Correos electrónicos enviados en 2005 por el jefe paramilitar ‘Ernesto Báez’ salpican a los senadores Luis Élmer Arenas y Adriana Gutiérrez y al ministro de Hacienda, Óscar Iván Zuluaga.
Los magistrados de la sala penal de la Corte Suprema de Justicia no salen de su asombro. Hace poco, los organismos de inteligencia del Estado les entregaron a sus investigadores un paquete con más de 40 hojas que contienen los correos electrónicos que varios congresistas (o sus asesores) se cruzaron con el reconocido jefe paramilitar Iván Roberto Duque Gaviria (alias ‘Ernesto Báez’). Esos mensajes ya hacen parte del radicado número 25.625 en el que reposan todos los documentos y testimonios que llegan a la investigación de la llamada para-política.
Las personas salpicadas con los correos de ‘Ernesto Báez’ son, sin duda, pesos pesados de la política colombiana: Óscar Iván Zuluaga Escobar, actual ministro de Hacienda, y los senadores Adriana Gutiérrez Jaramillo y Luis Élmer Arenas Parra. Si bien en la comunicación entre ‘Báez’ y Zuluaga y Gutiérrez no se advierte la comisión implícita de delitos, sí causa extrañeza que desde las oficinas del Senado Zuluaga y Gutiérrez le hayan enviado información al jefe paramilitar en la que quedan consignados, por ejemplo, temas sobre proyectos de ley y actividades propias de sus cargos como congresistas. En el caso de Arenas, el intercambio de mensajes con ‘Báez’ sí genera aun más preguntas, por el tono de las mismas.
Fuentes de la Corte Suprema le dijeron a SEMANA que el senador Arenas Parra será llamado a versión libre y espontánea para que explique, por ejemplo, por qué le pidió ‘Báez’ que le ayudara en la devolución de un dinero que le estaba debiendo un tercero.
En el caso de la senadora Gutiérrez, los correos electrónicos se sopesarán como parte de la investigación preliminar que la semana pasada la misma sala penal le había abierto por sus presuntos vínculos con los paramilitares de su departamento natal, Caldas. Un escrito en poder de la Corte da cuenta de que la señora Gutiérrez recibió presuntamente el apoyo de un cuestionado político de La Dorada (por paramilitarismo) y que ese patrocinio le habría representado 5.600 votos. Y, finalmente, respecto del ministro Óscar Iván Zuluaga, SEMANA conoció que la Corte compulsará copias al despacho del Fiscal General de la Nación para que lo investigue.
Los mensajes
La historia de los correos electrónicos delentonces senador Zuluaga y de la senadora Gutiérrez es bien distinta a la de Luis Élmer Arenas. Zuluaga, por ejemplo, recibe en la cuenta de correo de su Unidad de Trabajo Legislativo un par de mensajes de ‘Ernesto Báez’ en la que éste le agradece el hecho de haberle enviado -desde su cuenta- información sobre la Ley de Garantías Electorales, y los abusos que en el país se cometen contra los menores de edad y sus eventuales soluciones a corto plazo. “Respetado senador (Zuluaga): Saludo esta iniciativa suya con la cual se identifican todos los colombianos de bien y en especial quienes somos sus paisanos, siempre tan bien representados en personas de tanta estatura moral como Usted”, se lee en un correo enviado por ‘Báez’, el 26 de septiembre de 2005.
El Ministro le dijo a SEMANA que los correos que están en poder de la Corte Suprema “seguramente salieron de mensajes masivos. Es decir, cuando yo era senador tuvimos una base de datos de más de 7.000 contactos. De esa cuenta de mi oficina como senador salían mensajes para todo el mundo. Yo qué iba a saber que la cuenta de ‘Báez’ era algo así como lo que usted me dice, ‘felipecollazos’. Sólo una vez en mi vida he visto al señor ‘Báez’ y fue cuando, en compañía del Alto Comisionado para la Paz, estuvimos como 30 congresistas en Santa Fe Ralito”.
“Desde que salió publicada una fotografía en la que yo, haciendo proselitismo, estoy acompañado de una señora que después resultó ser cercana a los paramilitares, mi vida se ha vuelto un martirio”, agregó Zuluaga. Expresó que le encantaría que la Fiscalía lo llamara a dar explicaciones, “para acabar con esta cantidad de comentarios dañinos. Pero eso sí: mi vida es un libro abierto y cualquiera lo puede indagar”.
La situación de la senadora Gutiérrez es idéntica a la de su amigo y antiguo compañero político en Caldas. De la oficina de Gutiérrez salieron mensajes para ‘Báez’ sobre sus actividades como congresista. Y también a la cuenta de la oficina de la senadora Gutiérrez llegó la respuesta del jefe paramilitar felicitándola por su trabajo en bien de la comunidad del departamento de Caldas. “Esta iniciativa de convocar al debate regional dice muy bien de su interés por todo lo que atañe el porvenir de nuestro departamento”, dice un mensaje firmado por Iván Roberto Duque (‘Ernesto Báez’), de octubre 10 de 2005.
La senadora le resta importancia al correo: “Primero, mi base de datos para la época de los correos de los que usted me habla era inmensa. Yo no manejaba eso. Eso lo hacían, con la mejor fe del mundo, los muchachos que me ayudan en mi oficina. Segundo, yo no conozco al señor ‘Báez’. Cuando, según me dicen, él hizo política, yo estaba muy chiquita. Por favor, acabemos con esta cacería de brujas que lo único que está haciendo es destruir la democracia”.
De cierto modo, el Ministro y la senadora tienen razón: es posible que no controlen y conozcan todos los correos electrónicos que mandan en su nombre. Pero sí es por lo menos incómodo que en su listado de direcciones estuviera el personal de ‘Báez’. Y que cuando el jefe paramilitar las contestó -algo menos usual-, a nadie en su oficina le generara por los menos inquietud.
Pero sin duda el más comprometido en sus comunicaciones con el paramilitar ‘Ernesto Báez’ es el senador vallecaucano Luis Élmer Arenas. El 29 de enero de 2005, por ejemplo, ‘Báez’ le envió un correo electrónico al senador en el que le dice: “De paso le solicito que hable con el señor Quintero para que se me haga la devolución del dinero invertido en el comodato. No quiero relaciones ni problemas con el mencionado señor, quien en últimas no salió con nada. Yo exijo que por su digno conducto, este personaje me haga saber qué día me hará llegar mi plata”.
Arenas le contestó: “respecto al caso del señor Quintero, debo manifestarte que no hay problema. Allá charlamos personalmente”.
En otro correo, y tras reconocerle los esfuerzos por la paz y la reconciliación de Colombia, el congresista Arenas le había dicho al temible ‘Ernesto Báez’ que “nunca será suficiente ponderar el trabajo de quienes velan por los intereses de la vida de personas tan vulnerables como los campesinos y, en general, la gente humilde y desprotegida”. En ese mismo correo (2 de febrero de 2005) se advierte que el gobierno nacional ha expedido un salvoconducto para que, a su nombre, Arenas haga gestiones con los narcotraficantes del norte del Valle para un posible sometimiento de ellos. Varios correos hacen referencia a lo mismo, pero llama la atención la calidez de los textos del senador. Habla incluso de “nuestro común amigo Don Javier ” (el jefe paramilitar ‘Macaco’, Carlos Mario Jiménez).
El viernes pasado SEMANA buscó comunicarse con el senador Arenas. Infortunadamente, nunca hubo respuesta.
Tanto el ministro Zuluaga como la senadora Gutiérrez se mostraron confiados en que podrán explicar sin problemas el tema de los correos. Para el senador Arenas -conocido en los medios como el congresista que destapa escándalos-, la situación es menos clara. Porque en la Colombia de hoy no tiene presentación que un senador prometa resolverle problemas de deudas a un jefe paramilitar
Publicado en SEMANA, Fecha: 08/04/2007 – Edición 1318