Por un error jurídico, el ex congresita del Caquetá señalado por la Fiscalía de ser el autor intelectual del asesinato de la familia Turbay Cote podría salir de la cárcel. Un juez ordena anular el proceso que deberá ser reiniciado desde su fase de instrucción.
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| Luis Fernando Almario saldría libre en las próximas horas, pero su proceso continúa vigente. Foto. Semana |
El juez especializado de Bogotá, Juan Carlos Enríquez Tobón, ordenó la libertad del ex congresista Fernando Almario por considerar que se vulneró su derecho al debido proceso en el juicio que se le sigue por el asesinato de la familia Turbay Cote y cuatro personas más.
El juez decidió que el expediente de Almario se devolviera a la fase de instrucción y por tanto se le concediera la libertad al ex congresista.
La defensa de Luis Fernando Almario solicitó al juez que lo procesa que declare la nulidad del juicio, entre otras cosas por supuestas irregularidades que se presentaron durante la indagatoria que se le hizo en febrero del año pasado. En esa ocasión el político caqueteño habló en las primeras sesiones sobre su vida sin que nadie lo interrumpiera, después su abogado no se presentó en dos ocasiones y cuando se volvió a reanudar, el ex representante a la Cámara renunció a su curul y pasó a ser juzgado por la Fiscalía General de la Nación.
El problema legal aparece una vez su proceso pasó al fiscal delegado ante la Corte Suprema, quien dio por terminado el proceso de indagatoria y lo llamó a ampliación de indagatoria, no a continuación, como debería ser, según el juez Carlos Enríquez Tobón.
Según el juez, el fiscal cometió un error de buena fe motivado por la decisión de la Corte Suprema de Justicia que sin tener poder sobre el proceso del ex representante una vez este renunció al Congreso determinó vincularlo al proceso sin haber terminado la etapa de indagatoria.
Tanto los abogados de Turbay Cote como la fiscalía anunciaron que apelarán la decisión del juez, porque no comparten que se haya violado el debido proceso ni vulnerado sus derechos.
Almario renunció a su fuero como congresista después que en febrero de 2008 la Corte Suprema de Justicia lo acusara de ser el autor intelectual de la muerte de los Turbay Cote.
Varios testigos del proceso aseguran que Almario, opositor de los Turbay, buscó guerrilleros de la columna móvil Teófilo Forero para que atacar a su contendor político. Uno de ellos, Lucas Medina Triviño, (vea testimonio relacionado) detenido por narcotráfico, testificó, el pasado 3 de diciembre ante la Corte Suprema de Justicia, que Almario convenció a la guerrilla de que los Turbay Cote habían traído el paramilitarismo al departamento y los persuadió a asesinarlos.
En su testimonio, Medina Triviño dijo además que luego, las Farc se dieron cuenta de que en realidad el que había llevado a los paramilitares al Caquetá, era el propio Almario.
El ex jefe de milicias de las FARC, Gerardo Aguirre Ballesteros, también había declarado en 2002 que el ex parlamentario caqueteño era el autor intelectual del crimen. (vea un fragmento de su testimonio en el artículo relacionado)
Almario, quien también es investigado por parapolítica, estába preso en la cárcel La Picota de Bogotá. El presunto vínculo se da por los lazos familiares que unen a Jhon Eduard Monje, quien fuera asesor de la unidad legislativa de Almario, con su hermano Juan Carlos Monje, quien se desmovilizó en Valparaíso como jefe de la autodefensas que dominaban esa zona.
Almario quería más
La defensa de Almario solicitó al juez que anulara la investigación por siete causales diferentes, entre esas que no se le había permitido defenderse, además que no fue escuchado en versión libre y que fue capturado sin ser escuchado por la fiscalía, entre otras causales. Todos estos motivos fueron negados por el Juez, que solo encontró fundamento en el alegato relacionado con el debido proceso en la etapa de indagatoria.
El juez dijo que su decisión no era una exculpación de Almario, sino que fallaba sobre un error judicial. “Habría sido mucho más grave que lo hubiera hecho después cuando la etapa de juicio estuviera más adelantado”, dijo el juez.
La Fiscalía entonces tendrá que corregir los errores de forma para poder continuar en la etapa de juicio.
Almario no será liberado de inmediato, ya que el Inpec tendrá que verificar que el ex congresista no tenga otra medida pendiente o investigación en otro despacho judicial. En caso de que sea requerido por otro proceso el Inpec tendrá que dejarlo en libertad.
El juez también aseguró que las pruebas que se han conseguido después de cerrada la instrucción serán tenidas en cuenta, una vez se corrijan los errores de forma que cometió la Fiscalía.
Al final de la diligencia el juez Carlos Enrique Tobón, hizo que el ex congresista Fernando Almario se comprometiera en público a continuar con el proceso después de recobrar su libertar: “Usted verá cómo le responde al país, a la comunidad”. El político respondió al juez que las autoridades conocen su lugar de residencia y que estará atento a responder a todos los compromisos que la ley le imponga.
El proceso de Almario y sus antecedentes
No es la primera vez que el proceso legal en contra del ex representante Fernando Almario se ve rodeado de particularidades. En enero del año pasado, el Consejo Seccional de Cundinamarca falló una tutela a favor de Almario, en la que ordenó el traslado de su juicio al juzgado de Florencia. Ese juzgado fue el mismo que exoneró a un hermano del ex representante por el asesinato de un niño hace tres años. En la tutela, el Consejo adujo que se vulneró el derecho del ex representante a su legítima defensa.
La Corte Suprema ya había ordenado que el juicio se hiciera en Bogotá, argumentando que en Florencia no había garantías de independencia para el juez, pues es conocida la influencia de grupos ilegales sobre las autoridades locales. Otro argumento que esgrimió la Corte fue que la seguridad de los testigos podría verse amenazada. La Sala Penal de la Corte, la máxima instancia en delitos penales, impugnó el fallo de la tutela, pues no se explica cómo un tribunal menor pudo contradecir una decisión suya.
Para ese entonces la señora Turbay, única sobreviviente del atentado en contra de su familia en el 2000, le envió al Presidente una carta en la que aseguraba que en ese Tribunal no existían garantías para que el fallo de la justicia fuera imparcial.
Poco después del fallo de Consejo Seccional y aún antes de que éste quedara en firme, como en efecto lo temía la Corte, asesinaron al testigo del caso, Jorge Calderón. El caso pasó al Consejo Superior de la Judicatura, quien se encargó de decidir que Almario debía ser juzgado en Bogotá.
No es la primera vez que Almario es investigado por la justicia. En 1995 fue investigado por la Fiscalía dentro del proceso 8.000 por supuestamente haber recibido dineros del narcotráfico en la campaña política. La entidad lo acusó, pero como Almario, al igual que hoy, renunció a su investidura de congresista, fue juzgado no por la Corte sino por un juez común y finalmente después de un año, salió libre. Almario volvió a decir entonces que era víctima de un montaje de la mafia por haber sido ponente de la Ley de Extinción de Dominio.
Víctimas en el proceso
El 15 de febrero el ex alcalde de Puerto Rico, Caquetá, Jorge Hernando Calderón, fue el asesinado número 38, de la lista de personas que tienen algo que ver con el caso de Almario. Mientras Calderón departía con unos amigos en el bar ‘Latinos’, un joven entró al bar y le disparó seis tiros, cuatro en el cuerpo y dos en la cabeza.
Unos meses atrás, Calderón había sido citado por la Fiscalía delegada ante la Corte para que atestiguara en el caso de Almario, a quien había denunciado sin ambages por su complicidad con las Farc, autores materiales de la masacre de la familia Turbay Cote. El día en que Calderón estaba en Bogotá rindiendo su testimonio ante la Fiscalía, un grupo de personas entró a su casa en Florencia y robó una pistola que le habían dado las autoridades para su protección personal, su computador y varios documentos.
Al tiempo, otras personas entraron en la oficina en Bogotá de su hermano, Alirio Calderón, político conocido en la región y contradictor de Almario, y robaron su computador y varios documentos. Lo extraño es que en ese lugar de trabajo hay nueve oficinas de abogados y los delincuentes no robaron ningún otro computador.
La Policía tenía indicios de que el asesino del ex alcalde Calderón había sido un adolescente de la columna Teófilo Forero de las Farc. Las autoridades estaban alerta porque según información de inteligencia tres milicianos jóvenes de esa columna habían recibido la orden de asesinar a varios concejales, policías y funcionarios de los municipios de San Vicente del Caguán y Puerto Rico.
No obstante, un hecho inusitado permitió a las autoridades avanzar en la investigación más rápido de lo calculado. El pasado 9 de marzo, un muchacho de 17 años que se identificó como alias “El Poni”, llegó a la estación de Policía de Puerto Rico y dijo que él y otros dos muchachos eran milicianos de la columna V de la Teófilo Forero y que tenían la orden de su jefe, ‘James Patemala’ (cuyo nombre real es Helmer Triana Mahecha) de asesinar a varias personas de la región. También dijo ser quien obturó el gatillo para quitarle la vida al ex alcalde de Puerto Rico.
El Poni fue apresado inmediatamente y su versión permitió la captura de los otros dos jóvenes, Fabián Llanos, de 18 años, y Luis Alberto Valencia alias “Pocholo”, de 20. En los allanamientos a las casas de los jóvenes, la Policía encontró tres armas, según informó a Semana.com, el comandante de la Policía de Caquetá, Luis Alberto Ramírez.
‘Patemala’, por quien las autoridades ofrecen 100 millones de pesos por información que de con su captura, fue reconocido por varios testigos como uno de los auores materiales de la masacre de los Turbay Cote y de sus acompañantes, de la que se acusa Almario de ser autor intelectual. Un hermano de ‘Patemala’ estuvo preso en Neiva por su presunta participación en el secuestro y posterior asesinato de Rodrigo Turbay Cote, otro hermano de la misma familia.
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