El periodista Cristian Herrera, de Cúcuta, fue abordado por hombres armados cuando ingresaba a hacer reportería en un barrio en el norte de la ciudad. Estaba en compañía de sus dos escoltas y de su colega Andrés González Pardo.
En la noche del jueves 12 de enero, el periodista recibió información sobre un supuesto homicidio de una taxista en el barrio Panamericano, en el norte de Cúcuta. Herrera, quien hace parte de la redacción del periódico Q’hubo, alertó a la su colega Andrés González del diario La Opinión. Los dos periodistas que pertenecen a la misma casa editorial partieron en la camioneta de Herrera para cubrir los hechos.
Ese vehículo hace parte del esquema de protección que la Unidad Nacional de Protección (UNP) le asignó a Herrera desde 2014 por los riesgos que corría en el cumplimiento de su trabajo. Se trata de una camioneta convencional, aunque el periodista ha solicitado en varias oportunidades que se le asigne un carro con vidrios blindados.
En el camino, los periodistas son avisados de que el supuesto crimen ocurrió en el barrio San Gerardo, en una zona que se conoce como El Cerrito, cerca de la cárcel de Cúcuta y en la vía que conduce al corregimiento de San Faustino. Se trata de una zona peligrosa de la ciudad donde hay presencia constante de contrabandistas y bandas criminales por su cercanía a la frontera con Venezuela.
Hacía las 7 y 55 de la noche, cuando la camioneta iba en la trocha conocida como El Hueco, que conduce hacía Venezuela, una moto con dos pasajeros se acercó al vehículo y le pidió que pararan. Los periodistas advirtieron que eran periodistas locales, pero los hombres les dijeron que se fueran. “Me decían ‘Qué hace acá, abrase que lo van a joder, acá no pasó nada. Devuélvanse’”, cuenta Herrera.
Los periodistas iban de regreso, atendiendo la orden dada por el desconocido, cuando a 800 metros de la cárcel de Cúcuta, seis motos con dos pasajeros cada una lo rodeó y les impidió seguir avanzando. Los hombres intentaron abrir las puertas de los carros mientras los insultaban y les repetían que eran unos ‘sapos’. Uno de los hombres intentó pegarle un puño al periodista del Q’hubo y, mientras intentaban alejarse, les arrojaron una piedra grande que rompió el vidrio trasero de la camioneta. En su huída los periodistas escucharon disparos.
Desde noviembre del año pasado Cristian Herrera había puesto una denuncia ante las autoridades locales, pues recibió información que indicaba que entre los miembros de las bandas que delinquen en esa zona de la ciudad había circulado un mensaje para impedir la entrada de la camioneta del periodista. Estos barrios son frecuentemente visitados por estos dos periodistas que cubren delincuencia común.
Cristian Herrera es colaborador de VerdadAbierta.com desde 2016, como parte de un proyecto en asocio con Open Society Foundations, donde escribe artículos sobre conflicto armado en Norte de Santander.
El equipo de trabajo de VerdadAbierta.com rechaza esta agresión contra nuestro colaborador y le exige a las autoridades proteger de manera eficaz a Cristian Herrera, de tal manera que pueda realizar sus labores periodísticas sin ningún tipo de coerción ilegal por parte de grupos armados ilegales.
La Fundación para la Libertad de Prensa emitió un comunicado expresando su preocupación por la situación de seguridad de los periodistas y solicita a la UNP que se refuercen las medidas de protección.
La Misión de Apoyo de Paz de la OEA también se pronunció al respecto y le hizo un llamado a las autoridades para “avanzar en la investigación oportuna de los hechos que pusieron en riesgo la vida e integridad de los dos comunicadores, así como para brindar justicia efectiva y prevenir nuevos actos de violencia”; e instó al gobierno nacional para “extremar las medidas de protección y garantizar la seguridad de los periodistas amenazados en todo el país”.