Arnubio Triana Mahecha hizo parte del primer grupo de Autodefensas conocido en el país y fue condenado por más de 309 crímenes ocurridos en el Magdalena Medio. Luego de nueve años en prisión, la Corte Suprema ordenó su libertad.
En Puerto Boyacá, municipio que hace más 30 años fue conocido como la ‘Capital Antisubversiva de Colombia’ y cuna uno de los primeros grupos de Autodefensas, todos conocen a ‘Botalón’. Durante 20 años, desapareció a cientos de personas, reclutó a menores y extorsionó a los comerciantes. (Ver: Las víctimas de alias ‘Botalón’: cara a cara en Puerto Boyacá)
De acuerdo con el Inpec, el exjefe paramilitar quedó en libertad este lunes 31 de agosto, luego de que la Corte Suprema diera el visto bueno. ‘Botalón’ recibió una pena de ocho años de prisión a cambio de desmovilizarse, contar la verdad de sus crímenes y reparar a las víctimas.
En diciembre de 2014, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal de Bogotá lo condenó por 309 delitos cometidos en Puerto Boyacá y Cimitarra, Santander. Pero esta es solo una sentencia parcial, pues el exjefe paramilitar tiene un prontuario criminal amplio y aunque esté en libertad tiene que seguir asistiendo ante los estrados judiciales durante cuatro años más.
‘Botalón’ es recordado en el Magdalena Medio por los más de 400 desaparecidos que dejó a su paso. Cuando tenía solo 19 años, proveniente de Cimitarra y luego de que su familia fuerza desplazada por las Farc, entró a ser un patrullero más en 1986 del primer grupo de Autodefensas que existió en el país.
Cuando los creadores de estas Autodefensas (Gonzalo y Henry Pérez) fueron asesinados en 1991, el grupo pasó al mando de Luis Meneses, conocido como ‘Ariel Otero’. Este jefe paramilitar negoció la desmovilización de sus hombres con el gobierno de César Gaviria en diciembre del mismo año. ‘Botalón’ hizo parte de los combatientes que entregaron sus armas y, según él, se dedicó a labores de ganadería.
Lo cierto es que en 1994, luego de que asesinaran a varios excombatientes, ‘Botalón’ decidió rearmar a los paramilitares de Puerto Boyacá, pero esta vez bajo su mando. Se “repartió” el territorio con Ramón Isaza, quien estaba al otro lado del río Magdalena.
Según las bases de datos de la Fiscalía, entre 1994 y 2006, en la zona desaparecieron a 427 personas y 161 han sido atribuidas a ‘Botalón’ y sus hombres. En la mayoría de los casos, los paramilitares llevaron a las víctimas a las afueras del pueblo, a un lugar al que todos conocen como ‘Los transmisores’, donde los desmembraban para luego tirarlos al rio.
‘Botalón’ ordenó el asesinato de cientos de jóvenes que supuestamente consumían drogas o eran informantes del Ejército. Las víctimas denunciaron que desapreció y desplazó a varios Puertoboyacenses por su orientación sexual. (Ver: “Los ‘paras’ nos mataban por ser homosexuales”)
En Justicia y Paz, ‘Botalón’ solo respondió por los crímenes que cometió entre 1994 y 2006, año en el que se desmovilizó por segunda vez. Las víctimas aún reclaman la verdad de hechos ocurridos a comienzos de los años ochenta, pero ‘Botalón’ dice no conocer sobre esos hecho porque era un patrullero y son muy pocos los exparamilitares de esa época que aún viven.
Buscando la libertad
Una vez cumplidos los ocho años, ‘Botalón’ admitió crímenes que nunca había aceptado y entregó los bienes que estaba ocultando para asegurar su libertad.
Ante la justicia ordinaria, siempre había negado su participación en dos masacres ocurridas en Santander entre 1986 y 1987, y en las que murieron 26 personas. Aunque el exjefe paramilitar aceptaba que hizo parte del grupo armado, aseguraba que no tenía nada que ver con las masacres.
El Juzgado 41 de Bogotá encontró pruebas suficientes para imputarle cargos e incluso aseguró que ‘Botalón’ amenazó al único testigo de los hechos, Alonso de Jesús Baquero, alias Vladimir.
Teniendo el peso de la evidencia y temiendo una exclusión de Justicia y Paz, el desmovilizado aceptó por fin su participación en los hechos.
Algo similar ocurrió con los bienes. Hace un año en manos del Fondo de Reparación a las Víctimas había 14 fincas, casas y lotes ofrecidos por ‘Botalón’ en Santander y Boyacá. Según el desmovilizado, había entregado todo lo que tenía en su poder.
Sin embargo, VerdadAbierta.com conoció con fuentes de la Fiscalía que el desmovilizado escondió bienes a nombre de testaferros y que fueron descubiertos gracias a la labor de persecución del Ente investigador. De nuevo, para no poner en riesgo su libertad y antes de verse descubierto ante los magistrados, decidió admitir su error yentregar las propiedades que escondía.