A más de la mitad de los concejales de El Doncello, en Caquetá, los amenazaron de muerte luego de visitar un proyecto de explotación petrolera que tiene inquieta a la comunidad.
La amenaza fue lanzada debajo de la puerta de la casa de cuatro concejales, en la madrugada del Jueves Santo. Una hoja impresa, sin ningún firmante, le advertía a siete de los 13 ediles de El Doncello, Caquetá, que tenían que abandonar el municipio. “Les ha llegado la hora a todos ustedes por no dejar trabajar […] Si no hacen caso estos hijos de puta cumpliremos con nuestro objetivos (sic) los picamos porque (sic) con nosotros no se juega”.
El panfleto es contra los concejales Yeni Aguirre, Luis Fernando Pineda, Neyda Liliana Reyes y José María Ramírez, del partido Liberal; Henry Cubides y John Jaider Gordillo, del Partido Verde y Jeison Smith Cifuentes, integrante de la Alianza Social Independiente (ASI).
Esos son los mismos concejales que el pasado 10 de marzo visitaron la vereda Las Camelias, a dos horas de la cabecera municipal de El Doncello, para hablar con varios líderes de juntas de Acción Comunal sobre un proyecto de exploración petrolera que tiene con serias preocupaciones a la comunidad.
El proyecto
Desde 2012, la corporación canadiense Canacol Energy pidió el contrato denominado ‘Portofino’ para buscar petróleo en 20 veredas de El Doncello y cuatro del municipio de Puerto de Rico, en un total de 104.000 hectáreas. La Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) finalmente le dio el visto bueno a la exploración en diciembre de 2015. Esta exploración es una de las cuatro que hay actualmente en El Doncello, según la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH).
Preocupados por el posible impacto ambiental que pueda tener en sus ríos y en sus tierras la búsqueda de crudo, los líderes de múltiples veredas citaron a la Mesa Departamental por la Defensa del Agua y el Territorio en Caquetá para el 10 de marzo.
Con la Mesa, iban también los siete concejales y los diputados Carlos Mayorga, del Polo; y Reinaldo Castrillón, del Partido Verde, ambos de la Comisión Accidental de Hidrocarburos de la Asamblea Departamental.
“Dos tipos en una moto, con casco cerrado y oscuro, nos siguieron durante hora y media de nuestro viaje a Las Camelias, y eso que no es usual que alguien lleve casco cuando va por trocha”, aseguró el edil Smith Cifuentes.
En las reuniones con la comunidad, los hombres ya no estaban. Los únicos que los esperaban eran 12 líderes de Juntas de Acción Comunal.
“Ellos se sentían engañados. Dicen que a unos les pagaron 700.000 pesos por hacer la sísmica y a otros no. La pregunta constante fue si se podían retractar después de haber firmado el permiso para la exploración del crudo”, explicó para VerdadAbierta.com una de las líderes que estuvo en esa reunión y quien pidió la reserva de su nombre por cuestiones de seguridad.
La sísmica es el proceso que se utiliza para buscar petróleo. En este, unos explosivos se detonan dentro la tierra para generar ondas que, al chocarse con diferentes capas del suelo, identifican si hay o no hidrocarburo, cuánto y qué tan profundo está.
Pero, además de oponerse a la sísmica, les preocupa la cantidad de agua que se pueda utilizar en la exploración de petróleo y, en caso tal de comenzar a sacar crudo, cuánta más se pueda gastar y cuánta se pueda contaminar.
Las amenazas
Cuatro días después de esa reunión, intentaron matar al concejal John Gordillo. En la noche del 14 de marzo, luego de estar en la inauguración de la Oficina de Restitución de Tierras precedida por el presidente Juan Manuel Santos en Florencia, el edil se fue hasta El Doncello en moto, paró en el casco urbano y siguió para la finca de su primo. En ese momento, lo comenzó a seguir una moto.
“Cuando cogí la carretera que sólo va a la finca, los ‘manes’ todavía me seguían. Aceleré todo lo que pude. Llegué al corral, me bajé y vi que uno ya corría hacia mí, mientras me apuntaba con un arma”, detalló Gordillo.
El concejal se escabulló en el potrero. Luego, oyó un intercambio de disparos entre el hombre que lo siguió y su primo, que tenía una escopeta. Aquel recibió dos impactos de bala y se fue en la moto. Gordillo ya presentó la denuncia ante la Policía y el caso está siendo investigado.
Esa misma semana hubo un consejo de seguridad en el municipio para debatir lo que le había ocurrido al edil. Lo que no esperaban era que tan solo cinco días después amenazaran a más de la mitad de los concejales.
“Lo único que hace la Policía es asignarnos un padrino. Si nos sentimos amenazados, lo llamamos, él hace el registro y nos manda una patrulla. Pero algunos compañeros han tenido problemas porque el padrino no siempre contesta y además, la Policía nos dice que sólo tiene 12 uniformados para todo el municipio”, puntualizó Cifuentes.
VerdadAbierta.com intentó en varias oportunidades comunicarse con el comandante de la Policía en Caquetá, el coronel Miguel Ángel Botía, pero al cierre del artículo él no había concedido la entrevista.
Sin embargo, cuando ocurrió lo de Gordillo, el coronel Botía aseguró que “la Policía no está en toda la capacidad de ponerle un policía a cada uno, hay unas medidas de protección que ellos deben cumplir”, como muestra el diario TuCaquetá.com
Por el momento, los siete concejales siguen en el municipio y están a la espera de la entrevista que les harán en la Unidad Nacional de Protección, en Bogotá, a mediados de abril.
Cifuentes sostiene que como concejales continuarán con audiencias públicas, con la pedagogía sobre el petróleo y si les toca, hasta con consultas populares, para intentar frenar la exploración petrolera.
“Pelearemos desde el punto legal, sin sacar a la gente a las calles para que les peguen, como ocurrió en Valparaíso”, apuntó.
A mediados del año pasado, los habitantes del municipio caqueteño de Valparaíso marcharon en contra de que la multinacional Emerald Energy buscara petróleo en ese lugar, hasta que no aclararan cuál sería el impacto ambiental. En ese entonces, hubo choques con el Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD) de la Policía. (Leer más en: ¿Por qué no quieren exploración petrolera en Caquetá?)
Y es que Caquetá es uno de los departamentos más ricos en petróleo. De hecho, es la cuarta cuenca con más hidrocarburos de las 16 en tierra que hay en Colombia, como lo muestra la ANH.
Sin embargo, Gordillo apunta que, en lo que respecta a El Doncello, los siete concejales seguirán haciendo lo que han hecho hasta ahora: “trabajar por la defensa del agua, limpiar los ríos, educar a la comunidad y decir no al petróleo”.
VerdadAbierta.com intentó en repetidas ocasiones consultar a la empresa canadiense Canacol Energy sobre el malestar de la población y las amenazas contra los concejales surgidas luego de su visita al proyecto, pero nunca dieron respuesta efectiva a nuestra solicitud.