VerdadAbierta.com habló con el encargado del antiguo Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación de excombatientes de las Farc en Policarpa, Nariño, que fue trasladado a Cauca. Así ve el proceso de reintegración a la vida civil, las garantías de seguridad a excombatientes y comunidades, y el reto que traen las próximas elecciones para el nuevo grupo político.
El pasado 25 de noviembre los pocos hombres que permanecían en el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación (ETCR) de La Paloma, ubicado en el municipio de Policarpa, trasegaron nuevamente varios kilómetros para asentarse en el municipio caucano de Patía, en donde esperan iniciar su proceso de reintegración. A raíz de la falta de adecuación de La Paloma, los excombatientes de los frentes 8 y 29 de las Farc se instalaron en lote ubicado en la vereda La Barca, del corregimiento El Estrecho.
La persona encargada de coordinar a los excombatientes por parte de las antiguas Farc es ‘René Hertz’, quien, en 1979 y a los 19 años de edad, se vinculó al Tercer Frente en La Macarena, Meta. Poco a poco fue ascendiendo en ese grupo insurgente y por varios años hizo parte del grupo de seguridad de su Secretariado y después fue enviado al suroccidente del país, en donde hizo parte de los frentes 29 y 30.
Este es el panorama que divisa uno de los veteranos de las antiguas Farc quien tuvo que lidiar con una de las zonas veredales más complicadas para la dejación de armas de esa exguerrilla. (Complementan: ¿La implementación del Acuerdo Final hace agua en Policarpa? y “No nos dejen solos, Policarpa es una bomba de tiempo”)
VerdadAbierta.com (VA): ¿Por qué se fueron del ETCTR de La Paloma, Policarpa?
‘René Hertz’ (RH): En parte por la falta de cumplimiento de lo pactado en materia de construcción de instalaciones para la reincorporación. En La Paloma no se alcanzó a construir nada y ante la necesidad de desarrollar proyectos productivos, tuvimos que trasladarnos a un lugar que nos permita realmente iniciar la reincorporación a la vida civil como está previsto.
VA: ¿Por qué llegaron a Patía?
RH: La condición fundamental era conseguir el terreno y no fue fácil. En Patía hay gente que nos conoce de mucho tiempo para acá y la tierra en este valle es fértil y buena.
VA: ¿Qué proyectos piensan desarrollar en ese nuevo lugar?
RH: Estamos pensando en desarrollar una granja multipropósito para tener proyectos de aves, agricultura, ganadería y piscicultura.
VA: ¿Cómo es el terreno?
RH: Es muy bonito, pero pequeño para desarrollar el proyecto. La fertilidad del valle puede contribuir y la cercanía del río (Patía) ayuda para el aprovisionamiento de agua.
VA: ¿Cómo estaba la infraestructura cuando llegaron al nuevo ETCR?
RH: Todo estaba por adecuar, hemos avanzado poco. Si esperábamos a que estuviera adecuado, aún estaríamos en La Paloma. Se avanza más estando en la zona. Vamos por las habitaciones temporales.
VA: ¿Cuáles es el cronograma dispuesto para la adecuación?
RH: Empezamos con las habitaciones temporales para los excombatientes y pasaremos al proyecto productivo. Después seguirán las habitaciones permanentes, allí tenemos que hacer una ciudadela. No debe ser un espacio temporal como en las zonas veredales, se tienen que hacer habitaciones permanentes porque ese espacio es nuestro proyecto de vida, será nuestro futuro a largo plazo.
VA: Ya que planean quedarse permanentemente, ¿qué pasará con el lote dónde están? ¿Van a pedir que el gobierno nacional lo compre o ustedes lo alquilarán con lo que produzcan los proyectos productivos?
RH: Nosotros duramos tantos años en el monte en combates, que no tenemos un patrimonio. Vemos que ese puede ser el espacio donde podemos sentar nuestro proyecto de vida para el futuro. Así, reunidos y organizados, tenemos más fuerza que individualmente cada uno en un lugar.
VA: ¿La idea es que el gobierno nacional compre el lote o ustedes lo alquilarían con lo que produzcan los proyectos productivos?
RH: La propuesta es que el gobierno compre los predios para continuar definitivamente allí el proyecto. Ahora, si no llegase a comprarlos en una situación hipotética, la producción de la cooperativa en algún momento tiene que tomar las dimensiones para adquirirlo. Pero estamos pidiendo al gobierno que lo compre y lo suministre para que, en el marco de los acuerdos, se realice la reincorporación de los excombatientes de la manera menos traumática.
VA: ¿Cuántos combatientes de las Farc llegaron a Policarpa y cuántos están en Patía?
RH: A Policarpa 205 y ahora en el Patía llegamos inicialmente 30, pero la cifra fue aumentando porque la gente se animó y calculamos que alrededor de 70 excombatientes estarán de manera permanente para realizar el proyecto político.
VA: ¿Qué pasará con los 135 excombatientes restantes? ¿En dónde se capacitarán y cómo será su ruta de reincorporación?
RH: Algunos compañeros prefirieron quedarse en sus casas sin desligarse del proceso político que se está desarrollando desde el nuevo partido; otros compañeros quieren realizar la reincorporación económica en el Litoral Pacífico, pero esa parte está más lenta por las dificultades de la distancia.
VA: ¿Cómo ha sido la ruta de reincorporación a la vida civil?
RH: Creo que estamos empezando. Se está iniciando labores con la Agencia para la Reincorporación y Normalización, y se está haciendo un empalme con la Oficina del Alto Comisionado para la Paz. Es muy breve el tiempo para calificar cómo va la reincorporación. Esperaremos unos meses para opinar al respecto.
VA: Se dice que otra de las razones del traslado del Espacio Transitorio de Normalización y Reincorporación de Policarpa obedecen a las condiciones de seguridad. ¿Qué amenazas existían contra los excombatientes en esa región de Nariño?
RH: La verdad es que en todas las partes donde estemos habrá condiciones de inseguridad. Nosotros salimos de allá y la tensión en materia de seguridad aumentó porque hubo enfrentamientos entre bandas y se presentaron algunas dificultades de orden público. Sin embargo, en donde estemos siempre habrá un riesgo.
Por eso le exigimos al Estado que cumpla con el tema de la seguridad, y hasta ahora lo ha venido haciendo en el área donde estamos los excombatientes. También le hemos dicho al gobierno que la seguridad es necesaria para las comunidades porque ellas también están en riesgo y nosotros ya nos hemos incorporado a ellas. La seguridad tiene que ser integral.
VA: ¿Cómo analizan el panorama de las disidencias? ¿Cuántas personas que llegaron a la antigua zona veredal se encuentran hoy en día rearmadas?
RH: Desafortunadamente hay algunas personas que habiendo sido integrantes del movimiento se han dejado tentar o llevar por ese ofrecimiento de, por así decirlo, entre comillas, ‘empleo’. Por eso nuestra preocupación es que la implementación de la reincorporación económica se dé la manera más urgente, para que los compañeros continúen viendo un horizonte cierto y sano, para evitar ser recogidos por esas bandas.
No son muchos los compañeros que están en esa situación. No tengo la cifra exacta, pero cada quien responde de manera individual ante la legalidad del Estado.
VA: ¿Quién es el responsable de esa situación? ¿La responsabilidad es compartida entre el Estado, las Farc y los propios reincidentes?
RH: Nosotros hicimos todo lo que dependía por parte de las Farc, dando instrucción e indicando las pautas para continuar en el proceso. El gobierno se demoró enormemente para cumplir muchas cosas y eso desmotivó a mucha gente para continuar. Eso fue aprovechado por las personas que los estaban reclutando para esas actividades.
Entonces la responsabilidad del gobierno es clara y contundente, porque como el país lo conoce, nosotros hemos cumplido al pie de la letra los acuerdos desde la concentración en las zonas veredales, el abandono de las actividades que hacíamos anteriormente y la dejación de armas.
Proceso electoral
VA: Las elecciones para el Congreso y la Presidencia de la República tendrán escenario en los próximos meses. ¿Cuál es la estrategia de ustedes para incursionar por primera vez en la contienda electoral sin armas?
RH: Es una batalla bastante dura la que nos espera, porque los partidos políticos tienen una maquinaria de muchos años y nosotros apenas comenzamos. Eso no nos desanima, vamos a continuar haciéndolo y aprendiendo en el transcurso de las elecciones. También es un reto muy grande para quienes resulten elegidos en los puestos del Estado para evitar la contaminación de la corrupción que se mete por todos los poros de la sociedad.
VA: ¿Cuál es la estrategia que tienen? ¿Con qué propuestas piensan seducir al electorado?
RH: La gente está esperando un cambio en esas costumbres políticas tan dañinas, que para todo hay ‘serrucho’, coimas y el pago de servicios y votos. Uno de los slogans es que somos el partido de la esperanza, la gente tiene las esperanzas en que algo logremos cambiar el país en esa materia.
VA: La lucha contra la corrupción es un tema que se puso de moda en estas elecciones y la mayoría de los partidos tradicionales la tomaron como bandera. ¿Con qué propuestas piensan diferenciarse del resto?
RH: La credibilidad se ha perdido y no es lo mismo que lo digan ellos. Uno habla con la gente del común y no tiene confianza en el Estado ni en los politiqueros que no cumplen sus promesas; tampoco en las instituciones. En la práctica hemos demostrado que obramos de acuerdo a lo que expresamos.
VA: Diferentes sectores de víctimas expresan que ustedes debieron hacer más actos de petición de perdón antes de lanzarse decididamente a la política. ¿En qué van esos actos?
RH: Creo que hemos hecho lo que debíamos hacer. Esas acciones han sido las simbólicas en ese tema de víctimas, esperamos que el gobierno también tenga esas expresiones con sus víctimas. La Comisión de Historia y Víctimas del Conflicto señaló que gran parte de la violación de derechos humanos ha sido del Estado y no recuerdo algún acto de constricción.
VA: Hasta el momento han hecho actos de perdón con las víctimas de Bojayá, La Chinita, el Club el Nogal y los diputados de Valle del Cauca. ¿Van hacer más actos de petición de perdón?
RH: Por ahora no conozco otros actos programados.
VA: El gran tema del año pasado fue la implementación del Acuerdo Final en el Congreso. ¿Este año en dónde se dará la lucha?
RH: El pueblo debe entender y apersonarse de los acuerdos, porque no fueron para favorecer a las Farc o al gobierno, sino al conjunto de la sociedad colombiana. Entonces la gente debe apersonarse de la implementación real.
En la medida en que la gente sea capaz de hacer suyos esos acuerdos, va exigir su cumplimiento. Las personas con las que he hablado dicen que el Estado no cumplirá con los acuerdos si no hay la presión de la inmensa mayoría de colombianos que quieren la paz. Esa paz tiene que construirse sobre bases sólidas: económicas, sociales, jurídicas, parar la persecución a la gente que piense distinto, la represión de las manifestaciones, darles oportunidades a los jóvenes en el campo. Esas bases se logran con la implementación de los acuerdos.