‘Paras’ secuestraron y asesinaron a nombre de las Farc

      
Tres ex jefes del Bloque Centauros dijeron que su organización secuestró haciéndose pasar por la guerrilla. Para tapar “el tema delicado” desaparecieron a dos testigos.
En breve: Durante la versión libre que rindieron el 15 deoctubre, Luis Miguel Hidalgo, alias ‘Ratón’, Orozman Osten Blanco, alias ‘Javier’ o ‘Flechas’ y José Efraín Pérez Cardona, alias ‘Eduardo 400’, ex comandantes del Bloque Centauros, confesaron su participación en un secuestro y en dos desapariciones.

Paramilitares mencionados: ‘Ratón’, ‘Flechas’, ‘Eduardo 400’, ‘Nene’, ‘Chileno’, ‘Pirata’, ‘Mac Kiu’.

Sitios mencionados: Paratebueno.


Luis Miguel Hidalgo, alias ‘El Ratón’ y dos otros ex cabecillas del Bloque Centauros confesaron un secuestro y dos desapariciones forzadas.

Las confesiones de ‘El Ratón
El ‘Ratón’ confesó crímenes en La Modelo, Meta, Cundinamarca y Casanare.

“No hay que dejar cola en ninguna parte, es un caso confidencial”, fue la orden de ‘Eduardo 400’ cuando supo que sus hombres estaban haciendo un secuestro extorsivo, delito que los paramilitares siempre negaron practicar.

En una versión libre Luis Miguel Hidalgo, alias ‘Ratón’; Orozman Osten Blanco, alias ‘Javier’ o ‘Flechas’ y José Efraín Pérez Cardona, alias ‘Eduardo 400’, ex cabecillas del Bloque Centauros, contaron cómo, haciéndose pasar por las Farc, secuestraron al ingeniero Andrés Gutiérrez el 21 de mayo 2009 por dinero y asesinaron a Carlos Quevedo y José Plazas, sus dos acompañantes, para que no quedaran testigos.

Los ‘paras’ no querían que se conociera su verdadera identidad ni que se supiera que se  financiaban con el secuestro, algo teóricamente vetado en las autodefensas.

Según contaron los desmovilizados desde hacía más de un mes un comando urbano liderado por alias ‘Mac Kiu’ espiaba al ingeniero Gutiérrez para engañarlo y secuestrarlo. ‘Ratón’ sostuvo que Gutiérrez le daba una importante suma de dinero cada seis meses a la guerrilla y “por eso fuimos a pedirle lo mismo”.

Los ‘paras’, haciéndose pasar por comerciantes de maquinaria agrícola, citaron a Andrés Gutiérrez en Paratebueno, Cundinamarca, municipio del pie de monte llanero ubicado a una hora de Villavicencio. El ingeniero mecánico vino acompañado de Carlos Quevedo y José Plazas, humildes mecánicos que lo ayudaban puntualmente para evaluar y arreglar las máquinas..

‘Flechas’ recordó que él y sus hombres estaban encapuchados. Se presentaron como guerrilleros de las Farc, capturaron a los tres hombres y los llevaron a una finca que pertenecía a Hernán Bares. Allá separaron a los dos mecánicos de Gutiérrez y los asesinaron.

Según dijo ‘Flechas’ le dieron la orden de desaparecerlos pero no le dijeron porque. “Yo le di la orden a ‘Nene’ y a ‘Chileno’, ellos saben donde están los cuerpos” confesó. Desde 1999 los familiares de las dos víctimas siempre pensaban que sus seres queridos fueron asesinados por la guerrilla.

“Ni la familia del ingeniero, ni la Cruz Roja que intervino en la liberación de Gutiérrez ni nadie nos indicó que fueron los paramilitares que los desaparecieron”, dijo uno de los familiares de los mecánicos. Agregó que “los mataron porque eran testigos indeseables y porque no tenían plata”.

Otro familiar de los dos trabajadores lamentó que “lo único que hicieron fue acompañar al ingeniero a un trabajo y sólo encontraron la muerte”.

‘Eduardo 400’ aceptó que asesinaron a Quevedo y a Plazas porque “no queríamos dejar ruedas sueltas, había que tapar que no era la guerrilla que hizo el secuestro”. ‘Eduardo 400’ añadió que Manuel De Jesús Pirabán, alias ‘Jorge Pirata’, el máximo jefe paramilitar de la zona, les recomendó negar el secuestro. Aceptó que “la orden que dio ‘Pirata’ era decir que no éramos nosotros, que éramos la guerrilla para negociarlo mejor”.

Después de ser separado de sus trabajadores Gutiérrez estuvo cuatro meses en las manos de los paramilitares. Los ‘paras’ le pidieron 300 millones a la familia del ingeniero. “Empezamos negociando grande porque necesitábamos el dinero” dijo ‘Ratón’. El trato se fijó al final en 80 millones de pesos, que los familiares de Gutiérrez recuerdan haber llevado en bolsas negras repletas de fajos de un millón. Ellos siempre supieron que estaban pactando con las autodefensas del Bloque Centauros.

Ahora, 10 años después de la desaparición de los dos mecánicos lo único que sus familiares piden es que los desmovilizados hagan todo lo posible para tratar de ubicar los cadáveres. Una petición complicada, pues según advirtió la Fiscalía “es difícil, aunque no es imposible encontrarlos”. Las víctimas tienen ahora que esperar la temporada seca para poder hacer las exhumaciones en Paratebueno, encontrar los restos, hacer exámenes de ADN y eventualmente recibir los despojos de sus familiares.