Tras una penosa tragedia que comenzó con su secuestro al parecer por disidentes de las Farc el pasado 26 de marzo en la región del Mataje, provincia de Esmeraldas, en el norte del país; siguió con su asesinato 18 días más tarde; y se prolongó por 71 días más por cuenta de las dificultades de recuperar sus cuerpos, por fin las familias del equipo periodístico del diario El Comercio de Quito pudieron recibir a sus allegados y darles cristiana sepultura. No han sido días fáciles para el gremio del vecino país, que cerró filas entorno a sus colegas y reclama justicia.