El ex subdirector del DAS, José Miguel Narváez, aseguró que los paramilitares infiltraron el DAS y que él lo había denunciado. Sin embargo, el ex funcionario es investigado por concierto para delinquir con los ‘paras’.
Testimonio de José Miguel Narváez en el juicio al ex director del DAS Jorge Noguera. Videos del Colectivo de ABogados José Alvear Restrepo
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En la audiencia a Jorge Noguera, el ex subdirector del DAS, José Miguel Narváez habló sobre algunas irregularidades cometidas al interior del DAS que nunca fueron investigadas por la justicia. Entre ellas, la creación de una agencia de inteligencia anexa al DAS que robaba información y expedientes para paramilitares y narcotraficantes, y que además cometía asesinatos.
Según dijo el ex funcionario, el 11 de febrero de este año solicitó a la Corte Suprema de Justicia declarar en el proceso que se adelanta contra Jorge Noguera con el propósito de establecer “la verdad de lo ocurrido” con relación al DAS”.
Aseguró que algunos hechos e irregularidades fueron denunciados por él cuando trabajaba como sub director del DAS y que nunca fueron investigados por la Fiscalía. La mayoría de estos hechos se relacionan con la supuesta infiltración de paramilitares en el DAS.
‘Macaco’ y el DAS
Narváez habló sobre una grabación que le fue entregada en 2005 por una agente del DAS, Sonia Rodríguez Briceño, en la que dos agentes de inteligencia del DAS conversaban sobre un supuesto plan de los paramilitares comandados por alias ‘Macaco’ para crear una agencia de inteligencia paralela al DAS que sería coordinada por Enrique Ariza, en ese momento, Director de Inteligencia del organismo.
La grabación, según Narváez, incluía un plan para atentar contra él y contra un general de la Policía que eran consideradosun obstáculo para la creación de esa agencia.
Según Narváez, con esta grabación se dirigió a la oficina de Jorge Noguera y tras explicarle la situación, ordenaron una investigación interna sobre estos hechos. Narváez asegura que hasta hoy no se ha dado ningún resultado sobre estas grabaciones. “Mi deseo es saber qué pasó con las denuncias que hice porque parece como si se estuviera ocultando la investigación” señaló Narváez.
Varela, Miguel Arroyave y el DAS
Narváez habló también sobre dos reuniones que tuvo en 2005 con un ex funcionario del DAS, llamado Carlos Moreno Roa, quien fue declarado insubsistente por Noguera ese mismo año, y quien presuntamente tenía información sobre la infiltración de paramilitares en el DAS.
En esas reuniones, grabadas por Narváez, el ex funcionario le dijo que había asesinado gente por orden del entonces jefe de inteligencia del DAS, Enrique Ariza. Se refirió también a expedientes del DAS que había sido robados del organismo y que vinculaban al narcotraficante Wilber Varela alias ‘Jabón’ con funcionarios de la fuerza pública. Estos expedientes, según el relato, fueron entregados a Varela.
El ex funcionario habló de otras irregularidades que vinculaban a Ariza con los paramilitares, entre ellas, sus nexos con el Bloque Centauros de las AUC y con su ex comandante Miguel Arroyave a quien supuestamente le vendió información de inteligencia por 150 millones de pesos.
Tras estas reuniones, Narváez aseguró que hizo las respectivas denuncias ante el entonces fiscal general, Mario Iguarán, pero hasta hoy, cinco años después de esas presuntas denuncias, “nada ha pasado”.
Noguera, Narváez y el DAS
Sobre su desempeño en el DAS, Narváez negó cualquier vínculo con grupos paramilitares, así como cualquier nexo con el ex jefe de informática del DAS y ficha clave de los paramilitares en el organismo, Rafael García. Narváez aseguró que durante su administración en el DAS se adelantaron más de 17 operaciones en contra de grupos paramilitares.
De igual forma, negó tener conocimiento de algún tipo de nexo entre Noguera y grupos paramilitares.
Narváez reconoció en audiencia la existencia del denominado ‘G-3’, grupo de análisis de inteligencia al interior del DAS que monitoreaba actividades de ONG en el país, pero negó su participación en las actividades de este grupo o como creador del mismo, afirmaciones hechas por el coordinador de ese grupo, Fernando Ovalle.
Las amenazas en su contra
Finalmente, Narváez hizo referencia a supuestos sufragios que le fueron entregados en diciembre de 2005 y sobre los cuáles hizo las respectivas denuncias. A los tres años de la denuncia, según Narváez, la Fiscalía le respondió declarando la investigación archivada.
En el momento de su retiro del DAS, Narváez aseguró que entrego un informe a la oficina de la Presidencia de la República sobre todos las actividades que realizó y las irregularidades que tuvo conocimiento al interior del DAS.
“A mis denuncias no les hacen caso, pero las que hacen terceros y testigos de oídas en mi contra sí caminan rápido. Quieren acallar mis denuncias, desacreditar mis denuncias e impedir que personas relacionadas a los hechos denuncien” señaló Narváez durante la audiencia.
Narváez está preso por el delito de concierto para delinquir en el caso de las ‘chuzadas’ del DAS desde el 3 de agosto de 2009, bajo custodia del Ejército Nacional en Facatativá. Su caso está asignado al juzgado Sexto Especializado de Bogotá y se encuentra en etapa de interposición de recursos de nulidad.
Contra Narváez se adelantan también investigaciones en la unidad de Derechos Humanos de la Fiscalía por el asesinato de Jaime Garzón y Manuel Cepeda Vargas, iniciadas con base en los testimonios de alias ‘El Iguano’ y ‘Don Berna’ respectivamente.
Narváez trabajó como subdirector del DAS del 1 de junio de 2005 al 25 de octubre del mismo año hasta que fue declarado insubsistente. Antes de desempeñar ese cargo, Narváez había trabajado como asesor externo del Ministerio de Defensa durante la administración de Martha Lucía Ramírez y posteriormente como asesor externo del DAS hasta 2004.
Narváez y las Auc
La más reciente mención a Narváez por parte de los paras corrió por cuenta de Salvatore Mancuso quien aseguró que lo conoció en 1996 en un campamento de Carlos Castaño y desde entonces se encontraron en varias reuniones convocadas por diferentes jefes paramilitares.
Sobre los nexos de Narváez con grupos paramilitares, Mancuso señaló que el ex funcionario del DAS se presentó a las Auc como profesor de la Escuela Superior de Guerra, y como tal, les dio instrucción militar en más de una oportunidad.
Como hecho especial, el ex jefe paramilitar habló sobre una oportunidad en la que Carlos Castaño le pidió a Narváez que lo “ayudara” con un comandante del Ejército en Urabá que estaba propinando fuertes golpes a las estructuras paramilitares en esa zona del país. (Ver La despachada de Mancuso)
En otra versión libre desde Estados Unidos ante la Fiscalía, Salvatore Mancuso, alias ‘El Mono Mancuso’, aseguró que el ex subdirector del DAS dictó clases a miembros de las autodefensas sobre lucha anticomunista en varias oportunidades. (Ver Mancuso señala a ex subdirector del DAS)
Esta no es la primera vez que ex paramilitares mencionan el nombre de Narváez y sus presuntos nexos con paramilitares. En junio de 2008, alias ‘El Iguano’ también había hecho referencia a las clases que impartió Narváez a paramilitares en campamentos del Sur de Bolìvar y Córdoba, coincidiendo con el relato de Mancuso.
Mancuso aseguró que entre 1998 y 2002, Narváez, que para ese entonces se desempeñaba como profesor de la Escuela Superiorde Guerra, dictó una cátedra llamada “¿Por qué es licito matar comunistas en Colombia?” a un grupo de paramilitares entre los que se encontraban él y Carlos Castaño.
El ex jefe paramilitar aseguró al despacho octavo de la Unidad de Justicia y Paz, que se reunió en más de cinco ocasiones con Narváez en las fincas “Veintiuno” y “Quince” de las autodefensas en Urabá, entre los años 1998 y 2002. “El hombre encargado de difundir los ideales de la democracia y la paz a los mayores de Colombia, se reunió en varias ocasiones con Carlos Castaño y conmigo para enseñarnos a combatir a los comunistas”, dijo.
El contenido de las presuntas cátedras iba orientado a justificar el exterminio de sectores sociales involucrados con la guerrilla, entre ellos, hacía énfasis en sindicatos, políticos activos y miembros desmovilizados de la guerrilla. Dentro del grupo de personas estudiadas en la clase figuraba Wilson Borja, quien fue declarado como objetivo militar por parte de las AUC. Borja fue víctima de un atentado el 15 de diciembre de 2000, por los que fueron responsabilizados militares en complicidad con paramilitares.
Según Mancuso, Narváez tenía influencia sobre Carlos Castaño, pero que el jefe paramilitar tenía reservas sobre el ex subdirector del DAS y sus conceptos porque le parecían demasiado radicales: “Cree que todos son guerrilleros”, le dijo.
A lo largo de su Versión Libre, Mancuso aceptó haber recibido de manos de Carlos Castaño una lista con los nombres de varias personalidades nacionales que debían ser asesinadas por sus presuntos nexos con la guerrilla. En el listado figuraban los nombres de Álvaro Leiva Durán, Wilson Borja, Gustavo Petro, Piedad Córdoba y un ex parlamentario de Arauca de quien no supo referir el nombre: “Puede ser Octavio Sarmiento o Luis Alfredo Colmenares, tal vez, las autodefensas mataron a los dos”, aseguró.
El ex jefe paramilitar confesó que las autodefensas que comandó en Córdoba recibían semanalmente informes de inteligencia de las manos de alias ‘Caballo’ y Wilfredo Ortiz, este último identificado por el ex jefe paramilitar como un miembro activo de la policía de Córdoba en 1994.
Mientras que Jorge Iván Laverde Zapata alias ‘El Iguano’ confesó en 2008 que el ex subdirector Nacional del DAS, José Miguel Narváez, sugirió a Carlos Castaño Gil, para que asesinara al periodista y humorista Jaime Garzón.
También señaló que Narváez fue clave en el secuestro de la senadora liberal Piedad Córdoba. Según Laverde, Narváez fue quien llevó a Carlos Castaño Gil varias grabaciones entre la parlamentaria y el jefe guerrillero Francisco Galán, en las que criticaban al ex jefe de las AUC.
La Fiscalía deberá determinar si estos señalamientos son suficientes para llevar a juicio al ex funcionario.
Narváez y los casos de Jaime Garzón y Manuel Cepeda
El 19 de octubre de 2009 Narváez fue vinculado a los asesinatos de Jaime Garzón y el senador de la UP, Manuel Cepeda Vargas.
El Consejo de Estado, en decisión tomada el 10 diciembre de 2008, condenó a la Nación tras encontrar que hubo omisión en la protección del entonces senador Manuel Cepeda Vargas, dirigente de la Unión Patriótica asesinado el 9 de agosto de 1994.
Según El Tiempo, a pesar de las denuncias hechas por el mismo Cepeda sobre amenazas contra su vida, y sumado a la medida cautelar que la Comisión Interamerciana de Derechos Humanos había dictado para pedir la protección del dirigente político, el Consejo determinó la culpabilidad por omisión del Estado colombiano que llevaría al asesinato de Cepeda.
Según los mismos demandantes, Cepeda habría denunciado las amenazas contra su vida al DAS, la Policía, la Fiscalía, el Defensor del Pueblo, la Procuraduría y los altos mandos militares, estos últimos, quienes presuntamente tuvieron participación en el crimen.
La muerte de Cepeda sería concebida dentro de la “Operación Golpe de Gracia”, operación iniciada con el asesinato de José Millar Chacón, secretario del Partido Comunista, el 25 de noviembre de 1993. Estas muertes se sumarían a la muerte de más de 3000 militantes de la Unión Patriótica y el Partido Comunista desde la década del 80, entre quienes se encontraban candidatos presidenciales, parlamentarios y alcaldes pertenecientes a estos movimientos políticos.
Con esto, la Sección Tercera del Consejo de Estado ordenó el pago de indemnizaciones por perjuicios para el hijo, la esposa y la hermana de Cepeda, por un monto de 587 millones de pesos para cada uno, sumando además los 910,3 millones de pesos adicionales que tendrá que pagar el Estado por concepto de perjuicios materiales.
Por este caso, la justicia colombiana acusó a Carlos Castaño como autor intelectual y a dos militares, Hernando Medina Castaño y Justo Gil Zúñiga, como coautores del asesinato.