El ex jefe del Bloque Central Bolívar pretende que la confesión de sus delitos en Colombia no afecte su condena en Estados Unidos. Otros extraditados han hecho la misma exigencia.
Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’, exjefe del Bloque Central Bolívar. |
Sin inmunidad por parte de la justicia norteamericana, el exjefe del Bloque Central Bolívar de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), Carlos Mario Jiménez Naranjo, alias ‘Macaco’, no continuará colaborando en el proceso de Justicia y Paz, confirmaron desde Estados Unidos sus abogados.
La decisión de alias ‘Macaco’ trascendió momentos antes de cancelar su participación en una audiencia de versión libre convocada en Medellín por los fiscales de la Unidad de Justicia y Paz que llevan su caso y el del bloque que comandó. Se esperaba que desde su sitio de reclusión, en la ciudad de Miami, compareciera a la cita judicial, pero sin dar razón alguna, ni él ni sus abogados se hicieron presentes.
En diálogo con VerdadAbierta.com, uno de los juristas que lo acompaña en este proceso, y quien solicitó la reserva del nombre, aseguró que mientras la justicia norteamericana no le dé inmunidad a Jiménez Naranjo, su colaboración en el proceso de reconstruir la historia del Bloque Central Bolívar y de los hechos perpetrados por hombres bajo su mando se suspenderá indefinidamente.
“Está solicitando inmunidad a la justicia norteamericana y hasta el momento no se la han dado”, confirmó el jurista consultado, quien habló desde la ciudad de Miami. Ante la falta de ese acuerdo, el exjefe paramilitar se negará a aportar su versión sobre la guerra que libró al frente de un bloque que tuvo presencia en diversas regiones del país y que desmovilizó poco más de 7 mil hombres y mujeres, quienes operaron a través de por lo menos siete frentes ubicados en regiones de Antioquia, Bolívar, Vichada, Putumayo, Risaralda, Caqueta, Arauca y Caldas.
Fuentes de la Fiscalía consultadas en Medellín, desde donde se conduciría la diligencia de versión libre, se mostraron extrañadas por la actitud del exparamilitar, extraditado a ese país el 7 mayo de 2008, el primero de más de una decena de exintegrantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), que cinco días después correrían la misma suerte, para que respondieran por delitos asociados al narcotráfico.
“La Fiscalía está actuando en la debida forma y sigue un cronograma de versiones programadas para escuchar al señor Carlos Mario Jiménez Naranjo, pero los abogados y el mismo postulado cancelan esas audiencias a última hora por una u otra circunstancia”, expresaron los funcionarios, quienes prefirieron omitir sus nombres. Desde su extradición a Estados Unidos, alias ‘Macaco’ es poco lo que ha confesado ante las autoridades colombianas.
La situación en términos de verdad, justicia y reparación es compleja frente a esa situación, por cuanto el Bloque Central Bolívar tiene más de 20.000 víctimas registradas, las cuales esperan las confesiones de uno de los exparamilitares más poderosos económica y militarmente hablando que tuvieron las Auc.
¿Por qué exige inmunidad?
La inmunidad, según varios fiscales consultados, es un acuerdo entre el ex jefe paramilitar en este caso y el fiscal norteamericano que lleva su proceso ante las cortes federales. El objetivo central consiste en evitar que las confesiones que se hagan ante la justicia colombiana, tanto bajo la Ley 975 o de Justicia y Paz, como ante otras instancias judiciales, sean utilizadas en su contra por las autoridades de Estados Unidos para aumentar su condena en ese país y agravar sus condiciones de reclusión.
Lo que pretende Jiménez Naranjo no es distinto a lo ya acordado por algunos exparamilitares y narcotraficantes vinculados con las Auc. De hecho, varios ya tienen inmunidad, a diferencia de alias ‘Macaco’, quien fue condenado a 33 años de prisión y aún no logra llegar a un acuerdo que lo beneficie plenamente y lo proteja de posteriores efectos de sus confesiones.
“Por eso es que la mayoría de los extraditados que tienen cuentas pendientes por paramilitarismo solo comienzan a hablar una vez han sido condenados por la justicia norteamericana y lograron negociar su inmunidad durante ese proceso”, precisa una fuente judicial. Tal ha sido el caso de Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’, condenado a 31 años de prisión, y a Juan Carlos Sierra Ramírez, alias ‘El Tuso’, quien enfrenta una sentencia de 10 años.
Lo que ha logrado establecer VerdadAbierta.com es que varios fiscales, particularmente de Medellín, están esperando que varios exparamilitares y narcotraficantes, algunos de ellos extraditados y otros que se entregaron voluntariamente, hagan sus negociaciones con la justicia norteamericana. “Varios de ellos ya han enviado la razón a los fiscales en Colombia que mientras no tengan inmunidad no hablarán”, confirmó una fuente judicial.
Entre los que se encuentran en esa situación están aquellos que hicieron parte de la llamada ‘Oficina de Envigado’, una empresa criminal dedicada al narcotráfico y a la financiación de grupos paramilitares, especialmente en algunas subregiones de Antioquia.
Dentro de ese grupo estaría Maximiliano Bonilla Orozco, alias ‘Valenciano’, quien fuecapturado en la ciudad de Maraca en noviembre del 2011 y había desatado desde el 2008 una guerra frontal contra sus antiguos amigos para hacerse con el poder de la ‘Oficina de Envigado’. Si bien fue uno de los más reconocidos integrantes de esta organizacion criminal que financió varios bloques paramilitares, entre ellos el Cacique Nutibara y el Héroes de Granada, no se desmovilizó con ninguno de ellos y permaneció en actividades del narcotráfico.
Otro que estaría pendiente de inmunidad es Carlos Mario Aguilar Echeverri, alias ‘Rogelio’, desmovilizado del Bloque Héroes de Granada, quien heredó la dirección de la ‘Oficina de Envigado’, pero que por presiones internas, persecuciones de otros grupos criminales y de la acción de las autoridades se vio obligado a entregarse a la DEA en junio de 2008, a través de Argentina.
La lista también incluiría a Mauricio López Cardona, alias ‘Yiyo’, quien seguía en la línea de mando de esa empresa criminal y que por circunstancias similares a las de ‘Rogelio’ se entregó a las autoridades norteamericanas en julio de 2009 en Costa Rica.
“Nosotros estamos detrás de todos los narcotraficantes extraditados que tienen algo que ver con la ‘Oficina de Envigado’, que están presos en Estados Unidos por extradición o por negociación”, confirmó un fiscal de Justicia y Paz. No obstante, está a la espera de que les resuelvan su situación.
Sin embargo, esos acuerdos no son fáciles. Se logran, según lo explicaron algunos fiscales, sobre la base de entregar rutas del narcotráfico, ganancias obtenidas a través de ese negocio ilegal, referencias de sus socios y claridad sobre sus estructuras ilegales. Si hay resultados concretos y las autoridades norteamericanas obtienen resultados eficaces, se logran rebajas de penas y acuerdos de inmunidad para el caso de aquellos exparamilitares relacionados con negocio de tráfico de drogas.
Pero la búsqueda de inmunidad también pretende blindar a aquellos exparamilitares y narcotraficantes relacionados con las Auc de una eventual consideración de terroristas por parte de las autoridades norteamericanas una vez confiesen ante la justicia colombiana que parte de las ganancias del narcotráfico fueron a parar a las arcas de las Auc, organización que fue incluida en la lista de grupos terroristas por el Departamento de Estado de Estados Unidos en septiembre de 2001 y por la Unión Europea en junio de 2002.
Alcanzar un acuerdo en ese sentido evita que reciban tratamiento penitenciario como “terroristas”, lo que tiene como consecuencia un régimen carcelario más estricto, que implica no sólo permanecer en cárceles de alta seguridad, sino asuntos como, por ejemplo, ser encadenados de pies y manos cada que se cumpla una cita judicial, y negar la entrada a ese país de sus familias.
Otro aspecto que está en la agenda de los acuerdos con la justicia norteamericana es su futuro, una vez hayan concluido sus condenas en Estados Unidos. En la negociación se establece si permanecen en ese país, si son enviados a un tercer país o a Colombia directamente.
Para algunos fiscales, la importancia de definir ese futuro es clave para los exparamilitares por cuanto los blindaría también de una posible acción de la Corte Penal Internacional. En Estados Unidos están cubiertos, porque ese país no suscribió el Tratado de Roma, pero ante una eventual decisión de no dejarlos allí, lo que pretenderían es que sean enviados a un país donde no aplique ese tipo de justicia internacional.
“A los jefes paramilitares no les conviene regresar a Colombia por dos razones claras: de un lado, tienen cuentas pendientes con la justicia, lo que equivale a decir que vendrían directamente a la cárcel;y de otro, aquí tiene jurisdicción la Corte Penal Internacional, es decir, podrían ser juzgados por crímenes de guerra”, explicó un fiscal adscrito a la Unidad de Justicia y Paz.
Así las cosas, el acuerdo de inmunidad exigido por alias ‘Macaco’ y otros exparamilitares que hoy están recluidos en cárceles norteamericanas no es de poca monta y ya será la justicia norteamericana la que decida sobre el asunto. A los fiscales y a las víctimas en Colombia les queda esperar pacientemente, pues tal como parece la reconstrucción de los hechos criminales perpetrados por el paramilitarismo será muy demorada, en el mejor de los casos.