Se están otorgando las concesiones de chance del país. El negocio, que mueve 1,8 billones de pesos al año, se está adjudicando en medio de irregularidades y algunos hechos de violencia.
Los paramilitares se encontraban detrás de varias irregularidades en el negocio del chance. |
Buena parte del país mira con cierto desdén el negocio del chance. Para muchos, no es más que un sistema de apuestas marginal con acogida en los sectores populares. Pero esta lectura está lejos de la realidad: no sólo es un gran negocio, que mueve a diario cerca de 5.000 millones de pesos -1,8 billones de pesos al año-, sino que ha sido protagonista de capítulos oscuros, y aún no contados por completo, de la violencia reciente en el país.
Este gigantesco negocio es adjudicado por las loterías departamentales mediante concesión cada cinco años. La noticia ahora es que de las 24 concesiones, desde finales del año pasado se están renovando 17.
A pesar de que los medios de comunicación y la justicia han encendido todo tipo de alarmas, como por ejemplo que el chance ha sido utilizado por las mafias como fórmula para penetrar las ciudades, el Estado no ha tomado cartas en el asunto y ya empiezan las alertas sobre nuevas irregularidades.
En Huila, por ejemplo, se libra una batalla jurídica entre tres proponentes, uno de ellos local, y dos sociedades que llegaron de Boyacá y Cartagena. La empresa huilense ha señalado que sus competidores presentan inusuales incrementos en sus capitales y que al menos uno de ellos incumplió los requisitos para participar en la puja. El debate ya deja un saldo de dos meses de retraso en la adjudicación y en el medio se han despertado suspicacias sobre la forma como algunas firmas quieren lograr la concesión a toda costa.
En Cali, el anterior gobernador de Valle del Cauca, Angelino Garzón, medió en una pelea de empresarios del chance para que uno de estos no se quedara por fuera del negocio y lo aceptaran como socio del ganador. Con el tiempo, las relaciones entre el conglomerado de apuestas se deterioraron y en medio de esas malquerencias la chancera ‘adoptada’ sufrió atentados con explosivos, robos de sus talonarios y a inicios de este año, ante la restricción de formularios de venta, sus trabajadores protestaron masivamente en las calles ante los escuadrones antimotines. Con el compromiso del nuevo gobernador, Juan Carlos Abadía, de que lucharía para garantizarles el trabajo, se disolvió la protesta, pero dejó muchos interrogantes sobre la forma como estos mandatarios se han involucrado en las diferencias entre unos particulares, de quienes entregaron notables apoyos en sus campañas políticas.
En Tolima el gobernador anterior adjudicó la concesión sin importar que la Superintendencia de Salud, la entidad nacional que tiene potestad sobre estos negocios, objetara el estudio que sirvió de base para cuantificar el valor del negocio.
En Caquetá el gobernador saliente terminó abruptamente la concesión en plena campaña electoral, y de forma apresurada se inició un nuevo proceso que, al igual que en los casos de los otros departamentos, alertó sobre lo que realmente está pasando tras estos negocios.
A diferencia de lo que sucedió hace algunos años, hoy gran parte de estas situaciones se concentra al sur del país. Hay expectativa por lo que pueda suceder con estas concesiones en la Costa, en departamentos como Bolívar, Atlántico y Sucre, lugares donde la empresaria del chance Enilse López, conocida como la ‘Gata’, estableció su emporio. Allí se investiga una decena de crímenes sucedidos en los últimos años posiblemente relacionados con el negocio del chance. Estos contratos deben salir a oferta en el segundo semestre del año, en momentos en que las loterías de estos departamentos atraviesan serias dificultades administrativas.
Aún son pocas las concesiones entregadas comparadas con la cantidad que tendrá que adjudicarse en estos meses que vienen. Sería muy grave que se cometan errores o que los encargados se hagan los de la vista gorda en la adjudicación. No sólo porque saldrían perjudicados todos los empresarios honestos que participan de esta actividad, sino porque se perdería la oportunidad de darle transparencia a un negocio sobre los hombros del cual recae buena parte del sostenimiento de las finanzas de la salud en los departamentos.
Publicado en SEMANA Fecha: 06/07/2008 -1362