El ex senador es procesado por su presunta responsabilidad en los delitos de tráfico de estupefacientes y concierto para delinquir con fines de narcotráfico.
Juan Carlos Martínez se convirtió en los últimos años en uno de los poderes electorales de Valle del Cauca. Fue condenado por parapolítica y ahora es investigado por narcotráfico. Foto: archivo Semana. |
Luego de que la Unidad de Interacción Marítima y Narcotráfico (Unaim) de la Fiscalía, dictara el pasado martes medida de aseguramiento, sin beneficio de excarcelación, al ex congresista Juan Carlos Martínez Sinisterra, este jueves se definió que su sitio de reclusión será la cárcel La Picota de Bogotá.
Martínez estuvo recluido en este penal en 2009 mientras fue investigado y juzgado por parapolítica. Pero en esa cárcel el ex congresista protagonizó varios escándalos como la ampliación de su celda y la realización de una gran fiesta para celebrar su cumpleaños que incluyó una orquesta de salsa. Por ese motivo fue trasladado a la cárcel El Bosque de Barranquilla.
Ahora el ex senador afrontará un nuevo proceso ante los tribunales por sus vínculos con los paramilitares del Bloque Calima, pero en esta ocasión por temas relacionados al narcotráfico y no a apoyos electorales.
Martínez fue capturado el pasado 26 de junio de este año para que rindiera indagatoria. Tras escuchar su testimonio, la Fiscalía decidió emitir medida de aseguramiento para continuar la investigación en su contra.
El ex congresista había dejado la cárcel en junio, luego de que el Juzgado Quinto de Ejecución de Penas de Cali le concediera el beneficio de libertad condicional, tras cumplir las tres quintas partes de su condena por parapolítica.
En junio de 2011 la Corte Suprema de Justicia encontró culpable al ex senador de aliarse y de recibir el apoyo electoral de los paramilitares de Valle de Cauca para ganar las elecciones al Congreso de la República de 2002.
Pero en esta ocasión, Martínez es procesado por narcotráfico a raíz del testimonio de Armando Lugo, alias ‘El Cabezón’, uno de los jefes desmovilizados del Bloque Calima. Durante sus versiones libres ante fiscales de Justicia y Paz, ‘El Cabezón’ declaró que conoció algunas reuniones entre el ex senador y el ex jefe paramilitar alias ‘HH’, en las que definieron el impuesto o gramaje que Martínez debía pagarle a los paramilitares para que le dejaran sacar drogas por Buenaventura.
Luego de recibir el testimonio del ex paramilitar, Justicia y Paz compulsó copias para que las autoridades correspondientes establezcan la veracidad del testimonio de Lugo y determinen el grado de responsabilidad de Martínez. Justicia y Paz sólo puede procesar a las personas postuladas al proceso de justicia transicional y el ex senador no es uno de ellos.
A raíz de ese procedimiento, la Fiscalía 24 de la Unaim visitó en dos ocasiones al ex paramilitar en la cárcel para recibir su testimonio. Las indagatorias, según le dijeron al diario El País de Cali fuentes cercanas al proceso, se dieron el 29 de marzo y el 25 de mayo de este año.
Cuando Martínez quedó en libertad condicional, estaba purgando la condena de siete años y cinco meses de prisión desde su casa de Yumbo por parapolítica. El 14 de marzo de este año un juez de ejecución de penas falló a favor del ex congresista una tutela que interpuso para tener ese beneficio a raíz de la muerte de su esposa.
Nelly Bonilla Venté, con quien el ex senador tuvo dos hijos (menores de edad), falleció el pasado 27 de febrero, tras no recuperarse de un trasplante de hígado al que fue sometida. Por esa razón, el ex senador pidió la casa por cárcel para poder asumir el cuidado de los menores.
Desde el momento de su captura, el político ha negado las nuevas
sindicaciones que hay en su contra y dice que este proceso corresponde a
un complot.