Con la imputación hecha recientemente por la Fiscalía de Justicia y Paz contra Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’, se espera que en un plazo no mayor a un año se pueda conocer sentencia contra este exjefe paramilitar.
Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’, quien fuera máximo comandante del Bloque Elmer Cárdenas de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), deberá responder ante la justicia por 1.041 crímenes que le fueron imputados recientemente por la Fiscalía 48 de Justicia y Paz, encargada de documentar todo lo relacionado con esta estructura paramilitar que ejerció un férreo control sobre el norte del Urabá antioqueño y chocoano.
Se trata de la segunda imputación, que también cobijó a otros 29 postulados de este Bloque, que se realiza en Antioquia bajo el esquema de priorización, adoptado por la Fiscalía General de la Nación desde junio del presente año y con el cual se buscaba agilizar los procesos de Justicia y Paz.
Como se recordará, la Fiscalía eligió 16 máximos responsables de los bloques paramilitares y frentes guerrilleros que actualmente cursan trámite ante la justicia transicional para concentrar en ellos toda la investigación penal de los crímenes guerra, genocidios y delitos de lesa humanidad cometidos en el marco del conflicto armado.
Así, los equipos de fiscales creados para sacar adelante la priorización se concentraron no solo en la documentación de los delitos de homicidio, desaparición forzada, desplazamiento forzado, reclutamiento forzado de menores de edad y violencia basada en género, sino que además debían construir los llamados patrones de macro-criminalidad, a fin de reconstruir las estrategias del grupo armado,entender sus dinámicas locales, conocer sus aspectos logísticos, modus operandi, entre otros.
En el caso de ‘El Alemán’, la Fiscalía 48 de Justicia y Paz logró documentar y construir los patrones de macro-criminalidad en 915 casos de desplazamiento forzado, 55 desapariciones forzadas, 12 reclutamientos forzados de menores de edad y 14 casos de violencia basada en género.
Los desplazamientos del Cacarica
En lo que a desplazamiento forzado hace referencia, la Fiscalía 48 le imputó a ‘El Alemán’ el delito de “deportación, expulsión, traslado o desplazamiento forzado de población civil”, por los casos conocidos como las tomas a los municipios de Riosucio y Bojayá, en el Urabá Chocano; Dabeiba, en el occidente de Antioquia, así como por la denominada ‘Operación Génesis’.
Por todos estos hechos la Fiscalía logró documentar un total de 915 víctimas directas, cifra relativamente baja si se tiene en cuenta que solo en la ‘Operación Génesis’ reportes de diversas organizacionesdefensoras de derechos humanos señalan que el ingreso de los paramilitares, en connivencia con tropas de la Brigada 17 del Ejército, con sede en Carepa, generó un éxodo masivo en la región superior a las 4.000 personas.
No obstante, la Fiscalía señaló que, además de catalogarlo como crimen de guerra y delito de lesa humanidad, la práctica de expulsar violentamente a los campesinos de los territorios donde ingresaban obedecía a la política de las Auc de ejercer un férreo control social, territorial y de recursos con el fin de quitarle espacios a la guerrilla. Asimismo, para el Ente Investigar existen serias evidencias que varios desplazamientos cometidos por el Bloque Elmer Cárdenas obedecían a intereses relacionados con proyectos agroindustriales, como en el caso de la palma africana.
“En el desarrollo de estas políticas se evidenciaron cuatro grandes prácticas: la de generar temor e inseguridad en la población, las amenazas directas, los homicidios y los desplazamientos generados por combates entre grupos armados al margen de la Ley”, explicó el titular de este despacho, quien añadió que en casos como la Operación Génesis, “contaron con la colaboración de algunas autoridades legalmente constituidas”.
Al respecto, el mismo Rendón Herrera declaró en versión libre ante fiscales de Justicia y Paz, en enero de 2010, que el entonces jefe de inteligencia de la Brigada 17, coronel Jorge Eliécer Plazas Acevedo le planteó al ya fallecido jefe paramilitar Carlos Ardila, alias ‘Carlos Correa’ y a él personalmente en reunión privada, la necesidad de contar con algunos paramilitares para que sirvieran de guías en una gran operativo militar que se desarrollaría contra facciones de las Farc asentadas en los caños Cacarica, Salaquí y Truandó, Bajo Atrato chocoano.
Al ser notificado de esto, el propio Carlos Castaño ordenó proveerlos. Un experimentado Julio Cesar Arce Graciano, alias ‘ZC’, se encargó de reclutarlos y con ellos se presentó a la Brigada 17, quienes luego fueron incluidos en los equipos de militares que fueron transportados por aire y que viajaron hasta la zona del Salaquí el 24 de febrero de 1997.
Así inició la denominada Operación Génesis, que acabaría cuatro días después, luego de intensos bombardeos contra supuestas posiciones de la guerrilla de las Farc, pero que terminó afectando a la población afrodescendiente que habitaba esas zonas. Las afectaciones también correrían por cuenta de los paramilitares que, de manera paralela, se internaron por dos meses más hasta los caseríos de Cacarica, Bijao, La Balsa, Bocas de Limón, La Honda y Salaquí, en el municipio de Riosucio, Urabá chocoano, dejando una estela de dolor y muerte a su paso.
El polémico operativo fue autorizado por el entonces comandante de la Brigada 17, general Rito Alejo Del Río, quien fue condenado el 24 de agosto de 2012 a la pena de 25 años de prisión por el asesinato del labriego Marino López, a quien los paramilitares dieron muerte en pleno desarrollo de este operativo militar conjunto.
Mujeres: botín de guerra
En esta misma audiencia también se conocieron los primeros 14 casos de violencia basada en género que le son imputados a ‘El Alemán’. Según lo ha podido establecer la Fiscalía de Justicia y Paz, si bien no era política explícita de las Auc ejercer violencia sexual contra las mujeres en los territorios donde hacían presencia, también es cierto que muchas zonas del país los paramilitares, valiéndose de su posición de poder, cometieron toda clase de vejámenes y ultrajes contra la población femenina, llegando incluso a utilizar este tipo de violencia como arma de guerra contra el enemigo.
El norte del Urabá antioqueño y chocoano, zonas de dominio del Elmer Cárdenas, no fue la excepción. De acuerdo con la Fiscalía 48, “entre las motivaciones para cometer este ilícito se encontraron, entre otras, la presunta vinculación con el bandocontrario y en un porcentaje aún mayor, el abuso por cuenta del estatus de poder que ostentaban los miembros de la organización en sus zonas de injerencia”.
Los hallazgos del Ente Investigador dan cuenta de dos grandes prácticas por parte de los miembros del Elmer Cárdenas con relación a la violencia basada en género: el acceso carnal violento asociado con servidumbre y esclavitud y el acoso sexual a mujeres de diferentes edades. “Como modus operandi para llevar a cabo estos delitos hubo uso de la fuerza, sometimiento mediante engaños. Asimismo, dentro de las afectaciones sufridas por las víctimas se presentaron desplazamientos forzados, homicidios, embarazos, abortos, enfermedades de transmisión sexual y lesiones personales aparejadas con esta situación”, señaló el titular del despacho 48.
Entre las historias documentadas figura la de M*, quien fue víctima de secuestro, acceso carnal violento y homicidio en hechos ocurridos en el municipio de Riosucio, Chocó, el 5 de mayo de 1999. O el caso de K*, natural también de Riosucio, quien además de haber sido violentada sexualmente siendo menor de edad, fue reclutada forzadamente para integrar las filas del Elmer Cárdenas, en junio de 2003.
El reclutamiento
Si bien el 16 de diciembre de 2011, la Sala de Justicia y Paz del Tribunal Superior de Cundinamarca condenó a ‘El Alemán’ por el reclutamiento forzado de 309 menores de edad, la Fiscalía 48 le imputó 12 nuevos casos de este delito, cometidos en su gran mayoría en los municipios chocoanos de Ungía, Riosucio, Acandí, Turbo, Mutatá y Vigía del Fuerte.
Tanto estos como sobre los aquellos por los que fue condenado, este despacho encontró patrones similares como lo son, de un lado, los reclutamientos individuales realizados por miembros de las Auc entrenados para tal labor, quienes recurrieron a la seducción mediante engaño, la invitación directa y en no pocos casos la fuerza y la intimidación. De otro lado, están los reclutamientos colectivos, para los cuales se realizaban convocatorias abiertas a la comunidad en donde se invitaba a los jóvenes a vincularse con las autodefensas.
Una vez incorporados, los menores de edad eran llevados a escuelas de entrenamiento, la mayoría de ellas ubicadas en el municipio de Necoclí, Urabá antioqueño, en donde recibían adiestramiento militar y entrenamiento físico. En los testimonios recopilados por la Fiscalía se advierte que los jóvenes que no acataban el reglamento de las escuelas eran sometidos a maltratos físicos, verbales y psicológicos.