Un estudio realizado por Indepaz y Somo recomienda a las autoridades vigilar a esta empresa palmera tras encontrar sospechosa la forma en que se constituyó y explota las tierras en un territorio marcado por la violencia.
La preocupación de las dos organizaciones especializadas en la investigación sobre políticas públicas, empresas y derechos humanos, está documentada en un informe presentado este martes 3 de noviembre en la Universidad Javeriana. Tras varios meses de estudio y de entrevistas con mapiripenses, indígenas, autoridades locales así como con directivos y empleados de la multinacional, encontraron tres irregularidades en la multinacional: no aporta información completa sobre la compleja red de empresas que la constituyen, algunas de las fincas adquiridas contrarían la Ley Agraria y hay quejas sobre su impacto ambiental.
Este caso cobra relevancia en un municipio como Mapiripán donde, según el Registro Único de Víctimas, 22 mil 182 personas han sido desplazadas desde 1985 por la violencia perpetrada por guerrilleros, paramilitares y bandas criminales. En julio de 1997 fue epicentro de una masacre cometida por paramilitares venidos del Urabá, que ‘inauguraron’ su modelo de terror en Los Llanos Orientales.
Además, esta es una zona donde la comunidad Sikuani ha sido confinada, pese a ser este su territorio ancestral, y donde el 90 por ciento de su población es pobre. Allí también viven indígenas desplazados Jiw, del vecino departamento del Guaviare. Y pese a que la Corte Constitucional ha advertido que estas comunidades étnicas están en riesgo de desaparecer, en Mapiripán no existe un plan que les revierta el territorio y los proteja.
La recomendación a la Superintendencia de Sociedades, al Ministerio de Hacienda y a la Unidad de Análisis Financiero (UIAF), de analizar y evaluar la estructura corporativa de Poligrow, radica en que la palmera no aporta información clara ni completa sobre su composición societaria. Esta se compone de un entramado de empresas, unas en España y Uruguay, otras en Italia, Brasil y Panamá que, a su vez, han sido asesoradas legal y financieramente por firmas consultoras cuyo anclaje está en “paraísos fiscales”.
La alarma también está en que dichas firmas consultoras panameñas y uruguayas han creado y asesorado empresas “involucradas en investigaciones de lavado de activos, financiamiento de grupos ilegales y/o incumplimientos de la normativa interna de los países de origen o en los que desarrollan sus operaciones”, indica el informe.
Aunque el Instituto Colombiano de Desarrollo Rural (Incoder) determinó que las 5 mil 680 hectáreas que adquirió inicialmente Poligrow en 2008 para desarrollar su cultivo piloto violan la Ley 160 de 1994, pues éstas son de origen baldío y en Mapiripán una persona o empresa no puede tener más de 1.800 hectáreas de este tipo de tierras; el informe insiste en que se debe hacer vigilancia sobre el total de hectáreas que la empresa ha ido sumando por compras directas o por contratos para el proyecto.
Según el informe, la empresa proyecta para el año 2016 contar con 15 mil hectáreas, de las cuales 7 mil serán en predios propios y el restante de aliados estratégicos. En la actualidad Poligrow trabaja sobre 10 mil hectáreas distribuidas en 12 predios, de los cuales ocho ya son de su propiedad y los otros cuatro hacen parte de las llamadas alianzas estratégicas.
Tras estudiar escrituras y folios de matrícula, Indepaz y Somo encontraron no sólo que con los predios comprados y acumulados se sigue violando la Ley 160 sino que otras fincas tienen problemas de falsa tradición y reclamaciones de ocupantes, que exigen derechos de posesión. Por eso le piden al Ministerio de Agricultura, Incoder, Procuraduría, Contraloría, Fiscalía y Superintendencia de Notariado “evaluar las adquisiciones y uso de tierras, y hacer públicas las medidas que se adopten”.
Frente al tema ambiental, el estudio plantea varias preocupaciones. Poligrow asegura que implementa una política ambiental que respeta los ecosistemas, como los morichales y bosque de galería, además de haber hecho un inventario de fauna y flora. Sin embargo, este reporte sólo corresponde a las 5 mil 680 hectáreas del cultivo piloto y no a las otras más de 4 mil hectáreas sobre las que trabaja la palmera.
El informe advierte que según varios habitantes y autoridades de Mapiripán, el monocultivo de palma ha influido en la pérdida de biodiversidad, contaminación y afectación de ecosistemas como morichales, sabanas y cuerpos de agua, principalmente el caño Yamú y el sistema lagunar de Las Toninas, donde transitan los delfines rosados del río Orinoco.
Otro interrogante que plantea el informe es por qué Poligrow, que se comprometió con las Líneas Directrices para Empresas Multinacionales en 2012, omite los temas de derechos humanos, competencia y fiscalidad. Desde 2011 Colombia se adhirió a la Declaración sobre inversión internacional y empresas multinacionales, que incorpora dichas Líneas Directrices, y cuyo cumplimiento es necesario para que el país pueda ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde).
“De la anterior descripción es posible inferir que pese al propósito de Poligrow de acoger las Líneas Directrices y los Principios y Criterios de la RSPO (Mesa Redonda de Aceite de Palma), sus instituciones y aliados, aún no actúan conforme a los estándares internacionales sobre empresas y derechos humanos y la normativa interna”, indica el estudio.
La investigación concluye que las políticas públicas deben contemplar medidas para prevenir y evitar abusos de derechos humanos, de manera que, por ejemplo, Poligrow informara de manera transparente sobre sus inversionistas, socios y aliados, y acreditara la buena fe exenta de culpa en las adquisiciones de tierras donde desarrolla y proyecta a escala el cultivo extensivo de palma de aceite.
Frente a cuatro puntos claves del informe, VerdadAbierta.com consultó a Carlo Vigna Taglianti, director general de Poligrow Colombia Ltda, sobre cuál era la versión de la compañía al respecto. Estas fueron las respuestas: Verdad Abierta (V.A.): Según el informe, Poligrow no aporta información completa sobre la compleja red de empresas que la constituyen. Si es una multinacional con una importante inversión en Mapiripán, ¿por qué no hacen pública toda la información sobre las empresas que componen o trabajan en la compañía? Carlos Vigna Taglianti (C.V.T): La compañía siempre ha hecho pública la información relacionada con su composición accionaria, cuando ha sido requerida. En unas entrevistas preliminares con las organizaciones que lideraron el informe les explicamos en detalle cómo es esta composición y les precisamos que todas las decisiones respondían a la estrategia de negocio de la empresa y no a ningún interés por evadir responsabilidades. A pesar de que les entregamos todos los insumos, estos no fueron tenidos en cuenta e incluyen información falsa, como por ejemplo la deasesores y consultores como los que ustedes mencionan que debo ser enfático en decir que nada tienen que ver con nuestra estructura societaria. (V.A.): El mismo informe indica que algunas de las fincas adquiridas contrarían la Ley Agraria (Ley 160 de 1994 y la Resolución 041 de 1996) y algunas de las fincas con las que tienen alianzas estratégicas tienen problemas de falsa tradición y reclamaciones de ocupantes, que exigen derechos de posesión. Al hacer una inversión de tal magnitud y al proyectar unas 15 mil hectáreas de palma sembradas para el año 2016, ¿por qué Poligrow no hizo un estudio de títulos que le permitiera invertir sin contrariar las normas agrarias? (C.V.T): Por supuesto que sí, nuestra compañía se caracteriza por respetar desde todo punto de vista las leyes, actuar de manera transparente e inclusive ir más allá. Para este proyecto de palma se adelantó un exhaustivo estudio de los títulos y de tradición de las fincas con el fin de verificar que cumplieran, como efectivamente lo hacen, con las normas agrarias del país. Sólo como ejemplo, el 100% de las tierras propiedad de la compañía corresponden a baldíos adjudicados antes de que entrara en vigencia la Ley 160 de 1994, lo cual significa, como lo establece esta Ley, que no se les aplica la restricción. (V.A.): El informe señala que la Fundación Poligrow implementa una política ambiental que respeta los ecosistemas. Sin embargo, este reporte sólo corresponde a las 5 mil 680 hectáreas del cultivo piloto y no de las otras más de 4 mil hectáreas sobre las que trabaja la palmera. Algunos campesinos e indígenas advierten problemas de tipo ambiental por lo extensivo del cultivo. ¿De qué forma Poligrow garantiza que el cultivo no afectará los cuerpos de agua, el complejo de ciénagas de Las Toninas ni el territorio ancestral de la comunidad Sikuani? (C.V.T): Poligrow es líder en Colombia en la identificación de zonas de alto valor de conservación y en la implementación de medidas para protegerlas. De esto pueden dar fe respetados líderes ambientales y académicos. Sólo para citar algunos ejemplos mencionamos los estudios ambientales realizados por las Fundaciones Omacha y Yoluca, así como la certificación Rain Forest Alliance obtenida en el transcurso del año pasado. No sobra mencionar que el proyecto fue diseñado en el respecto de los lineamientos de la RSPO, asociación de la cuales somos miembro desde el año 2009. Nuestra responsabilidad con el ambiente no se limita a los terrenos de propiedad de la compañía, pues la política ambiental de la empresa, así como los inventarios de flora y fauna y los estudios de áreas de alto valor de conservación se aplican y/o fueron desarrollados sobre todos los predios del proyecto incluyendo los aliados estratégicos del mismo. Es decir que garantizamos la protección del ambiente en todo el proyecto. Es importante puntualizar que las lagunas de Las Toninas no hacen parte del desarrollo del proyecto pues entendemos la importancia de proteger los cuerpos de agua y respetamos la reglamentación en esta materia. Las políticas que tiene la compañía para garantizar el cuidado de las fuentes de agua son muy estrictas, sólo a manera de ejemplo tenemos las franjas de protecciones de los cursos de agua, la siembra de barreras naturales y la creación de áreas de conservación y/o de amortiguación. En nuestro proyecto se encuentran especies nativas como el jaguar, y fuimos nosotros los que descubrimos la orquídea Stelis garayi (Dunst.) Carnevali & I. Ramírez, la cual ya fue inventariada por el instituto Van Humbold y hoy se encuentra en nuestro Epifitarium ubicado en la finca Macondo. También aclaro que en los predios objeto del cultivo correspondientes a la sociedad de Poligrow no hay territorios ancestrales de la comunidad indígena Sikuani, para soportar esta información contamos con los respectivos certificados expedidos por el Ministerio de Interior, que así lo evidencian. (V.A.): Otro interrogante que plantea el informe es por qué Poligrow, que se comprometió con las Líneas Directrices para Empresas Multinacionales en 2012, omite los temas de derechos humanos, competencia y fiscalidad. ¿Por qué omiten estos tres temas? (C.V.T): Poligrow no omite estos tres importantes temas. De hecho la compañía mantiene un firme compromiso con todos los aspectos de las Líneas Directrices de la OCDE sobre empresas, respecto a las cuales nuestra compañía realiza un seguimiento constante desde el año 2012, año en el cual realizó su primer diagnóstico de cumplimiento. Respecto al primero punto de derechos humanos, el informe en el apartado de este tema, no registra ningún hecho que vaya en contravía del respeto a los derechos humanos por parte de la compañía, pues tal y como lo hemos manifestado Poligrow tiene un clara política de respeto a los derechos humanos en todas sus dimensiones. Como otra referencia del compromiso que tenemos con todas las Líneas Directrices, sobre el tema de fiscalidad, estamos convencidos que el hecho de habernos constituido en Colombia como una sociedad Ltda es sinónimo de transparencia en este aspecto pues debemos cumplir con unos requisitos que dan garantía en ese sentido. Es importante mencionar, que voluntariamente Poligrow somete a revisión de Ernest & Young (compañía auditoria externa) todos los estados financieros de la sociedad. |