“Todo nuestro territorio fue prácticamente destruido”

      

Entre el 25 y 28 de abril del 2000, después de un combate con el Ejército y grupos paramilitares, guerrilleros del frente 21 de las Farc mataron a 14 personas de varias veredas aledañas al corregimiento de Puerto Saldaña. Un campesino cuenta cómo dejo abandonadas sus tierras para vivir las penurias del desplazamiento, que aún no termina en Ibagué.

“Para esa época yo tenía una finca en la vereda del Edén que quedaba a 20 minutos de Puerto Saldaña, con mi familia vivíamos de lo que se cultivaba. En esa fecha, aproximadamente 2.000 guerrilleros bombardearon con cilindros toda la zona, también tuvieron combates con la fuerza pública y otros grupos del lugar.

Junto con mi familia nos tocó escondernos debajo de unas piedras en unos cultivos de café, allí sobrevivimos tres días mientras todo se calmaba. Mi vecino no quiso huir y los guerrilleros lo mataron y lo incineraron dentro de su propia casa. Es un momento difícil de recordar por el impacto que tuvo en la población, todo nuestro territorio fue prácticamente destruido.

Alrededor de Puerto Saldaña masacraron a muchos campesinos. Por ejemplo, a un señor que le decían “Petróleo” lo mataron junto a sus hijos, a otro señor le quemaron la casa y todos sus cultivos de café. Se veían por todo lado casas quemadas y mucha gente desesperada.

Cuando todo se calmó, logramos salir y nos dirigimos a Ríoblanco, no me quise quedar allá y me fui directamente a Ibagué. Al llegar a la ciudad pasamos muchas necesidades porque no teníamos donde vivir, tanto así que solo teníamos para una comida diaria, la verdad estábamos a punto de morirnos de hambre.

Después de tanto desespero, muchas víctimas decidimos tomarnos un lote abandonado cerca a lo que hoy se conoce como “La Isla”. Allí duramos 18 meses, el 60% de los habitantes de Puerto Saldaña llegaron a este lugar, fue una de las invasiones más grandes que hubo en Ibagué. Los habitantes del sector nos ayudaron mucho, hasta el más humilde llegaba con ropa o comida. Para nosotros fue una bendición de Dios conseguir ese lote, porque para la misma época estaba llegando mucha gente de Caquetá y otras partes de Colombia.

Pero en el lote tuvimos varias dificultades, porque comenzamos a estar en un asinamiento muy fuerte, hasta nos tocó romper un tubo para recoger agua porque ya habían más de 700 personas en el lugar. A parte del problema de vivienda comenzamos a recibir muchas amenazas, me acuerdo tanto de una madrugada que unos hombres iban en un carro y comenzaron a insultarnos y a decirnos que nos iban a poner bombas.

Después de estar varios meses allá, algunas familias salimos beneficiadas con un pequeño subsidio. Pero fue poco lo que cambió, la guerrilla nos seguía amenazando. Yo me la pasaba todos los días tocando puertas en las instituciones para lograr que el Estado nos devolviera nuestras tierras. Muchos líderes fueron asesinados y otros tuvieron que huir, en ese momento tomé la decisión de quedarme al frente y seguir luchando por las víctimas.

Actualmente vivo en arriendo y en realidad mi situación es muy precaria, por eso deseo tener un pedazo de tierra para que mis hijos y nietos tengan la oportunidad de tener un nuevo futuro, porque ya nosotros no pudimos”.

Esta victima relató su historia al proyecto Rutas del Conflicto usando la herramienta Tu memoria cuenta.

Yo sobreviví al conflicto es un proyecto de periodismo testimonial y participativo que le da continuidad a las Rutas del Conflicto, proyecto de Verdad Abierta y el Centro Nacional de Memoria Histórica, y que busca que las víctimas cuenten su propia historia sobre hechos poco visibles. Usted puede mandar su testimonio a Tu memoria cuenta www.rutasdelconflicto.com o al correo verdadabierta@gmail.com.

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