Horas después de que la justicia decretara libertad inmediata de los tres líderes sociales capturados la semana pasada, uno de ellos conversó con VerdadAbierta.com y explicó algunos de los argumentos presentado por la Fiscalía en su contra e insistió en su inocencia.
La noticia cayó como un baldado de agua fría entre las organizaciones defensoras de derechos humanos. Teófilo Acuña, Adelso Gallo y Robert Daza habían sido detenidos tras varios operativos realizados por agentes de la Policía Nacional en las ciudades de Villavicencio (Meta), Barranco de Loba (Bolívar) y Pasto (Nariño).
A los tres líderes sociales, pertenecientes al Coordinador Nacional Agrario de Colombia (CNA) y Congreso de los Pueblos, la Fiscalía 174 de la Dirección Especializada Contra las Organizaciones Criminales (Decoc) los acusó de pertenecer a las redes de apoyo de la guerrilla del Eln, razón por la cual se les abrió un expediente en el Juzgado de Control de Garantías de la Ciudad de Popayán.
Luego de ser presentados ante el Juzgado Segundo Ambulante con Función de Control de Garantías de la ciudad de Pasto, para que ante ese tribunal se legalizaran las detenciones y se les definiera si iban a la cárcel o no, anoche ese despacho ordenó la libertad inmediata de Acuña, Gallo y Daza, tras considerar que no representaban un peligro para la sociedad y valorar el impacto que tendría esa decisión en las comunidades que representan.
Horas después de salir del lugar de detención en Pasto, Robert Daza habló con este portal sobre su caso y el de sus dos compañeros, considerado por las organizaciones defensoras de derechos humanos como un “falso positivo judicial” con el que se pretende amedrentar a los líderes sociales, un riesgo más que se suma al asesinato sistemático registrado este año, que ya deja a 120 víctimas según los registros de Naciones, 135 –cifras parciales a septiembre– de acuerdo con Somos Defensores y 296 reportados por Indepaz. (Leer más en: Líderes sociales judicializados: ¿quiénes son Teófilo, Adelso y Robert?)
VerdadAbierta.com (VA): ¿Por qué cree que se da esta judicialización?
Robert Daza (RD): Porque hay una estigmatización de las organizaciones nuestras, del Congreso de los Pueblos, del Coordinador Nacional Agrario; por la labor que se ha hecho y se ha cumplido a nivel nacional en el Paro Nacional Agrario, en el paro cafetero; además, por liderar toda esa lucha en defensa en el territorio, sobre todo en Nariño, contra esa monstruosidad de transnacionales mineras.
Y también, por la negociación que se hizo en la Cumbre Agraria Campesina Étnica y Popular, y la conducción y dirección de todo ese trabajo que se ha hecho de movimiento campesino por los derechos del campesinado, que no los quieren reconocer y que nos obliga a salir a las carreteras, estar en espacios de incidencia a nivel nacional, en los ministerios.
Entonces, a mí me parece que eso es molesto para un Estado que trata de esconder la realidad del campesinado, la tragedia que vivimos los campesinos, y que le desconoce derechos cada día. Uno siempre ha estado en foros académicos, en medios de comunicación, siempre sustentando eso y exigiendo. Me parece que, de alguna manera, ellos tendrían que frenarnos o pararnos porque somos molestos para este Estado que no cumple con la misión institucional de garantizar los derechos, sobre todo los campesinos.
VA: Con este proceso penal que debe continuar llevando en libertad, ¿se va a afectar su liderazgo, lo va a seguir ejerciendo de la manera que lo ha venido haciendo?
RD: Afectado, no. Antes, por el contrario, es afinar más, elevar el perfil. Porque yo le decía anoche a los compañeros y a la familia, mi mamá con gran esfuerzo me dio la oportunidad de estudiar la carrera de Agronomía y Dios me dio ese don de liderazgo para poner los servicios sobre todo de la gente campesina. Entonces, a un llamado de Dios uno no puede renunciar.
Yo seguiré haciendo ese trabajo, no por una cuestión de ego personal ni nada de eso, sino porque es un trabajo legítimo, es un trabajo que la gente lo está pidiendo. Hay expresiones, por ejemplo, como plantones en San Pablo, acá en Pasto, y en otros municipios del departamento de Nariño, y sobre todo de comunidad campesina, llamando, dando solidaridad, entonces yo qué me voy a estar escondiendo. Es afinar, como le digo.
VA: ¿Cómo seguirán manejando los proyectos con las comunidades, como la Asociación Café Alto y demás iniciativas populares? ¿Cómo se van a liderar?
RD: Yo soy socio de la asociación. En eso seguimos y en el proyecto de generación de ingresos de economía solidaria y otros proyectos de los territorios campesinos; estamos al frente de una escuela de pensamiento y acción campesina en el municipio de La Unión. No soy sólo yo el que está en frente de eso, sino muchos liderazgos de hombres y, sobre todo, de mujeres tan buenas que hay en este ejercicio del liderazgo campesino.
VA: Varios de sus amigos y compañeros lo describieron para VedadAbierta.com, pero nos gustaría que usted nos cuente quién es Robert y cómo nace su liderazgo.
RD: Soy un campesino que nació en la cordillera nariñense. Tuve la oportunidad de estudiar Agronomía porque mi mamá con gran esfuerzo me dio estudio. Luego, ya siendo profesional, también estudié otra carrera, Licenciatura en Educación Ambiental y Desarrollo Comunitario. Siendo estudiante tuve la oportunidad de acompañar la marcha de la Bota Caucana, allí conocí a gente del CIMA (Comité de Integración del Macizo Colombiano).
Después, por cosas de la vida, terminé viviendo en San Pablo desde 1994 y allí, estando en el Macizo Colombiano, me vinculé más de lleno en las luchas campesinas. Como líder campesino he crecido al son de la movilización de CIMA y de toda la gente del sur de Cauca y del norte de Nariño.
Mi historia de lucha no es desde el 2012 hasta ahora, como presenta la investigación de la Fiscalía. Yo vengo desde la década de los noventa, cuando empezamos en los territorios del norte de Nariño, sobre todo San Pablo y San Lorenzo, a trabajar con propuestas de educación ambiental y de cultura orgánica.
Y después, con el paro de 1999, todas las luchas que se han logrado contra la gran minería para no permitir que en el norte de Nariño entren las mineras; y la organización campesina alrededor del tema de agroecología, porque nos interesa que la gente no pierda la agricultura campesina ni los elementos vitales de esa agricultura, como la semilla.
Precisamente en esos paros campesinos es lo que hemos expresado, que el gobierno no dé autorización para que las semillas se vuelvan esclavas, propiedad de las transnacionales. Y esas luchas son las que hemos emprendido de la mano de la comunidad.
Los paros cafetero y agrario no fueron iniciativa mía, sino que la gente me busco y me dijo ‘necesitamos que usted nos acompañe y nos apoye en el paro agrario’. Lo mismo en el paro cafetero.
Formamos la Mesa de Paz en Nariño, pero en ese tiempo también se formó la Mesa Única Nacional, que después fue reconocida con decreto presidencial y con toda lo de la cumbre Agraria. Entonces esas son las luchas que se han dado.
Estuve trabajando como año y medio como asesor del senador Alberto Castilla con los temas agrarios, pero otra vez me vinculé a estar haciendo aquí el trabajo con la comunidad a la que pertenezco, porque yo soy del criterio de que los líderes tenemos que estar donde está la comunidad. Si me hubiera quedado en Bogotá, creo que uno se desarraiga y va perdiendo como el perfil; entonces uno tiene que subir y bajar a la tierra para reposicionarse, llenarse de esa energía propia y luego volver otra vez.
Seguramente, ahora con esta ‘boleteada’, perdóneme la expresión, que me pega la Fiscalía, tengo otra vez que buscar los medios para subir el perfil y buscar algún escenario nacional que me permita incluso autoprotección. Después de ese señalamiento, queda el temor de la vida de uno también.
VA: Para su familia, ¿qué se significa su liderazgo y este proceso de judicialización?
RD: Mi esposa es una gran líder. Dubi es una mujer de mucho temple, inteligente, es una líder reconocida también en el departamento y en algunos escenarios nacionales. La familia de ella, toda, siempre ha esta en las luchas, acompañándonos. Mi familia, también. Mis hermanas, mis hermanos, ellos han estado pendientes de esta audiencia. Mi mamá orando, dándome ánimos y también reconociendo el trabajo que yo hago.
Mis hijos, tengo dos hijos y una hija, en ellos también hay el temor que tiene todo ser querido que atenten contra la vida, pero hace poquito terminé de escuchar un audio que me mandó mi hija donde me dice que ese liderazgo es una cosa natural mía, ella no me dice que me aleje ni nada de eso, pero, pues sí, que me cuide. Ese es el temor de ellos: temen por la vida. Y uno también, en ese sentido, les da la razón y tiene que ser responsable ya en las acciones cotidianas porque la vida es un don de Dios que lo tiene una sola vez, si lo pierde, pues ya de ahí no hay nada más.
VA: ¿Qué observó en los argumentos de la Fiscalía para solicitar su detención?
RD: Esa insistencia de tratar de involucrarme a mí con unas pruebas que ellos han encontrado en unos operativos militares y que me indican que yo soy un fulano de esa tal Comisión de Masas, creo que decían… sí, creo que así se llamaba. Y la insistencia de tratar de mostrar que lo que yo hago, como líder natural, es una orden o un plan de trabajo del Eln, y lo muestran, insisten más, desde el 2012, desde la Cumbre Agraria, desde los territorios campesinos, desde el Congreso de los Pueblos, incluso hablan del CNA.
Ellos dan entender que somos infiltrados de esas organizaciones y que estamos influyendo para que la gente cometa actos delictivos. De hecho, la aseveración que en algún momento de manera explícita hace el fiscal, de que los paros y la protesta social son atentados contra el Estado de Derecho, no es cierta porque el derecho a la protesta social está consagrado en la Constitución.
Y lo otro que ellos tampoco traen a la presentación de pruebas es que el CNA existe desde 1994, mucho antes del tiempo que ellos dicen que somos infiltrados, y realmente somos fundadores y cofundadores del CNA, como organización nacional campesina. Igualmente, somos fundadores y cofundadores del Congreso de los Pueblos, que nace en el 2010.
No hemos llegado cuando esas organizaciones han estado funcionando, sino que han nacido con todas las expresiones de movilización que ha habido. ¿Cómo van a decir que nosotros nos infiltramos en una cosa donde nosotros estuvimos también con muchísima gente y con muchísimos líderes nacionales siendo parte de la creación? Ellos no tienen la capacidad de sustentar. Esas son formas legitimas de asociarse para buscar bienestar a las comunidades y defender los derechos.
VA: ¿Presentaron alguna prueba que le extrañe?
RD: Me extrañó que presentaran un alias que me ‘clavan’ a mí con una narrativa, supuestamente de palabras que yo he dicho en actas que han recogido, pero después ya no me presentan con el alias, sino con el nombre propio, con la misma narrativa. Yo no entiendo eso y no lo acepto, porque yo no soy esa persona que ellos están diciendo que soy.
VA: ¿Cuál es el alias que le endilgan?
RD: Alias ‘Naco’ o ‘Nacor’.
VA: Hace un año justamente usted estaba celebrando las festividades de fin de año en la vereda Alto Llano. Luego de esta dura experiencia, ¿cómo van a ser las celebraciones de este año?
RD: De alegría y comunión con la comunidad. Ahoritica en este momento la comunidad de la vereda me está esperando para darme el recibimiento y hacer una oración a la Virgen de la Playa. Dar agradecimiento a Dios, eso es lo que vamos a hacer ahora en este fin de año. Igualmente, estar ahí compartiendo y dando gracias a la vida y a nuestro Señor Jesucristo que estamos vivos y que no nos ha limitado la posibilidad de seguir haciendo liderazgo.