Varios gremios reconocen que el país vive un momento incierto. Analistas advierten que la economía frenó en seco. Sin embargo, unos y otros señalan que la reforma tributaria se debe realizar.
En medio de una abstención no vista en más de 20 años, un estrecho margen de votos inclinó la balanza a favor de la no refrendación del acuerdo de paz. Foto: archivo Semana.Mientras el país se repone de una de las decisiones más importantes de su historia reciente, desaprobar en las urnas los acuerdos logrados con las Farc en La Habana, los gremios económicos se preparan para afrontar las consecuencias de esa decisión, tomada por el 50,21% de los votantes, contra el 49,78% que optaron por el Sí.
Como una victoria de la democracia calificó el resultado Guillermo Botero, presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco): “La democracia opera y afortunadamente tenemos democracia y eso a decir verdad nos deja bastante satisfechos.”
Los gremios por ahora aseguran que no hay pérdidas económicas tras la victoria del No, pero hay un sentimiento de desasosiego mientras se conoce el futuro de los acuerdos alcanzados entre el gobierno nacional y las Farc. “Acá hay gente jugando más en el tema de cara a las elecciones de 2018 y entonces lo que uno espera es que no sevaya hasta allá, sino que se resuelva rápidamente”, señaló, por su parte, Javier Díaz presidente de la Asociación Nacional de Comercio Exterior (Analdex).
La sensación de intranquilidad también la expuso el sector turístico del país a través de su representante Gustavo Toro, presidente ejecutivo de la Asociación Hotelera y Turística de Colombia (Cotelco): “El No nos llevó a una situación un poco complicada, en la medida en que se genera mucha incertidumbre a cuenta de qué va a pasar con elproceso de paz”, aunque aclaró que es muy prematuro pensar en afectaciones económicas en el sector. El ejecutivo también se mostró expectante ante el resultado de las conversaciones que adelantan desde el pasado lunes los representantes del No y del gobierno nacional.
Entre tanto, para la Federación Nacional de Ganaderos (Fedegan), encabezada por su presidente José Félix Lafaurie, la situación que vive el país es una oportunidad para renegociar los acuerdos y escuchar sectores que no fueron tenidos en cuenta durante la negociación.
“El gobierno debería abrir esa compuerta, porque evidentemente a lo largo de estos 3 o 4 años el único sector del país que realmente tuvo firmeza y claridad en aquellos temas que podrían afectar al sector rural fue el gremio ganadero. Hoy, ese escenario, todavía no se ha abierto”, dijo el líder gremial y de paso contó que le había solicitado una cita al presidente Santos para hablar del tema con la junta directiva de Fedegan: “Creo que lo natural es que nosotros también tengamos una oportunidad a propósito de la coyuntura que vive el país”.
Freno en seco
El día posterior al plebiscito el precio de dólar aumentó, con lo que se afectan las importaciones necesarias para la manufactura local. Foto: archivo Semana.El efecto del No sí se sintió en la economía. Así lo explicó Wilson Tovar, gerente de investigaciones económicas de Acciones y Valores, firma comisionista de bolsa, explicó que la inversión en regiones tuvo un freno en seco, a la espera de cómo evolucionan las conversaciones.
Son dos actores claves a los que hay que estar atento, según Tovar: “De un lado, a los inversionistas extranjeros, que han estado entrando a Colombia apostándole a este proceso y ratifiquen su intención de quedarse; del otro, a los empresarios locales, si invierten en ampliar su maquinaria, su inversión, para atender el mercado local”.
Este analista de mercados no duda en señalar los agentes económicos esperan que una economía en paz “pueda llevar más inversión a esos lugares que necesitan suplir muchas necesidades: colegios, hospitales, carreteras, infraestructura que muchas regiones del país no la tienen y que han estado muy lejos de la presencia del gobierno”. No obstante, reiteró que “estamos en un momento de ‘stand by’, esperando ratificar esa intención del país”.
Los resultados del domingo pasado se vieron reflejados también en el mercado cambiario. El dólar terminó la jornada del viernes antes del Plebiscito por la Paz con una tasa representativa de 2.880,08 pesos, pero el lunes después de las elecciones llegó a 2.937,23 pesos. Durante la semana alcanzó un máximo de 2.964,93 pesos.
¿El aumento en elprecio del dólar se debe a la victoria del No en el plebiscito? “Nadie sabe si es por eso. Ha subido, pero es una conclusión que no es lógica. El dólar ha llegado a estar en 3.400 pesos. Hoy está por debajo de los 3.000 pesos, no hay ningún problema y en ese rango lleva más de un año”, explicó Botero, presidente de Fenalco.
Pero otra idea tiene Tovar, de Acciones y Valores: “Indiscutiblemente sí subió, 80 pesos en el primer día. La intensión sigue siendo de que si la vulnerabilidad y el riesgo del país se materializa seguiría (el dólar) con la tendencia alcista”.
Habrá reforma tributaria
El Congreso de la República debe iniciar en las próximas semanas el trámite de una nueva reforma tributaria.Foto: archivo Semana.Una de las banderas de los opositores al acuerdo entre gobierno nacional y Farc fue el argumento que insistía en el aumento de impuestos para financiar el llamado posconflicto. Para ello, insistieron en la idea de que sería necesaria una reforma tributaria que permitiera costear todas las aristas que tiene el pacto con las Farc.
Sin embargo, todo parece indicar que la reforma tributaria, independiente del resultado del Plebiscito por la Paz, será presentada por el gobierno nacional al Congreso. “Creo que el país la necesita, es fundamental, espero que eso ocurra finalmente. Y esperamos que el Congreso trabaje de manera muy responsable en la materia”, sugirió Díaz, presidente ejecutivo de Analdex.
A esa posición se adhirió Toro, presidente de Cotelco: “Lo que el gobierno ha planteado es que de todas maneras va a presentar. En el Consejo Gremial Nacional hemos manifestado la necesidad de que la reforma se presente, pues hay unas dificultades muy importantes”.
Además, según Tovar, la estructura del gobierno necesita ser financiada y por ello la reforma tributaria es imperativa: “Ese presupuesto que ya aprobaron en el Congreso vale 224 billones, pero al presupuesto del año entrante le falta una ‘platica’ y si no le llega pues estamos en una situación difícil porque el gobierno no tendría los recursos suficientes para atender los compromisos. Y sería una muy mala gestión internacionalmente, porque nosotros estamos comprometidos con una regla fiscal. Si esa regla fiscal no se cumple vamos a tener una menor confianza de los extranjeros en nuestro país.”
Mientras se examina el camino más adecuado que se deben tomar para resolver el desacuerdo sobre lo pactado con las Farc, los gremios están en un momento de incertidumbre difícil de explicar; aunque coinciden en que aún no es posible reportar pérdidas económicas, son conscientes de la zozobra que vive el país. Las semanas venideras serán claves para verificar qué tanto el No afectará los bolsillos de los colombianos.
