Ladrón que roba a ladrón…

      
Decenas de guerrilleros, incluidos varios comandantes, han desertado de las filas de las Farc. Lo novedoso es que se están fugando con millones de dólares y pesos de la propia guerrilla.
La semana pasada alias ´Alirio Rojas´, quien llevaba 35 años en las Farc, desertó con un millón de dólares.

La semana pasada la gue-rrilla sufrió un duro golpe, pero esta vez provino de sus propias filas: uno de los comandantes más importantes en el sur del país desertó y se llevó un millón de dólares de las arcas criminales de las Farc.

La noticia se conoció el lunes de la semana pasada gracias a que los hombres de tres frentes guerrilleros, el 7, el 39 y el 43, recibieron la orden de movilizar todas las unidades posibles por las selvas del Guaviare para ‘cazar’ al desertor. El asunto era prioritario. No sólo por la enorme suma de dinero sino por la importancia del ‘fugitivo’, quien en el momento de su fuga se desempeñaba como segundo del frente 7, y hombre de confianza del comandante de esa facción, Édgar Salcedo, alias ‘Gentil Duarte’.

El hombre que decidió ‘tumbar’ a las Farc se llama Gildardo García Cardona, conocido con el alias de ‘Alirio Rojas’. Con 53 años, llevaba 35 en la guerrilla y escapó con su compañera alias ‘Yadira’, de 21 años, encargada de las finanzas del frente. Se trata de un revés importante para las Farc, sobre todo porque la deserción de un subversivo con más de tres décadas de militancia es poco usual y causa un duro impacto en las filas. En efecto, se supone que esos ‘guerrilleros históricos’ son los más comprometidos con la ‘causa’ y son mirados con admiración por los más jóvenes. El que uno de ellos huya, y además con dinero, sólo demuestra una profunda descomposición. Pero si bien la fuga de ‘Alirio Rojas’ es diciente por sí misma, la realidad es que en los últimos años el número de desertores que deciden ‘tumbar’ a la guerrilla viene aumentando y se ha convertido en un grave problema para las Farc.

SEMANA tuvo acceso a centenares de comunicaciones y documentos internos de diferentes frentes de ese movimiento en donde con lujo de detalles se narran esas ‘tumbadas’. Uno de los casos más recientes es un reporte que recibió el ‘Mono Jojoy’ en febrero del año pasado. En el documento sus hombres le cuentan que después de varios meses de ‘cacería’ lograron encontrar al hermano de un guerrillero llamado Fernando Yara, alias el ‘Profe’, quien había desertado en 2008 de la compañía Manuelita Sáenz del Comando Conjunto Central con 1.500 millones de pesos en la mochila. En la comunicación le cuentan a ‘Jojoy’ que el ‘Profe’ invirtió esa plata en varios pueblos de Boyacá en donde instaló negocios de llamadas de cabinas telefónicas e Internet. Le envían adjuntas las fotos de los negocios del desertor y le dicen que van a “apretar” al hermano para que les entregue los negocios, les devuelva la plata y les diga dónde está el desertor.

No era la primera vez que sus propios hombres robaban a ‘Jojoy’. El 20 de septiembre de 2001 les envió una carta a los miembros del Secretariado para contarles sobre otro descalabro financiero. “Edwin viejo conocido de la (compañía) Policarpa, junto con Julián de ese Estado Mayor de frente se robaron medio millón de dólares por una parte y 700 millones por otra del secuestro de Nobartis. Se tiraron el negocio que estaba planeado para 10 millones de verdes. Consultamos con el camarada Manuel para darles captura, vamos a recoger varias personas para interrogar dónde tienen el dinero. Cuando tengamos más claridad les hacemos concejo (sic) de guerra a los guerrilleros y a los otros que salgan comprometidos en el robo les daremos pistola”, dice uno de los apartes de la carta de ‘Jojoy’ (ver documento).

El comandante de las Farc, ‘Alfonso Cano’, tampoco se ha salvado de que lo roben sus propios compañeros de armas. El 6 de febrero de 2006 les envió una comunicación a sus camaradas del Secretariado para contarles que después de mandar fusilar a 20 guerrilleros por ser “infiltrados”, uno de ellos alcanzó a escapar. “Edilson del (frente) 39, tercero al mando, desertó con la mujer y el cuñado. Robó dinero de una retención que se acababa de recibir pero sabemos que tiene un hermano en la contraguerrilla”. En otra comunicación, de finales de febrero de 2007, Cano reportó otro caso. “Dos unidades de mi guardia ubicaron y robaron caleta con dineros del Secretariado. Luego de 15 días de investigación y búsqueda, y en medio de operativo militar recuperamos el 99 por ciento de la plata que ya tenían encaletada en varios lugares. Un consejo de guerra condenó a los dos traidores a fusilamiento. Es todo. Saludos. Alfonso”, dice la comunicación.

Las deserciones y los robos en las Farc se han generalizado, especialmente en los últimos años. Eso queda claro al leer los reportes internos de varios frentes. “Desertores 14. Se fueron robándose dinero y armas del movimiento. Einer se robó 500 millones y una pistola. César se robó 2.000 dólares y se desconoce dónde está. Jader se robó una pistola y 400.000 pesos y está en Nariño”. Estos son algunos de los casos que están consignados en un informe del 25 de noviembre de 2007 enviado a ‘ÉdgarTovar’, jefe del frente 48 de las Farc, abatido hace un mes por la Policía. En otro documento de finales del año pasado, encontrado en los PC hallados en el campamento de ese jefe guerrillero, ‘Tovar’ informó a su estado mayor que: “Álvaro que andaba de acompañante de Benítez desertó con 100 millones de pesos y el fusil. Se le perdió el rastro”. Unos días después de esa comunicación ‘Tovar’ recibió un reporte de su segundo al mando, alias ‘Hernán Benítez’, en el cual le cuenta que entre las novedades hubo 10 fusilados y 34 desertores. “Giovanni desertó con 12 millones. Ramón desertó con 1.500 millones. Hermes desertó con 800.000 pesos”, dice en algunos de los apartes del informe (ver documento).

Los robos no siempre son multimillonarios. Éstos se presentan sobre todo en los frentes más involucrados con el narcotráfico, pero los demás no escapan aunque las cuantías sean menores. Una prueba de esto se encuentra en los documentos del computador de ‘Iván Ríos’, en donde el asesinado jefe del Bloque José María Córdova llevaba un registro de los robos. “Vitelio desertó el 10 de noviembre. Robó dos millones de pesos. Jacinto desertó el 31 de julio de 2006 robó fusil AK 47 y 200.000 pesos. Aquiles robó fusil y 200 mil pesos”, dice uno de los apartes de uno de los centenares de informes de ‘Ríos’.

El tema tiene seriamente preocupados a los jefes de las Farc, pues parece estar fuera de control. Tanto, que ha llevado a varios de ellos a tomar medidas extremas. En una carta que ‘Jojoy’ envió al Secretariado en noviembre de 2007, encontrada en el computador de ‘Ríos’, el segundo de las Farc, les dice a sus camaradas cuál es, según él, la forma de evitar más “tumbados”. “No podemos dejar que la plata del movimiento se siga perdiendo por las deserciones de los traidores. Sugiero que fuera de darles pistola cuando se puedan coger la sanción también se extienda a las familias. Hace dos semanas por acá se presentó la novedad que Solís desertó llevándose 1.000 millones, entre pesos y dólares. No fue posible ubicarlo pero le encontramos a la mamá y los hijos. A ellos se les dio pistola y ella está retenida para obligarlo a aparecer y que devuelva la plata. Ya mandó mensaje con Marco que quiere devolver lo que se robó. Sugiero tomar ese tipo de acciones para evitar desangres y enviar el mensaje correcto” , afirma uno de los apartes de la carta de ‘Jojoy’.

A pesar de la macabra sugerencia de ‘Jojoy’, casos como el de ‘Alirio Rojas’ y su millón de dólares es el mejor ejemplo de que ni las amenazas más extremas pueden controlar la descomposición que cunde en sus filas. Si se mide por este fenómeno, la desbandada que están sufriendo las Farc parece irreversible.

Publicado en Semana, edición 1453 – Fecha: 6/3/2010