La Sala Penal de la Corte acusa al ex congresista por el delito de concierto para delinquir por sus presuntos vínculos con las Auc.
Juan Carlos Martínez fue capturado en agosto de este año por requerimiento de la Corte Suprema de Justicia. Foto Semana |
Martínez Sinisterra, quien fue senador por Convergencia Ciudadana, fue capturado en agosto de este año en Bogotá, un año después de que la Corte Suprema de Justicia abriera una investigación por presuntos nexos con grupos paramilitares y narcotraficantes del Valle.
Uno de los primeros en señalarlo fue el extraditado paramilitar Ever Veloza, alias ‘HH’, quien aseguró ante las autoridades que el senador Martínez había recibido el apoyo del Bloque Calima de las AUC, durante la campaña electoral para el Congreso en el 2006.
Otro paramilitar que habló sobre estos supuestos nexos fue Mauricio Aristizábal, alias ‘el Fino’, jefe de finanzas del Bloque Calima y lugarteniente de ‘HH’.
Además, en la Corte existen testimonios que relacionan al senador Martínez con narcos del cartel del Pacífico como los extraditables Olmes Durán Ibargüen, alias de ‘El Doctor’, y Weceslao Caicedo, alias ¨W´.
Ante estos señalamientos, el Senador respondió en medios radiales que conoció a esas personas porque crecieron en barrios de Buenaventura que él frecuentaba, “pero de ahí a que digan que yo recibí dineros, pues que lo demuestren”, aseguró. Sin embargo, recientemente la revista Cambio reveló con pruebas la cercanía del congresista con Olmes Durán, de quien fue padrino de matrimonio, y quien fue extraditado a Estados Unidos el pasado octubre.
Martínez tuvo una carrera política meteórica. De la Asamblea del Valle en 1998, pasó al Senado en 2002 con 58.723 votos y en 2006 se mantuvo con 62.077. Aunque su fortín político estaba en este departamento con un 75 por ciento, sus apoyos en Cauca y Nariño fueron importantes.
El congresista surgió de la sombra del polémico ex parlamentario Carlos Herney Abadía, condenado por el proceso 8.000 tras recibir dineros del cartel de Cali y gestor del Movimiento Popular Unido, MPU, con el que Martínez extendió sus redes burocráticas en el sur occidente colombiano.
El caso de Juan Carlos Martínez volvió a la Corte Suprema debido a la nueva jurisprudencia que dictó el Alto Tribunal para asumir los casos de los ex congresistas que renunciaron a su fuero parlamentario.
Los antecedentes de Martínez
El senador Juan Carlos Martínez ha sido salpicado por varios casos en su departamento natal.
Según un informe de Semana, en noviembre de 2005 estalló uno de los primeros escándalos en que se vio
involucrado el senador Juan Carlos Martínez. Fue cuando Andrés Felipe Arias,
ministro de Agricultura, destituyó de manera fulminante a José Tovar, director
de la oficina del Incoder que maneja los departamentos de Putumayo, Nariño,
Cauca y Valle. Graves irregularidades en la asignación de tierras y propiedades
investiga la Fiscalía por este caso. En su defensa, Tovar dijo en su momento que
“no me va a pasar nada porque tengo el respaldo del senador Martínez”.
Los escándalos han continuado. Hace un año, María Carlota Jaramillo, contralora
del Cauca, encontró sobrecostos en un contrato de la Secretaría de Salud por
3.000 millones de pesos para comprar medicamentos. “Pagaban el acetaminofén lo a
5.000 pesos la unidad”, denunció la contralora. Ante la gravedad de los hechos,
Juan José Chaux, gobernador del departamento, tuvo que destituir al secretario
de Salud, Carlos Quiñones, personaje de la cuerda de Martínez. El senador
liberal Luis Fernando Velasco emplazó públicamente al gobernador Chaux por este
asunto. “Quiero denunciar que en Cauca un cartel de drogas lícitas e ilícitas se
quiere tomar la política”, aseveró Velasco.
En la actualidad, otra
denuncia pública involucra a Martínez. Se trata de las amenazas que ha recibido
uno de los candidatos a la Alcaldía de Buenaventura, Héctor Copete. Este
ingeniero cree que las amenazas contra su vida podrían venir de la campaña de su
contendor, José Feliz Ocoró. “Acá lo que pasa es que a Copete lo apoyan Dilian
Francisca Toro y el partido de La U, mientras que a Ocoró lo respaldan el
senador Martínez y Convergencia Ciudadana, y ellos han dicho que ganan o ganan”,
sostienen varios líderes del puerto consultados por SEMANA.
La
controversia sobre Martínez no se circunscribe sólo al plano local. El pasado 20
de julio, en la votación para escoger la mesa directiva del Senado, los acuerdos
en el interior del uribismo -pactados en 2006- establecían que la
vicepresidencia sería para Convergencia Ciudadana. El gobierno hizo lobby para
que Martínez ocupara el cargo y evitar desequilibrios en la coalición. Varios
congresistas, incluso uribistas, no consideraron sano que Martínez estuviera en
esa posición. Por eso, de un momento a otro, muchos votaron por el candidato del
Polo, Iván Moreno Rojas, quien finalmente ganó.
Al calor del debate
electoral, los contradictoresde Abadía y de Martínez están diciendo de todo.
“Están comprando el apoyo de los líderes cívicos, concejales y diputados con
maletines llenos de dinero”, dicen en los pueblos. “Así no hay lealtad que
aguante”, se quejan en voz baja algunos candidatos. Así, con ese tono de
sospecha y tufillo de corrupción, estáentrando en la recta final la contienda
electoral en el Valle del Cauca.