El Magdalena, bajo el dominio de los señores

      
Todo indica que en Santa Marta y el Magdalena está pasando algo muy turbio. Pero la realidad de lo que allí ocurre depende de si los denunciantes se atreven a hablar públicamente, o lo hacen en voz y baja y con reserva del nombre.


Foto: Archivo Semana

En voz alta, desde los vendedores callejeros de tinto hasta los más reconocidos dirigentes dicen que los problemas de la región son los normales, los mismos del resto del país, que en el departamento reina la institucionalidad y Santa Marta sigue siendo una ciudad muy segura, a pesar de que cada 30 horas, en promedio, es asesinada una persona.

En voz baja, confiesan que las Autodefensas desalojaron a la guerrilla de casi todo el Magdalena (excepto una parte de la Sierra Nevada), pero se han repartido casi todo el departamento, de norte a sur y de oriente a occidente; imponen nombramientos de funcionarios; resuelven los pleitos; cobran vacunas , desde taxistas hasta finqueros; manipulan las elecciones y amenazan o matan a quien se les opone.

El control ha llegado al punto, aseguran, de que nadie toma una decisión importante sin la bendición de los señores , como les dicen a Jorge Cuarenta , Hernán Giraldo, y Chepe Barrera, los jefes de los tres grupos paramilitares que dominan el centro, norte y sur del departamento, respectivamente, y de un montón de pequeños caciques de ametralladora que han impuesto su ley en cada pueblo.

Jorge Cuarenta es considerado amo y señor del Magdalena. Es hombre de confianza de Carlos Castaño y de Salvatore Mancuso, jefes de las Autodefensas Campesinas de Córdoba y Urabá (Aucc), y hace presencia en el departamento desde 1999.

Su poder se consolidó desde febrero del 2002, tras vencer al grupo de Hernán Giraldo. Este le cedió su mando luego de que los hombres de Jorge Cuarenta le mataron a más de 70 miembros de su organización en una guerra que duró cuatro meses.

Giraldo y sus hombres, llamados Los Chamizos , siguen controlando buena parte de la Sierra Nevada y los alrededores de la vía que lleva a Riohacha, pero bajo la dirección de Jorge Cuarenta .

Chepe Barrera , el tercer jefe paramilitar del departamento, es un campesino santandereano de unos 70 años que actúa en el sur, mediante una especie de franquicia entregada por las Aucc.

A estos grupos, especialmente a los dos primeros, les atribuyen las autoridades el control de la producción y tráfico de cocaína a través del Atlántico, con la Sierra Nevada como sede estratégica para sus operaciones.

Los paras en la política Con el poderío económico y militar alcanzado, dice un analista del fenómeno, los paras comenzaron a extorsionar y a presionar a diferentes sectores de la sociedad samaria, parte de la cual, incluso, había promovido la creación de estos grupos desde mediados de los 80, para defenderse de los secuestros, extorsiones y asesinatos cometidos por las Farc.

El siguiente paso de los paramilitares, cuentan algunas personalidades, fue incidir en la política regional en favor de algunos candidatos.

Pero su intromisión directa en la política, en opinión de algunos dirigentes, comenzó en 1997 con el asesinato del médico y bioquímico Nicolás María Polo Pertuz, candidato a la alcaldía de Pivijay por un movimiento cívico.

Otro hecho notorio en el empoderamiento político de las autodefensas ocurrió el 17 de mayo del 2000. Unos 60 hombres incursionaron en la finca La Sonora, hurtaron 162 reses, quemaron algunas instalaciones y dejaron un mensaje en la pared: Por corrupto, si la justicia no los corrigió, los corregimos nosotros: Auc .

La hacienda era propiedad de la familia de Armando Pomarico Ramos, ex presidente de la Cámara, involucrado por esa época en un escándalo de corrupción por 5.000 millones de pesos y condenado hace dos semanas a 12 años de prisión.

Desde entonces las Autodefensas se han ido fortaleciendo, aseguran algunos líderes del Magdalena, especialmente en el sur del departamento, donde mantienen un discreto pero efectivo control sobre las actividades de la población.

Los políticos del Magdalena saben que las Autodefensas hablan en serio. A esa organización le atribuyen algunos de los 2.029 homicidios cometidos en el departamento entre enero del 2001 y septiembre pasado.

Entre las muertes atribuidas a las autodefensas en los últimos cuatro años figura un alcalde, candidatos a alcaldías y concejos municipales y hasta un ex gobernador. Uno de los crímenes más recientes, el del candidato liberal independiente a la Alcaldía de Concordia, Efraín Eugenio Escalante, en noviembre del año pasado, desató una asonada contra oficinas del Estado y un intento de linchamiento del alcalde del pueblo, que alcanzó a ser rescatado por la Policía.

Los habitantes señalaron que las autodefensas asesinaron a Escalante porque este se negó a renunciar a su aspiración.

Y es que, según las denuncias, los paramilitares se han convertido en la máxima autoridad en algunas zonas rurales. Su control social ha llegado al punto de que, en algunos municipios del sur, prohiben los pantalones descaderados, les afeitan la cabeza a las mujeres acusadas de infidelidad y a las que consideran chismosas las ponen a barrer la plaza.

Un jefe político dice que su candidato a la alcaldía de un municipio tuvo que renunciar junto con otros tres aspirantes, luego de que los paramilitares los citaron para notificarles que ni se les ocurriera inscribirse.

Se dan el lujo de dejar competir a dos candidatos avalados por ellos , dice un dirigente local.

El trupillo de San Angel Todos, y cuando te digo todos, son todos, los políticos del Magdalena se han reunido en alguna ocasión con los paramilitares, así como en otra época tocaba reunirse con la guerrilla en muchos municipios , dice un samario que ha asistido a estos encuentros.

Todos han ido a chupar sol debajo del trupillo de San Angel , dice un funcionario para graficar las reuniones que a veces les imponen los paramilitares a los alcaldes y sus administraciones, debajo de un árbol, en las planicies reverberantes de ese municipio del oriente del departamento.

Los humillan, les piden cuentas y les dicen que no sirven para nada, que son unos brutos , cuenta una persona de la región.

Pero no todas las reuniones son de ese estilo. Cuando se trata de políticos de alto turmequé, los encuentros se realizan en fincas situadas a más de cinco horas en carro de Santa Marta, a las que se llega por trochas vigiladas por hombres armados y comunicados permanentemente. Son reuniones con sancocho de gallina o ternera a la llanera y whisky Old Parr y buen vallenato , explica.

En esas citas, según el testimonio, el jefe para hace un listado de cuántos votos le puede poner a un candidato en determinados lugares. Incluso organiza grupos de municipios y se los asigna a un aspirante.

A los paras , dice, les interesa tener políticos aliados para defender unos puntos clave como los mecanismos para mantener el control territorial en una eventual desmovilización y garantizar el silencio y la omisión ante los abusos que cometen sus integrantes.

Cuentan que una de las reuniones más grandes con políticos de la región ocurrió a finales de julio pasado, días antes de que se cerraran las inscripciones para las elecciones de alcaldes, gobernadores, diputados y concejales.

Según la fuente, en esa reunión se concretó casi todo el mapa político del Magdalena para los próximos tres años.

Pero no todos los que han asistido a las reuniones, hicieron pactos con las Autodefensas. Algunos políticos, cuando se dieron cuenta de qué se trataba, se retiraron, pero ellos o sus candidatos no pueden ganar porque los hacen renunciar o les manipulan las votaciones , agrega una de las fuentes.

Nadie ha denunciado El gobernador del Magdalena, José Domingo Dávila, afirma que no tiene información sobre amenazas o presiones a candidatos. He hecho más de 3 o 4 consejos de seguridad electoral y diez comités de seguimiento y nadie ha denunciado nada parecido , dice.

Hace poco visité seis municipios del sur durante dos días, hablé con algunos aspirantes y no recibí información en ese sentido, pero no puedo decir si es o no cierto , agrega el primer mandatario del departamento.

Sin embargo, un político afirma que en el sur y centro del Magdalena solo pueden hacer campaña los candidatos que tienen la bendición de los señores . Nosotros, para ensayar, mandamos unos afiches a un pueblo y cuando nuestra gente salió a pegarlos, los amenazaron. Así quién va , cuenta.

Y dónde están los grandes dirigentes del departamento?, es la pregunta que se le hizo a varias personas, incluidos notables representantes de la sociedad regional.

Arrodillados , contestan algunos. Asustados , apuntan otros. Yo estoy en uno de esos grupos , reconoce, impotente, uno hombre de apellido notable en el departamento, a quien se le nota el temor cuando menciona a los señores .

El mismo hace un análisis descarnado: La clase política era la misma que vivía del banano, los hijos de la gente adinerada no se prepararon para dirigir un departamento, para crear industria y cuando la bonanza se acabó a muchos les resultó más fácil aliarse con los paras y el narcotráfico. Cuando se dieron cuenta de lo que habían hecho ya era muy tarde .

Y agrega: Hay gente con mucha plata que solo va al exterior a los mundiales de fútbol en lugar de ir a una universidad .

Esa falta de liderazgo es la que les preocupa a muchos samarios: Si se desmovilizan (las Autodefensas), quién va a liderar un proceso político para evitar que otro grupo cope los espacios que tiene ahora las autodefensas y que antes tuvieron los marimberos y la guerrilla. Aquí todo el mundo pasa por encima de los dirigentes , dice.

Ante estas situaciones, algunas personas han echado a correr, de boca en boca, la propuesta del voto en blanco. Pero nadie promueve abiertamente la iniciativa.

Esta propuesta clandestina, afirman algunos samarios, parece ser el único mecanismo que les ha quedado a los magdalenenses para preservar la limpieza de su voto. Y aunque todo el asunto suena bastante oscuro, los habitantes de esta región también desfogan su temor o se aplican su propia anestesia con chistes crueles.

En uno de los pueblos del sur, por ejemplo, donde existe un oscuro jefe paramilitar cuyo nombre de guerra, El Grillo , pone a temblar a más de uno, los habitantes decidieron llamarlo a sus espaldas con un apodo que les pareció menos amedrentador. Le dicen, entre dientes y en tono confesional, La Libélula .

VOTACIONES INUSUALES Entre los extraños fenómenos políticos que despiertan comentarios suspicaces en las calles de Santa Marta y tímidas denuncias por parte de algunos líderes, están las seis candidaturas únicas para igual número de alcaldías del sur del departamento en las elecciones del 2000, así como la actual candidatura, también única, para la gobernación del Magdalena.

Trino Luna Correa, un reconocido dirigente con más de 17 años en las lides políticas y ex candidato a la gobernación en los comicios pasados, con 28 mil votos, es el virtual nuevo mandatario del departamento.

Luna Correa, de 40 años y a quien llaman El delfín del sur , rechaza enfático los señalamientos de que su solitaria candidatura sea producto de presiones paramilitares a otros aspirantes.

La unidad política que hoy se da es consecuencia de los síntomas peligrosos de un departamento que no tiene capacidad de inversión, que tienen los cinco principales hospitales ad portas de cerrarse, que tiene una malla vial fracturada y que lo lógico es que la gestión se debe dirigir a los niveles centrales , le dijo a este diario el aspirante, quien afirma estar dispuesto a que las elecciones del próximo domingo en su departamento sean sometidas, incluso, a veedurías.

El otro suceso político que todavía genera polémicos comentarios en Santa Marta es el inusual resultado para Senado yCámara que se presentó en las elecciones pasadas en el sur del Magdalena.

Tres aspirantes a Senado, Dieb Maloof, Salomón Saade y Luis Vives y tres a Cámara, José Gamarra, Jorge Caballero y Alfonso Campo acapararon casi el 90 por ciento de la votación en determinados pueblos del centro y sur de departamento, mientras que en Santa Marta y en los pueblos cercanos a la capital, los sufragios se distribuyeron de manera más equilibrada (ver gráfico).

Los detractores de estos candidatos les adjudican los resultados a presiones de grupos armados.

El senador Salomón Saade afirma que este fenómeno se debe a que los políticos favorecidos en las urnas son los únicos que han trabajado por los pueblos de la provincia a lo largo de muchos años y por eso han logrado acumular un capital político en esas regiones.

El secretario de Gobierno del Magdalena, Arturo Camargo, tiene una forma particular de explicar el fenómeno: Lo que ocurre es que aquí cada quien sabe dónde está su potencia electoral y entonces no bota pólvora en gallinazos… .