Un diario escrito por Juan Carlos Ramírez Abadía, el narcotraficante del norte del Valle extraditado a Estados Unidos, será el punto de partida de nuevas investigaciones contra políticos y militares.
Juan Carlos Ramírez Abadía alias ‘Chupeta’. Foto archivo Semana |
La Fiscalía tendrá que investigar si la ‘nómina’ del narcotraficante Juan Carlos Ramírez Abadía alias ‘Chupeta’ es o no cierta. En el organismo investigador reposa un libro de 240 páginas que las autoridades le incautaron en 2006 mientras estuvo prófugo y que contiene los nombres de varios políticos y militares a los que presuntamente pagó miles de dólares a cambio de buscar leyes que lo favorecieran y de comercializar cocaína y heroína hacia el exterior.*
El narcotraficante, que fue capturado en agosto de 2007 en Brasil y extraditado en mayo de 2008 a Estados Unidos, se inventó una estrategia para mantener en reserva esos nombres. Algunos documentos los digitó en computador y otros los escribió de su puño y letra. En un Decamerón, un libro integrado por cien cuentos, guardó las hojas escritas y los manuscritos esperando que en caso de una incautación, nadie se fijara en el libro. También redactó una carta que le envió en 2006 Alfonso Barrera Ríos, señalado por las autoridades de ser un testaferro.
En el libro, ‘Chupeta’ consignó los nombres del ex congresista Carlos Alonso Lucio, del ex fiscal Luis Camilo Osorio, así como de 16 generales en retiro del Ejército y la Policía, tres almirantes, siete coroneles y dos capitanes de fragata. En los escritos, el narcotraficante relacionó los nombres y la suma de dólares que pretendía pagarles o pagó. En la carta que le envió a Barrera Ríos se refirió a este último documento como “su seguro de vida”, relacionando los nombres de las personas que habían colaborado o colaboraban con su ‘empresa’ criminal.
Según la FM Radio, que publicó algunos apartes del libro, el documento fue remitido a la Fiscalía solo hasta 2009, tres años después de ser incautado, cuando la Armada decidió que era un documento de inteligencia y que porla gravedad de la información, éste debía ser investigado. Solo hasta este año la Fiscalía lo desempolvó y comenzó a investigar.
1-.Los políticos y las reacciones
En los documentos incautados a ‘Chupeta’, el narcotraficante se refirió a:
Carlos Alonso Lucio, ex congresista
Fue guerrillero del M-19, congresista e interlocutor con la cúpula del Eln y con los paramilitares. Según el diario de ‘Chupeta’, el narcotráfico le pagó 2 millones de dólares con el compromiso de que él ayudaría a tramitar en el Congreso un proyecto de no extradición. “La relación la comienzo con el señor Lucio, el cual nos engañó… Este suceso me llevó a desconfiar cada vez de toda esa farsa que es la clase política y que a la larga son más mafiosos que uno”, señaló el narcotraficante en la carta que le envió a Barrera Ríos.
Según el informe presentado por la FM Radio, un oficial de la Armada, cómplice de ‘Chupeta’, se entregó a las autoridades en Estados Unidos el 26 de septiembre de 2007 y les dio un computador con información de los tentáculos del narcotraficante.
“Al no lograr la caída de la extradición y haberse aprobado de manera retroactiva surgió la idea con el senador Lucio de lanzar un referendo recogiendo un millón de firmas”, le dijo el oficial de la Armada a las autoridades. “Yo personalmente me entrevisté con el senador Lucio en Melgar y le llevé una cantidad de dinero para respaldar este referendo por orden de ‘Chupeta’, pero no fue posible porque la Corte no avaló las firmas; había muchas falsas”, indicó el testigo.
El ex congresista rechazó los señalamientos en su contra y dijo que no conoció a ‘Chupeta’ y que no recibió dinero del narcotráfico. “Las afirmaciones sobre mí que aparecen en los documentos publicados son falsas”. Lucio aclaró que fue investigado por sus actuaciones en el Congreso relacionadas con el tema de la extradición, pero que este proceso precluyó en 2009.
Lucio es esposo de la ex fiscal general Viviane Morales, quien renunció a su cargo en marzo de 2012 después de que el Consejo de Estado consideró que la Corte Suprema no se apegó a las reglas eligiéndola fiscal con 14 votos cuando se requerían 16. Morales fue cuestionada por varios medios de comunicación de estar en ese cargo y tener una relación sentimental con Lucio.
Luis Camilo Osorio, ex fiscal general
Fue Fiscal General entre 2001 y 2005. En el listado hallado dentro del libro Decamerón, ‘Chupeta’ lo relacionó con pagos por 160 mil dólares mensuales seguido por las siglas FIS que, para las autoridades, significa fiscal. Osorio rechazó los señalamientos del documento.
Luis Camilo Osorio, ex fiscal general. Foto archivo Semana |
“Ni 160 mil ni un solo dólar, ni un solo peso, jamás he recibido ni de ‘Chupeta’ ni de ningún criminal, ni de nadie que tenga que ver con la criminalidad dinero alguno, rechazo con indignación esta especie”, le dijo Osorio a los medios de comunicación.
1-.Los militares y las reacciones
En los documentos incautados a ‘Chupeta’, el narcotraficante se refirió a:
Gabriel Ramón Díaz, ex comandante de la II Brigada del Ejército
Fue el comandante hasta 2003 de la Segunda Brigada con sede en Barranquilla. Esta unidad militar tiene injerencia en los departamentos de Atlántico, Magdalena y buena parte del sur de Bolívar, y controla 67 municipios de la Costa Caribe. Según el libro incautado a ‘Chupeta’, el narcotráfico le pagaba al general (r) 35.000 dólares mensuales.
En declaraciones a la radio, el oficial rechazó los señalamientos y dijo que nunca recibió dinero de alias ‘Chupeta’ y que por el contrario, en su trayectoria como militar se dedicó a combatir los negocios ilícitos. “Mi honor y mi pasado como miembro de las fuerzas militares se ha visto mancillado por estos nuevos hechos que nada tienen que ver con la realidad. De hecho quiero denunciar de manera pública que si me matan, podría ser por parte de una institución armada del Estado”, dijo el general en retiro.
Jorge Ardila Silva, ex comandante de la Brigada Especial contra el Narcotráfico
En el libro de ‘Chupeta’ aparece el nombre del general en retiro con una cifra de 90.000 dólares. En declaraciones a la radio, el ex oficial dijo que fue comandante de esta brigada en 2006 y que le generó estupor los señalamientos del documento de ‘Chupeta’.
“Quiero decir que todas las operaciones que yo hice en la brigada siempre fueron supervisadas por la Embajada Americana. No conozco a ese pisco (al narcotraficante)”, aseguró el militar, quien agregó que deja que la justicia se encargue de investigar y cotejar la información. “No es justo que cualquier bandido escriba lo que quiera y sencillamente sale uno a la opinión después de tanto tiempo de servicio. Me duele”, dijo.
Los otros nombres
-Daniel Castiblanco, general (r) de la Policía, ex comandante de la Policía Metropolitana de Bogotá, 45.000 dólares.
-José A. Díaz Gutiérrez, contralmirante (r) de la Armada José Alfonso Díaz Gutiérrez de Piñeres, 55.000 dólares.
-Luis Felipe Paredes Cadena, general (r) del Ejército, exjefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Militares, 102.500 dólares.
-Leonardo Gómez Vergara 135.000 dólares. Sería general (r) del Ejército, quien fue comandante de la III Brigada en Cali.
-Ernesto Arias Lara, vicealmirante (r) de la Armada de Ecuador, 110.00 dólares mensuales.
-Carlos Humberto Pineda Gallo, almirante (r) de la Armada, segundo Comandante de la Armada, 75.000 dólares.
-Jaime Calderón Valenzuela, general (r) del Ejército, ex comandante de la Brigada XII, 60.000 dólares.
-Juan Aldana Torres, capitán de fragata (r) de la Armada, 33.500 dólares mensuales.
-Iván D. J. Aguilar Valle, capitán de fragata (r) de la Armada, 16.000 dólares.
-Javier Escobar Martínez, coronel (r) del Ejército, 60.000 dólares.
-Carlos Hugo Ramírez Zuluaga, coronel (r) del Ejército, ex comandante de una brigada móvil, 40.000 dólares.
-Luis Alberto Guevara Díaz, coronel (r) de la Policía, ex comandante de la Policía de Carreteras, 40.000 dólares.
En el listado de ‘Chupeta’ aparecen relacionados los nombres de otros militares asociados presuntamente con el narcotraficante Carlos Mario Jiménez alias ‘Macaco’, ex jefe paramilitar del Bloque Central Bolívar. Según el documento, ‘Macaco’ utilizó como intermediario a un primo-hermano, Jesús María Alejandro Sánchez Jiménez, alias ‘Scooby Doo’, para hacer los presuntos pagos a los militares:
-Eduardo Londoño Tamayo, coronel (r), 75.000 dólares.
-Wílmer Mora Daza, mayor (r) del Ejército, 45.000 dólares.
-Hugo Bahamón Dussán, coronel (r) del Ejército, 215.000 dólares.
-William Ariel Ruiz, capitán (r) de fragata de la Armada, 95.000 dólares.
-Alejandro Hanabergh, teniente (r) de fragata de la Armada, 16.000 dólares.
-Javier Antonio Fernández, general (r) del Ejército, 45.000 dólares.
-Antonio Palmera Quintana, suboficial (r) de la Armada, 40.000 dólares.
-Melbin Caicedo, sería uno de los hombres de confianza de ‘Macaco’ y fue capturado en el 2007 bajo un pedido de extradición de los Estados Unidos, 160.000 dólares.
-Francisco Ortiz, 235.000 dólares.
En el documento revelado por la FM Radio no se especifican si todos los valores fueron mensuales o hubo varias excepciones con pagos únicos. La Fiscalía tendrá que investigar la veracidad del libro y de los supuestos vínculos de los militares con el narcotráfico.
¿Y las masacres?
En el documento incautado a ‘Chupeta’, aparece un listado de masacres asociado a nombres de jefes paramilitares e integrantes del Ejército. Lo que no se especifica es si el narcotraficante financió o participó de estas masacres:
-Mapiripán, Meta. Carlos Castaño, ex jefe paramilitar de las Auc. Relacionó al Sto (sargento) Juan Carlos Gamarra, Coro (coronel) Lino Sánchez, mayor Hernán Orozco, todos procesados por esta masacre. Señaló al general Jaime Humberto Uscátegui de haber recibido 200.000 dólares. La masacre fue cometida en julio de 1997 y según las investigaciones de Justicia y Paz, tras la revisión del fallo de la Cidh, por lo menos 10 personas fueron asesinadas.
-Masacre de El Salado, corregimiento de El Carmen de Bolívar, Bolívar. Señaló que la Marina fue cómplice de los paramilitares para impedir la salida de los pobladores mientras ocurrían los crímenes. Justicia y Paz documentó que en esta masacre, ocurrida entre el 16 y 18 de febrero de 2000, fueron asesinadas 66 personas.
Según la FM Radio, en el documento aparecen relacionadas otras masacres en Córdoba y Sucre así como dibujos con mapas y algunas coordenadas. En el libro también apareció una carta firmada por el narcotraficante Julio Fabio Urdinola Grajales, quien señaló al general Manuel José Bonnet, ex comandante del Ejército, de ser un presunto cómplice de la mafia para evitar que se investigaran las masacres que ocurrieron en Trujillo, Ríofrío y Bolívar, municipios del Valle, donde fueron asesinadas más de 300 personas entre 1986 y 1994.
“El encargado de hacer estos arreglos era el señor Bonnet. El dinero lo suministraba ‘Don Diego’ (Diego Montoya, narcotraficante) para proteger a todos los responsables. Entre los años 94 y 96 se alcanzó a entregar más de un millón y medio de dólares para archivar estas investigaciones”, señaló en la carta el narcotraficante Julio Fabio Urdinola, asesinado en 2004 en Bogotá.
En declaraciones a la radio, Bonnet dijo que rechaza los señalamientos que aparecen en esa carta. “Yo nunca en mi vida recibí un peso de nada. De hecho, que diga que a mí me hayan dado plata invalida ese documento. Nunca estuve cuestionado por nada”, dijo el militar.
El libro de ‘Chupeta’ es analizado por el CTI de la Fiscalía. Según le dijeron los investigadores a la FM Radio, al documento que contiene el listado de nombres con los presuntos pagos le faltan cinco páginas según el consecutivo de las hojas.
¿Quién es ‘Chupeta’?
Hasta 2007, cuando fue capturado en una mansión en Brasil, hacía parte de los 12 narcotraficantes más buscados por Estados Unidos con una fortuna estimada en 1.800 millones de dólares. Nació en Palmira Valle, en 1963, y comenzó en la ilegalidad junto al narcotraficante Iván Urdinola. Por medio de él, conoció a los hermanos Rodríguez Orejuela, los jefes del Cartel de Cali.
Comenzó como sicario y en los noventa, cuando ya había ascendido como una de las cabezas del Cartel del Norte del Valle, entró en la mira de los Estados Unidos por la cantidad de toneladas de cocaína que exportaba hacia ese país desde el Pacífico colombiano. En 1994, el Distrito de Colorado comenzó a procesarlo por narcotráfico, pero Colombia negó su extradición dos años después.
Estuvo un par de años en la cárcel después de entregarse a la justicia y acogerse a los beneficios de reducción de penas. En 2002 salió de la cárcel para seguir delinquiendo, ‘lavando’ dinero por medio de empresas fachadas. No solo se dedicó a la comercialización de cocaína sino de heroína.
En 2005 tras las investigaciones que adelanta la justicia estadounidense, el gobierno colombiano le incautó a ‘Chupeta’ por lo menos 40 de sus propiedades en Cali, y luego otros 91 bienes entre esta ciudad y Armenia. Para esconderse de las autoridades, el narcotraficante se escondía en Brasil y se practicó por lo menos seis cirugías en el rostro. En 2007 fue capturado y un año más tarde extraditado a Estados Unidos.
*Con información de FM La Radio