En la jornada
electoral, y pese a todos los señalamientos, el Partido de Integración
Nacional (PIN) entró con fuerza en el Congreso de Colombia.
El PIN está integrado por varios familiares y personas cercanas a políticos involucrados con ‘paras’. |
Contra los deseos de todos los
formadores de opinión y de las organizaciones veedoras del proceso
electoral, el polémico Partido de Integración Nacional, PIN, logró una
abultada votación (695.132 votos al 75% del conteo) que le permitirá
contar con ocho senadores y un importante número de Representantes en el
nuevo Congreso. En plata blanca el PIN es uno de los grandes ganadores
de la jornada.
Este partido,
cuyos candidatos tienen relaciones directas de todo tipo, desde
familiares hasta de polémicos intereses, con los llamados parapolíticos,
adelantó una campaña contra viento y marea. Los formadores de opinión
coincidieron en señalar que el PIN representaba oscuros intereses y
calificaron a sus militantes de ‘paraherederos’.
“El PIN,
conocido como “el tarjetón de La Picota”, acoge a numerosos calanchines
de los grupos y personajes uribistas más corruptos. Hay que huir de sus
listas. Nada de PIN”, escribió en su influyente columna Daniel Samper
Pizano.
Pero a pesar de los anuncios en contra, el partido se
levantó con un rotundo éxito. Con 8 congresistas el PIN se posiciona
ahora como la bancada determinante en el congreso. Si alguna iniciativa
legislativa quiere salir avante tendrá que contar con el PIN, el nuevo
partido bisagra del congreso 2010-2014. Un partido que huele mal pero al
que tendrán que acercarse quien quiera sacar adelante cualquier
iniciativa.
La estigmatización que se ganó el PIN no es
gratuita. Sin excepción conocida, sus principales cuadros guardan una
estrecha relación (familiar, ideológica o ‘padrinaje’ político) con
para-políticos de todo el país, muchos de ellos concentrados hoy en la
cárcel La Picota de Bogotá donde purgan penas de hasta 40 años.
El
clan del Valle
Juan Carlos Rizzetto es un nombre con
el que el país se empezará a familiarizar desde hoy. Rizzetto hace parte
del clan del Valle, un polémico grupo político cuyos gestores son
Carlos Herney Abadía, ex senador condenado en el proceso 8.000 y padre
del actual gobernador del Valle, y Juan Carlos Martínez, ex senador
detenido e investigado dentro del escándalo de la para-política.
Rizzetto es ahora el mayor elector del PIN (sumaba anoche 62.380 votos) y
representará la voz del polémico clan del Valle en el Senado de la República. Pero no estará sólo.
Sin duda Rizzetto hará tenaza
junto a Carlos Arturo Quintero y Hemel Arturo Angulo, los otros dos
senadores del PIN provenientes del llamado clan del Valle. Quintero
alcanzaba 50.805 votos mientras que Angulo ya contaba con 41.283
sufragios a su favor.
Los ‘Gaticos’ de la Costa
El
otro fortín del PIN viene de la Costa Caribe y más concretamente de la
casa de la empresaria del chance Enilse López, más conocida como ‘la
Gata’, quien afronta líos con la justicia por nexos con paramilitares,
además de otro proceso en el que figura como la principal sospechosa de
ordenar un crimen. Aunque actualmente ‘la Gata’ está en detención
domiciliaria es sabido que movió intensamente su maquinaria política
para asegurar la llegada de un par de ‘gaticos’ al Senado. Y lo logró.
Los ganadores son Héctor Julio Alfonso López, hijo de Gata, y Antonio
José Correa quienes alcanzaron sendas curules con 52.741 y 37.691,
respectivamente.
Los otros senadores del PIN son: Nerthink
Mauricio Aguilar, hijo del ex gobernador de Santander, el coronel
retirado Hugo Aguilar Naranjo, quien es investigado por nexos con
paramilitares. Con apenas 33 años y sin antecedentes en la arena
política Aguilar alcanzó 46.513 votos. Otra que logró carné de senadora
con 39.812 votos es Teresita García Romero, hermana del Álvaro ‘el
Gordo’ García, quien hace un par de semanas fue condenado a cuarenta
años de cárcel por la Corte Suprema de Justicia por su participación en
la masacre de Macayepo.
También llegó al Senado Doris Clemencia
Vega (32.198 votos), esposa del ex senador Luis Alberto Gil, jefe del
desaparecido partido Convergencia Ciudadana. Gil pasa sus días en la
cárcel La Picota atendiendo los requerimientos de la justicia que lo
investiga por nexos con paras. Desde prisión, Gil y el clan de Valle
lograron reciclar su maquinaria política con el pomposo nombre del nuevo
Partido de Integración Nacional, PIN.
Al cierre de este artículo
aún no había claridad de los resultados en Cámara, sin embargo en esa
instancia el PIN ya tenía aseguradas también por lo menos tres curules,
dos de las cuales serán ocupadas por representantes provenientes del
clan del Valle.