El ente investigador busca establecer la presunta responsabilidad y participación de ambos generales en la masacre que cobró la vida de ocho personas, entre ellas tres niños.
En la masacre paramilitares sirvieron de guías del Ejército. Foto Semana. |
Un fiscal de derechos humanos llamó a rendir indagatoria a los generales (r) del Ejército Luis Alfonso Zapata Uribe y Héctor Jaime Fandiño para que aclaren su presunta participación y responsabilidad en los hechos ocurridos entre el 21 y el 25 de febrero de 2005 en el corregimiento San José de Apartadó (Antioquia), en los que perdieron la vida ocho personas, entre tres menores de edad.
Será la segunda ocasión en que el general (r) Fandiño, que para la época de la masacre se desempeñaba como comandante de la Brigada XVII, con sede en Carepa, Urabá antioqueño, es requerido por la justicia. En diciembre de 2010 el Ente Investigador ya lo había citado a rendir versión libre. Ahora, deberá comparecer con quien comandó las tropas del Ejército que incursionaron en las veredas La Resbalosa y Mulatos Alto acompañadas de un contingente paramilitar del bloque Héroes de Tolová.
Los nombres de los generales se suman a los de otros 10 militares de la Brigada XVII que la Fiscalía viene investigando por su presunta participación en dicha masacre. Son ellos: el coronel Orlando Espinoza Beltrán; el mayor José Fernando Castaño López; el teniente Alejandro Jaramillo Giraldo; el sargento Ángel María Padilla Petro; el cabo primero Sabaraín Cruz Reina; el subteniente Jorge Humberto Milanés Vega; el sargento Henry Agudelo Guasmayan Ortega; el cabo tercero Ricardo Bastidas Candia; el subteniente Edgar García Estupiñan y el sargento Darío Brango Agamez.
Por estos hechos, varios juzgados de Antioquia condenaron a penas que oscilan entre los seis y 40 años de prisión a cinco exparamilitares del bloque Héroes de Tolová, que lideró en su momento Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘Don Berna’. Asimismo, un juez de Medellín condenó a 20 años de prisión al capitán del Ejército Guillermo Gordillo.
Gracias al material probatorio que permitió estas condenas se ha logrado esclarecer que el 21 de febrero de 2005 paramilitares del bloque Héroes de Tolová guiaron las tropas de la Brigada XVII del Ejército hasta la vereda Mulatos Alto, donde fueron asesinados a machetazos Luis Eduardo Guerra y su esposa Beyanira Aleiza, así como a Deyner Andrés, hijo de Guerra, de 11 años, cuyo cuerpo fue decapitado. Luego, las tropas combinadas de militares y paramilitares incursionaron en la vereda La Resbalosa, donde dieron muerte a Alfonso Bolívar Tuberquia, su esposa Sandra Milena Muñoz, y sus hijos Natalia, de 5 años, y Santiago, de 2 años, así como Alejandro Pérez, jornalero de oficio.
Días después del atroz crimen, habitantes de la comunidad de paz de San José de Apartadó denunciaron la participación de militares de la Brigada XVII en el hecho, pero el gobierno del entonces presidente Álvaro Uribe y el comandante del Ejército para la fecha, general Carlos Ospina Ovalle, negaron la versión y responsabilizaron a la guerrilla, gracias al testimonio de un supuesto exmiembro de las Farc que dijo que las familias fueron asesinadas porque querían abandonar la comunidad.
En marzo de 2005 el presidente Álvaro Uribe dijo que: “En esta comunidad de San José de Apartadó hay gente buena, pero algunos de sus líderes, patrocinadores y defensores están seriamente señalados, por personas que han residido allí, de auxiliar a las Farc y de querer utilizar a la comunidad para proteger a esta organización terrorista”.
Sin embargo la versión estatal empezó a caer con versiones libres de desmovilizados del Bloque Héroes de Tolová que dijeron que el Ejército perpetró la masacre con ellos.
Uno de ellos fue José Luis Salgado David, alias ‘Kiko’, quien narró cómo habían sido asesinados los niños: “estaban debajo de la cama. La niña era muy simpática, de unos 5 o 6 años y el peladito también era curiosito (…) Propusimos a los comandantes dejarlos en una casa vecina, pero dijeron que eran una amenaza, que se volverían guerrilleros en el futuro” y por eso fueron asesinados.
Otros paramilitares que participaron en la masacre y admitieron su participación en el crimen ante las autoridades judiciales fueron Adriano José Cano Arteaga, alias ‘Melaza’, y Joel José Vargas, alias ‘Pirulo’. De ella también hizo referencia Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘don Berna’, en su primera y única audiencia de versión libre realizada en junio de 2009 desde Estados Unidos, donde purga una condena de 30 años por delitos asociados al narcotráfico.
Las confesiones le permitieron a la Fiscalía proferir orden de captura contra el ex capitán Gordillo Sánchez y abrir investigación contra 66 militares de la Brigada XVII. Con el paso del tiempo se depuraron las responsabilidades penales y hoy son juzgados diez uniformados.