A pesar de las evidencias, los alcaldes de uno de los municipios más ricos de Casanare han eludido su vinculación a las investigaciones de para-política.
Los hermanos Milton y Javier Álvarez son muy poco conocidos en el panorama político nacional. El primero fue alcalde del municipio de Tauramena, entre 1998 y 2000, y hoy es diputado de la Asamblea de Casanare. El segundo es el actual burgomaestre de esa pequeña ciudad. A pesar de ser relativamente desconocidos, hay dos motivos por los cuales los Álvarez pueden ser envidiados por algunos de los más poderosos y populares alcaldes, senadores y gobernadores de Colombia.
Tauramena es uno de los municipios más ricos del país. Tan sólo por los ingresos de las regalías petroleras recibe un promedio de 30.000 millones de pesos anuales para atender una población que escasamente ronda 16.000 habitantes. Semejantes ingresos superan de lejos los de muchas ciudades del país con poblaciones 10 veces más grandes. Aunque esa chequera puede ser el sueño de muchos gobernantes, el motivo por el que son más envidiados los hermanos Álvarez tiene que ver con la increíble suerte con la que han contado en medio del escándalo de la para-política.
Casanare, como muchos otras regiones, no fue ajena a las investigaciones que terminaron con políticos y mandatarios tras las rejas al comprobarse sus vínculos con grupos paramilitares. Uno de los primeros casos fue el del ex gobernador de ese departamento William Pérez, condenado por para-política.
Sin embargo, uno de los episodios más escandalosos ocurrió en junio de 2007, cuando una investigación de la Fiscalía demostró que los mandatarios de Tauramena, Jorge Eliécer López Barreto; Villanueva, Raúl Cabrera Barreto; Maní, Henry Montes; Sabanalarga, Mauricio Chaparro, y Monterrey, Aleyder Castañeda, firmaron un documento, conocido como el ‘Pacto de Casanare’, en el que se comprometieron, entre otras cosas, a darles a las autodefensas comandadas por Héctor Buitrago, alias ‘Martin Llanos’, el 50 por ciento de los presupuestos municipales y el 10 por ciento del valor de los contratos que suscribieran las Alcaldías a cambio de su respaldo en las elecciones.
En esa investigación tres ex comandantes, muy cercanos a ‘Martín Llanos’, fueron los testigos estrella de la Fiscalía gracias a la contundencia de sus declaraciones. Lo que despierta inquietud es que los mismos argumentos y pruebas que sirvieron para enviar a la cárcel a seis mandatarios, no han sido tenidos en cuenta por la Fiscalía en el caso de los Álvarez. Además, contra ellos no son tres testigos, sino 10 quienes los sindican de todo tipo de alianzas y negocios con la organización de ‘Martín Llanos’.
Desde hace más de un año el grupo de delitos contra la administración pública de la Dijín viene investigando y documentando el caso de los Álvarez. Declaraciones, entre otras evidencias, hacen parte del acervo que han entregado a la Fiscalía sin que hasta ahora allí se tome alguna medida. Según lo manifestado por Carlos Guzmán, alias ‘Salomón’; Jhon Camacho, alias ‘Barbas’; Nelson Parra, alias ‘Siglo XXI’; Nelson Gómez, alias ‘Cerebro’; José Cárdenas, alias ‘Coplero’; Gustavo Ramírez, alias ‘Tábano’, y Nancy Parra, alias ‘Sara’, el señor Milton Álvarez recibió apoyo de las ACC comandadas por Martín Llanos… “a cambio le facilitó un porcentaje de los contratos del municipio y le dio información de contratistas y ganaderos”. Este es uno de los apartes del más reciente informe enviado el pasado 26 de mayo por la Dijín a la Fiscalía, en el cual anexan todas las declaraciones de las personas allí mencionadas quienes narran con lujo de detalles cómo durante las administraciones de los Álvarez en la alcaldía de Tauramena existió una alianza con los paras la cual, entre otras muchas cosas, incluía entregar una gran tajada del jugoso presupuesto de 30.000 millones.
Los hermanos Álvarez han atribuido a venganzas políticas los testimonios de los ex paras que han declarado contra ellos y han negado cualquier vinculación con esos grupos. En tono irónico algunos casanareños llaman a los Álvarez los ‘hermanos teflón’, ya que ninguna de las múltiples denuncias, por graves que sean, los tocan o terminan en una investigación de fondo.
Publicado en Semana, edición 1439 – Fecha: 28/11/09