Alias ‘Ñato’ contó cómo su propio padre lo entregó a las Auc cuando solo era un niño dedoce años porque no se lo aguantaba en la casa. Allí se convirtió en un asesino y hoy cumple una condena de 19 años de prisión por varios de sus crímenes. El mismo contó su historia.
En Breve: El 27 de agosto, ante un fiscal de Justicia y Paz, alias ‘Ñato’ contó que ingresó a las Auc cuando tenía doce años y confesó varios crímenes que cometió en Tolima, Caldas y Antioquia.
Paramilitares mencionados: Comandande ‘Memo Chiquito’ Sitios mencionados: San Miguel, La Dorada, San Daniel |
Jhon Alexander Ruiz, alias ‘Ñato’, ex integrante del Frente Omar Isaza. Foto: Diario El Nuevo Día. |
El paramilitar relató la terrible historia de su infancia y cómo se convirtió en un sanguinario asesino.
Alias ‘Ñato’, hoy de 23 años, un joven que hizo parte del Frente Ómar Isaza de las Autodefensas Campesinas del Magdalena Medio, reveló que su propio padre lo entregó al grupo, por su comportamiento violento. Antes de que su padre tomara la decisión, el menor había golpeado con un palo en la cabeza a su madrastra, que lo maltrataba con consentimiento del hombre, según el ex paramilitar.
Ruiz le dijo a un fiscal de Justicia y Paz que cuando niño vivió en un hogar, sin el cariño de su mamá, a quien asesinaron cuando estaba muy pequeño, y su papá se casó con una mujer que le daba “mala vida”, lo que hizo que se convirtiera en un niño rebelde. El padre, ante la situación, terminó diciéndole a las Auc que les permitieran su ingreso, pese a su edad, porque iba a entregarlo a ellos o a la guerrilla, para no cuidarlo más.
Desde su ingreso a las autodefensas fue identificado con el alias de ‘Ñato’, porque su hermano ya era paramilitar y le decían igual, y siempre estuvo bajo el mando de alias ‘Memo Chiquito’, uno de los más crueles asesinos de las autodefensas, por lo que fue criado a su imagen y semejanza.
Según contó, era tan pequeño cuando ingresó que tuvieron que darle una mini uzi, porque los fusiles eran muy largos para su estatura. El padre de ‘El Ñato’ contó que desde el comienzo los jefes paramilitares le enseñaron a asesinar descuartizando a sus víctimas a machete.
Dijo que ‘Memo Chiquito’ lo puso a formar parte de la escolta personal de su esposa y para ello tramitó ante la Registraduría Nacional para que le expidieran un registro civil y posterior cédula de ciudadanía, cuando solo tenía 14 años de edad. Fua así como parte de sus crímenes los cometió siendo un supuesto adulto, aunque era en realidad un niño.
‘Ñato’ recorrió buena parte de los municipios donde ‘Memo Chiquito’ estuvo como comandante, entre ellos La Dorada, Honda y Mariquita (Tolima), pero también varias poblaciones de Caldas y Antioquia.
Aunque siendo legalmentemenor de edad, Jhon Alexander Ruiz no puede ser incluido en la ley de Justicia y Paz y deberá ser juzgado por la jurisdicción de los menores de edad. El pasado jueves escuchado en entrevista, con el ánimo que la Fiscalía pudiera documentar algunos de los crímenes cometidos por él.
Entre esos casos se encuentra el asesinato de cuatro integrantes de una familia de Bogotá, a quienes mató y descuartizó por orden de ‘Memo’.
El paramilitar recordó que las víctimas eran una señora y tres hombres que llegaron en un campero hasta San Miguel, Antioquia, para reunirse con el comandante militar del Frente Omar Isaza, pero éste se molestó porque llegaron armados y ordenó asesinarlos.
“Nos fuimos ‘Memo’ y yo y los matamos, los llevamos de San Miguel para adentro, los matamos, los picamos y los echamos en un hueco”, dijo, mientras contaba que les quitaban, las manos, los pies, las cabezas y el tronco en partes.
El ex paramilitar dijo a las autoridades que estaba dispuesto a dar la indicación de la fosa donde enterraron los cuerpos, porque sólo él sabía dónde estaban, toda vez que el comandante ya había muerto y el crimen lo cometieron entre los dos.
Torturas
El joven también dijo a la Fiscalía que las Auc torturaban a sus víctimas cuando querían sacarles información, para eso les ponían bolsas en la cabeza y los quemaban, pero finalmente terminaban matándolos y desmembrándolos a machete.
Aseguró que era normal que las víctimas rogaran por sus vidas, pero él estaba para cumplir las órdenes y por eso los descuartizaba, como ‘Memo’ le había enseñado.
Lo más escalofriante de la declaración del ‘Ñato’ fue que aseguró que nunca sintió dolor, tristeza, ni remordimiento por los crímenes que cometía, argumentando que para eso lo tenían en la organización.
Masacre “chiquita”
En medio de su ignorancia, porque no sabe leer ni escribir, ‘Ñato’ aún parece no dimensionar los hechos ocurridos mientras fue paramilitar, porque al comentar el crimen de tres hombres de Mariquita, la Fiscalía le dijo que narrara cómo había sucedido dicha masacre y este respondió que eso no era masacre, porque sólo fueron tres muertos.
Dijo que eran tres personas que llegaron en carros al campamento de La Dorada, para mediar ante ‘Memo’ por un hombre que se llevaron por robar una Turbo en Fresno, pero éste ordenó asesinarlos también. “Les llenamos esa cabeza de bala y los echamos al río”.
Mataron niño de 8 años
Una de las masacres admitidas por este ex integrante de las Auc fue la ocurrida en el sector de San Daniel, Caldas, donde dispararon contra una vivienda en la que había niños.
Aseguró que en una oportunidad capturaron a un guerrillero en esta localidad y éste les dijo que en una vivienda de la zona, había varios subversivos, razón por la que organizaron un operativo.
Dijo que llegaron hasta la casa señalada por el guerrillero y al golpear la puerta, salió un hombre que al verlos comenzó a dispararles, por eso respondieron disparando indiscriminadamente contra el lugar, hasta que escucharlos los quejidos de un niño.
“Paramos y entramos en la casa, donde encontramos al señor que tenía en el pecho a un niño de ocho años, que quedó herido con los tiros de fusil. Había otro hombre con una niña de cinco años, pero a ella no le pasó nada. Tratamos de salvarle la vida al niño pero no pudimos”, recordó.
‘Ñato’ afirmó que el hecho obedeció a las informaciones dadas por el guerrillero que después ejecutaron, pero como en la mayoría de los casos, no confirmaron los datos y actuaron sin medir las consecuencias.
Publicado en El Nuevo Día Fecha: 28/08/09