Chinú, en Córdoba. “…Cómo puede alguien obtener unos niveles de votación como nunca los había tenido y luego volver a sus cauces normales sin mayor explicación”, señaló la Corte en su acusación refiriéndose a los resultados de Uribe en 2002, respecto a 1998 y 2006.
El juicio continuará el 2 de febrero de 2011.
