Acciones militares, gestos unilaterales incumplidos y falta de celeridad en el proceso tienen de un hilo la búsqueda del diálogo con ese grupo guerrillero. A pesar de que ambas partes han manifestado voluntad para negociar, la realidad es otra. ¿Cómo superar el escollo?
El pasado 27 de octubre, a unas horas de la instalación formal de la fase pública de los diálogos entre el gobierno nacional y la guerrilla del Eln, las sillas del museo La Capilla del Hombre, en Quito, Ecuador, quedaron vacías. El equipo negociador del gobierno no asistió a la instalación formal de la mesa de conversaciones porque no se cumplió el inamovible del presidente Juan Manuel Santos: la libertad del exrepresentante a la Cámara Odín Sánchez.
Ha pasado un mes desde aquel intento fallido y ya no solo el lastre del secuestro de Sánchez es una preocupación, ahora mantiene en vilo la situación de cautiverio del congresista chocoano, pues corrieron rumores la semana pasada de que había muerto; también se suman a los obstáculos para instalar la mesa el incumplimiento de gestos unilaterales pactados por las partes para destrabar el inicio de esas conversaciones públicas.
En entrevista concedida a Verdadabierta.com, el jefe negociador de la guerrilla Israel Ramírez Pineda, alias ‘Pablo Beltrán’, aseguró que el pasado 27 de octubre el gobierno debía haber nombrado como gestores de paz a Juan Carlos Cuéllar y Eduardo Martínez, recluidos en la cárcel de Bellavista de Medellín, e indultar a dos guerrilleros como parte del cumplimiento de los gestos unilaterales pactados y respondiendo al gesto de la puesta en libertad de dos plagiados que tenía el grupo armado. Sin embargo, el gobierno nacional condicionó esas decisiones a la liberación de Sánchez.
En el Chocó nadie reclama a Odín Sánchez”: ‘Pablo Beltrán’, jefe negociador del Eln
Políticos, académicos y organizaciones sociales han insistido en que se debe buscar un protocolo para hacer efectivo el cumplimiento de lo acordado. “Considero que no ha existido suficiente voluntad para que, bien de manera formal o informal, se puedan hacer las claridades pertinentes, se establezca una hoja de ruta con unos puntos muy claros de cara a la opinión pública y que se comience a dar cumplimiento a ese acuerdo”, afirmó Carlos Medina Gallego, investigador del conflicto armado y profesor de la Universidad Nacional de Colombia.
De igual manera, Olimpo Cárdenas, vocero de la Mesa Social para la Paz, organización que ha acompañado el proceso de paz con ese grupo insurgente, aseguró que la gran prensa desconoce que la guerrilla ha formulado, por lo menos, cinco propuestas para que la mesa se instale, entre ellas la de una entrega simultánea, casi un canje humanitario, de los dos gestores de paz y los dos indultados, así como la entrega de Odín Sánchez por parte del Eln.
“Si se quisiera de verdad de las partes tener gestos humanitarios se hubiera resuelto hace rato el problema. El gobierno no ha querido, ni siquiera se hanombrado oficialmente la delegación. La voluntad se manifiesta con acciones y el gobierno no las está teniendo”, enfatizó Cárdenas.
Sin embargo, el tiempo transcurrido ha jugado en contra de silenciar los fusiles con la segunda guerrilla más grande del país. Ambas partes se acusan de ser quienes han retrasado el inicio formal de los diálogos, pero lo cierto es que a medida que sigue avanzando la discusión, las grietas del proceso se profundizan más, nublando el panorama de una posible paz con el grupo insurgente.
Odín Sánchez, en el centro
La última prueba de supervivencia que se conoció del exrepresentante a la Cámara fue a través de un video divulgado por el grupo armado en su YouTube el pasado 12 de octubre. En su mensaje y con un evidente deterioro de su salud, el político chocoano mencionó, en tono reflexivo, que no era posible pensar un proceso de paz si no se conocía el territorio nacional, se atendían a las comunidades negras e indígenas y se prestaba atención a los problemas sociales y económicos de las poblaciones en territorio.
“Nadie se va a salir de donde se siente seguro a la inseguridadde la capital o de las cabeceras municipales, eso es condición de mucha gente por lo que pasó en épocas anteriores que no cree en el Estado. Es muy difícil, salvo que se les crea, que pueda haber una paz estable y duradera en estas condiciones”, sentenció.
Palabras que a juicio de las comunidades se tornan en contrasentido por el pasado oscuro que rodea al exparlamentario, quien fue investigado y condenado por la Corte Suprema de Justicia en 2011 por vínculos con el Bloque Elmer Cárdenas de las Auc tras haber apoyado el proyecto político paramilitar conocido como “Por una Urabá grande, unida y en paz”.
Condenados los aliados políticos del Élmer Cárdenas en Chocó
“No hay que esconder que esa familia ha saqueado al Chocó, no ahora, desde hace años. Las alianzas que hicieron con los ‘paras’ los fortalecieron, perjudicaron a cientos de comunidades a costa del saqueo y la corrupción. No lo quieren en la región, no es mentira cuando la guerrilla ha dicho que se ha pedido un juicio en su contra”, aseveró un líder de la región, quien pidió la reserva de su nombre.
Desde hace dos semanas el Ejército ha intensificado los operativos en el departamento de Chocó y en otras zonas donde tiene injerencia el grupo armado. El desembarco de tropa ha generado que la tensión aumente y que la confrontación ponga en riesgo la libertad del político, incluso han corrido rumores sobre el deterioro de salud y su integridad.
Para Víctor De Currea-Lugo, académico e investigador de esta guerrilla, el gobierno ha sobredimensionado la figura de Sánchez y lo ha convertido en un fetiche. Situación que a su juicio resulta ser muy riesgosa. “La liberación de los dos arroceros y la tegua unilateral que hizo el Eln durante el Plebiscito, no cuentan. Hay un afán y el problema humanitario no es OdínSánchez y va mucho más allá”, dijo.
A través de un comunicado, fechado el 24 de noviembre, el jefe negociador del Eln, ‘Pablo Beltrán’, y dos voceros más de la delegación guerrillera, aseguraron que la confrontación militar coloca en peligro el proceso de liberación de Sánchez, impidiendo a su vez que se entregan nuevas pruebas de supervivencia y colocando en riesgo su vida.
“Comparando lo que dicen los delegados del gobierno de Santos en esta Mesa, con lo que está ocurriendo en el terreno en el departamento del Chocó, concluimos que el gobierno de Santos en realidad, no le importa la vida de Odín Sánchez ni su liberación; o que fuerzas adversas a Santos, que operan dentro de las Fuerzas Armadas estatales, están persiguiendo un resultado trágico de este proceso de liberación del retenido; con lo que buscan debilitar al gobierno y llevar al fracaso a esta Mesa de conversaciones”, asegura la guerrilla en un comunicado.
Se demora la entrega de la prueba de supervivencia porque el ejército ha intensificado de manera sorpresiva operaciones militares en Chocó.
— ELN-Paz (@ELN_Paz) 25 de noviembre de 2016
Para Medina Gallego, el gobierno busca mediante la presión militar forzar al Eln a sentarse en la mesa publica de negociaciones. “Considero que la guerrilla no va a someterse a esa lógica, porque como lo han señalado ya, están dispuestos a inmolarse, antes de someterse a un tipo de presiones militares que los obliguen a transitar de ese camino, contra a su voluntad”, agregó el investigador.
Por su parte, el gobierno nacional ha asegurado en repetidas ocasiones que no están adelantado operativos militares para rescatar al político, pero que la negociación se está realizando bajo el conflicto. El domingo pasado, durante la convención del Partido Conservador, Juan Camilo Restrepo, jefe de la delegación estatal para estas conversaciones, aseguró que el gobierno no se iba a dejar presionar por la guerrilla para declarar un cese al fuego prematuro. “El Eln tiene que entender que todos los atentados terroristas alejan un posible cese”, afirmó Restrepo y reiteró que la vida del Sánchez es responsabilidad del grupo armado.
Hemos solicitado al ELN una prueba fehaciente, cierta y pronta de la sobrevivencia de Odin Sanchez.
— Juan Camilo Restrepo (@RestrepoJCamilo) 25 de noviembre de 2016
Al igual que ocurrió con la guerrilla de las Farc, los primeros meses antes de instalar la mesa de conversaciones la confrontación se agudizó, hubo bajas sensibles de la cúpula del grupo armado y capturas a militantes y a miembros de las redes de apoyo.
¿Callejón sin salida?
Ya son varios los obstáculos que enfrenta esta negociación y pocas las salidas que se le han dado a las crisis presentadas, esta vez con un agravante y es que el Eln ha señalado que cabe la posibilidad de que se rompan las negociaciones con el gobierno nacional.
No es la primera vez que académicos y organizaciones sociales les piden a las partes celeridad en el proceso. Cartas, mensajes, reuniones y llamadas han ido y venido entre la sociedad civil y la guerrilla para lograr destrabar las conversaciones. Pese a ello, la academia ha persistido en mencionar que el gobierno nacional no quiere reconocer la capacidad política de la organización con la que está negociando, lo cual dificulta su curso.
“Percibo que hay un ‘tufillo’ de entender al Eln como una organización de segunda, chiquita, como el hermano menor de las Farc, que con cualquier cosa que se le da se le puede tramar, y no se trata de tramar al Eln, sino de una propuesta de agenda nacional que es una cosa diferente”, indicó De Currea-Lugo.
A él se suma Medina Gallego, quien cree que se están agotando las posibilidades del diálogo por no encontrar los mecanismos tanto humanitarios como protocolarios para acelerar el proceso: “No sé qué cálculos de aproximaciones en relación costo-beneficio está haciendo el gobierno para decir que mantiene frente a la opinión publica abierta la posibilidad con el Eln, pero no tiene suficiente voluntad para instalar la mesa. Es decir, de dientes para afuera, diálogo, pero de decisiones para adentro, básicamente hay un agotamiento de las posibilidades reales de conversación”.
En varias ocasiones el Eln ha planteado, con poca acogida, la posibilidad de un cese bilateral de fuego, lo que lograría disminuir la guerra y mejorar los canales de comunicación entre las partes. Tal insistencia choca con un espejo reciente: en los diálogos el gobierno nacional, las Farc sostuvieron un cese unilateral por más de un año, lo que redujo significativamente las acciones bélicas y generó confianza entre las partes.
“A las Farc los ceses unilaterales se le convirtieron en obligaciones con el tiempo, nadie las reconoció, nunca se dijo: oiga qué importantes los gestos de la guerrilla. Por el contrario, se buscabaencontrarle más falencias al grupo armado para seguir vendiendo mala imagen. La solución con el Eln puede estar en un cese bilateral; demostrado quedó con Farc del bien que le hizo al proceso”, aseguró Cárdenas.
Las conversaciones con el Eln se desarrollan al tiempo que continúan las acciones bélicas, entre otras razones porque así lo acordaron las partes, situación que tiende a agravarse porque tal como se lo confirmó ‘Pablo Beltrán’ a este portal y lo ha constatado en terreno la Defensoría del Pueblo, esta guerrilla está avanzando hacia los territorios que ha dejado la guerrilla de las Farc.
Petición de la sociedad
Ante la posibilidad que se rompan las conversaciones, la Mesa social para la Paz ha propuesto que se fije una fecha y haya un “mano a mano” en el cual el gobierno deje libres a los dos gestores de paz e indulte a los dos guerrilleros y que, a su vez, el Eln entregue a Odín Sánchez.
“Ese mismo día se tiene que decir hora y fecha de la instalación de la Mesa. Para nosotros es la propuesta más loable, hay otras propuestas que se examinaron como que se entregue al político y días posteriores el gobierno otorga el indulto y nombra los gestores, pero no va a pasar, al Eln le han incumplido y ya no van a ceder más”, aseguró un vocero de esa colectividad.
Aunque es plausible la propuesta, por el estado actual de la confrontación en los territorios, en especial en el departamento de Chocó, se hace un imposible si no hay un desescalamiento del conflicto o si no se fija un protocolo humanitario para lo que han llamado el “mano a mano”.
“Acá las comunidades vivimos bajo elmiedo, en las noticias no se conoce mucho de lo que ocurre, pero el año pasado hubo bombardeos en varios territorios del Baudó, enfrentamientos terrestres y constantes desplazamientos. No hay que mentir, si nosotros no buscamos que nos protejan los grupos armados el gobierno no lo va a hacer, nunca lo han hecho. Pero así es la guerra, los perjudicados somos es nosotros los negros”, afirmó un líder comunitario consultado por Verdadabierta.com
Para Luis Eduardo Celis, investigador del conflicto armado, quien acompañó la desmovilización de la Corriente de Renovación Socialista, antigua facción del Eln, el proceso de diálogo y negociación es un espiral de agresiones, desconfianzas y nuevas agresiones, del cual sólo se puede salir por la vía de acuerdos. “Persistir en imposiciones, resistencias y derrotas es un camino de mayores incertidumbres, hay que intentar diálogos y negociaciones, más ahora con un acuerdo de paz con las Farc”, propuso.
La tensa situación se ha visto reflejada en el desgaste que han tenido los acercamientos, aún sin haber empezado formalmente la fase pública de las negociaciones. El problema es que, con el paso de los días, aumentan los desacuerdos entre las partes y no hay caminos abiertos que permitan una reunión formal entre ambos jefes negociadores en aras de destrabar la situación, lo que mantiene en vilo la posibilidad de alcanzar una salida negociada con el Eln.