Qué tan cerca estaban los hijos del expresidente Álvaro Uribe Vélez del entonces concejal de Santa Marta, Héctor Rodríguez y éste a su vez de los paramilitares de Hernán Giraldo. La versión de ‘El Canoso’ y la respuesta de los Uribe.
Tomás y Jerónimo Uribe. Foto Semana |
Héctor Ignacio ‘Nacho’ Rodríguez Acevedo fue elegido concejal de Santa Marta con el apoyo del bloque Resistencia Tayrona, obteniendo en el año 2003 una de las más altas votaciones. La orden en las 93 veredas de la Sierra Nevada era votar por él. Con el aval de Hernán Giraldo fue escogido como el candidato que esa organización armada apoyaría al concejo de la ciudad para que gestionara recursos para construir escuelas, puestos de salud y mejorar las vías.
Giraldo necesitaba a un concejal, es lo que ha dicho en sus versiones ante Justicia y Paz desencantado de haber votado por todos los políticos del Magdalena que fueron a su campamento a prometer y pedirle su apoyo, pero nunca hicieron nada.
José Gélvez Albarracín, alias ‘El Canoso’, dijo en una versión ante Justicia y Paz que conoció a Rodríguez desde 2003 cuando él asumió como comandante político del Resistencia Tayrona y el político había empezado su campaña al concejo de la capital del Magdalena de la mano con el exsenador Luis Eduardo Vives Lacouture. Además, en una finca del papá de ‘Nacho’ en Buritaca, los paramilitares hacían reuniones y se escondían de antinarcóticos.
‘Nacho’ era la voz de La Sierra en el concejo, su campaña la inició con una estrategia encaminada a la erradicación de los cultivos de coca y es célebre una foto del exconcejal con el exsenador Luis Eduardo Vives arrancando varias de ellas con sus manos. El respaldo político de los paramilitares a Rodríguez no era un hecho que pasara desapercibido, más aún si muchos candidatos subían al campamento de Giraldo a pedirle apoyo en sus aspiraciones.
Rodríguez, un arquitecto de 30 años y sin mayor trayectoria política, obtuvo el aval del movimiento Colombia Viva y consiguió la segunda votación más alta en las elecciones para el Concejo, con 3.188 sufragios. La primera fue la de Romualdo de Jesús Macías Sobrino, también relacionado con paramilitares.
Su campaña política del 2003 se desarrolló principalmente en el corregimiento Guachaca, en las estribaciones de la Sierra, donde supadre tenía una finca.
El joven político no sólo contaba con una ‘gran sombrilla política’, tenía una buena fachada económica.
Es hijo del oficial Héctor Rodríguez (QEPD), retirado de la Armada Nacional, propietario de unas prospera naviera que prestaba servicios portuarios, con oficinas en el edificio Bahía, donde también tenía oficina José Gelvez Albarracín, alias ‘El Canoso’. Nacho era en enero del año 2004 una celebridad en Santa Marta. Y la afinidad entre alias ‘Nacho’ y ‘El ‘Canoso’, estaba determinada por la misma vocación: la política.
Mientras Rodríguez era el concejal que representaba a Hernán Giraldo ante la administración de Santa Marta, Gelvez Albarracín llevaba un año como comandante político del grupo.
En su primera versión ante Justicia y Paz (mayo 24 de 2010, El canoso revela existencia de otro pacto entre políticos y paras en Magdalena, Pacto de El Difícil), dio a conocer cómo fueron escogidos el gobernador Trino Luna, así como alcaldes (incluido el de Santa Marta), concejales y diputados. ¿A qué se dedicaban ‘El Canoso’ y ‘Nacho’ Rodríguez en Santa Marta? Era algo sobre lo cual los samarios tenían certeza: eran la cara politica del paramilitarismo.
‘El Canoso’ fungía de enlace político entre los paramilitares y el entonces gobernador Trino Luna Correa, tanto así que en 2005 apareció una foto en la que se ve al gobernador Luna presidiendo una delegación de empresarios, periodistas y finqueros magdalenenses que viajó a Quindío para observar el funcionamiento de las fincas turísticas y tomar el modelo y replicarlo en la Sierra Nevada. Esto no tendría nada de particular, de no ser porque en la foto de los delegados figura ‘El Canoso’.
En su momento, Pablo Beltrán, secretario de la Gobernación, dijo que en el momento en que se hizo ese viaje, ‘El Canoso’ no estaba en dificultades con la justicia. Por eso, al no existir ningún impedimento legal, fue incluido en la comitiva como propietario de fincas en la Sierra Nevada. Además, explicó que la mayoría de los viajeros eran finqueros y empresarios del sector turístico, y que como resultado de esa visita, hubo un intercambio de experiencias y hoy hay 16 fincas operando como hoteles en Magdalena y que se están habilitando otras 45.
Sin embargo, según varios testigos, para el momento del viaje a Quindío, en Santa Marta era un secreto a voces que ‘El Canoso’ era conocido como el segundo al mando de ‘Hernán Giraldo’. Otro de los acompañantes era el entonces concejal Héctor ‘Nacho’ Rodríguez, del que luego se sabrían sus vínculos con el narcotráfico y sus relaciones también con Hernán Giraldo, de quien se dice habría obtenido su respaldo para sus aspiraciones electorales.
En Santa Marta y Magdalena la penetración de los grupos armados ha sido algo normal. El mercado estaba en manos de Hernán Giraldo y la construcción y los negocios turísticos estaban en manos de personas que han terminado extraditadas como ‘El Mono’ Abello (negocios agrícolas e inmobiliarios); y algunos miembros de la familia Olarte (Marco y Aristóteles), propietarios de varios hoteles y fincas bananeras, han estado en la cárcel por narcotráfico o por presuntas relaciones con bandas criminales.
Gelvez ha dado de detalles de cómo fue la campaña de Trino Luna en el 2003, que para entonces no tenía ni para los transportes. Por eso, cuando la semana pasada reveló detalles de la presunta participación de los paramilitares en la concesión del Parque Tayrona, su versión provocó revuelo, porque la gente se pregunta en Santa Marta es: ¿si las autodefensascontrolaban el territorio y muchos negocios, cómo era que les iban a concesionar el parque y dejarlos a ellos por fuera? Es algo que las autoridades deberán investigar, mientras tanto ese contrato estará bajo sospecha.
También se refirió ‘El Canoso’, a la relación entre ‘Nacho’ y los hijos del expresidente Álvaro Uribe Vélez, Jerónimo y Tomás, quienes según el excomandante paramilitar, iban con frecuencia a Santa Marta y tenían negocios de artesanías. ‘Nacho’ les vendía aretes, pulseras y ensaladeras al parecer y de acuerdo con la versión de José Gelvez, el político había cultivado una amistad con Jerónimo y Tomás Uribe, con quienes había empezado una relación comercial, de la cual resultó una amistad.
Los Uribe iban con alguna frecuencia a Santa Marta, y en una de esas ocasiones ‘Nacho’ le presentó a ‘el Canoso’ a los hijos del presidente. En esa ocasión fueron hasta el Parque Tayrona en un remolcador de la naviera de la familia del exconcejal. Ese día, recuerda Gelvez, los escoltas se quedaron en Santa Marta, en la marina del edificio La Cascada, mientras los hermanos Uribe se fueron a las playas del Parque Tayrona. Según la versión del paramilitar, los hermanos Uribe se fueron con Nacho y Gelvez hasta unas playas, hicieron disparos con los fusiles y departieron hasta las cuatro de la tarde.
La fiscal le preguntó cuál era la relación entre los hijos de Uribe con Nacho, a lo cual contestó diciendo que él los conocía desde el año 2003, que participaron en una comparsa en los carnavales de Barranquilla que se llamó la ‘Fiebre Amarilla’, en defensa del Tití cabeciblanco, que estaba en riesgo por la fiebre amarilla. Cuando Jerónimo y Tomás iban a Santa Marta, hacían planes con Nacho. También relató que al exconcejal y a los Uribe los unía el negocio de las artesanías, pues Nacho tenía una empresa que se llamaba Artcoco y puso en contacto a Tomás y a Jerónimo con indígenas y artesanos. Esta relación hizo crecer el negocio de ‘Nacho’, pues les suministraba productos a Salvarte.
El paramilitar aseguró que los hijos del presidente sabían de sus vínculos con las Auc, y además conocían que ‘Nacho’ había sido elegido con el apoyo de los paramilitares. Incluso, los Uribe preguntaron si podían conocer al señor Hernán Giraldo, y se hizo la consulta con respuesta positiva de Giraldo, pero nunca se realizó la reunión. También dice que compartieron en una ocasión en Bogotá en el restaurante Gaira en la fiesta de lanzamiento de Laura Abisamabra, aunque ese acto no tenía nada que ver con la organización paramilitar.
Rodríguez fue capturado y extraditado a Estados Unidos en 2008 por los delitos de concierto para suministrar material de apoyo a una organización terrorista extranjera (las Auc) y concierto para portar, usar y poseer un arma de fuego durante y en relación con narcotráfico y delitos violentos. El año pasado regreso en silencio a su natal Santa Marta luego de pagar 36 meses de cárcel.
La respuesta de los Uribe Moreno
En un comunicado, Tomás y Jerónimo reconocieron que sí conocieron a “Héctor Ignacio Rodríguez, en el año 2004, por amigos comunes de Santa Marta y por su participación en una compañía que fabricaba artesanías de coco con artesanos de la Sierra Nevada, promocionadas en programas financiados por el gobierno americano”.
En el comunicado los Uribe aseguraron que “jamás tuvimos indicios de la vinculación del señor Rodríguez con actividades ilícitas o grupos al margen de la ley. Los encuentros que sostuvimos, entre ellos un paseo de una tarde al parque Tayrona, a plena luz del día, estuvieron rodeados de personas serias como el actual alcalde de la ciudad de Santa Marta, que confiaban plenamente en el señor Rodríguez y pueden dar fe de la reputación que lo precedía”.
Para terminar, en el comunicado los Uribe dijeron que “el testimonio del criminal alias ‘El Canoso’ -aquién no conocemos- está plagado de mentiras: falsos encuentros y falsas intenciones, la mayor de todas, la más absurda e imposible de probar, nuestra supuesta intención de reunirnos con Hernán Giraldo, a quién jamás hemos conocido y por quien jamás hemos preguntado”.