Un panfleto a nombre de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia, en el que son amenazados de muerte diez dirigentes de la Unión Patriótica, despertó el temor de que nuevamente esa organización esté en la mira de violentos. Sin embargo, horas después ese grupo armado ilegal rechazó la autoría del documento. De este modo, se abren varios interrogantes, que apuntan a sectores de la “extrema derecha” y a divisiones al interior ‘gaitanista’.
“Desde el Estado Mayor de las Agc, hemos declarado objetivo militar a la organización criminal de la Unión Patriótica y a sus directivos, dando instrucciones claras y precisas a nuestras unidades para dar de baja a sus principales líderes. Les proponemos a los miembros del Comité Ejecutivo de la UP renunciar a sus cargos a más tardar el viernes 20 de octubre del presente año y hacer público, mediante comunicado oficial, su desistimiento de participar en las próximas en elecciones”.
Ese es uno de los puntos del panfleto que entregó ayer un mensajero en un sobre sin remitente en la oficina de la Unión Patriótica (UP) en Bogotá y que tiene los nombres de una decena de dirigentes de ese partido, al que el Consejo de Estado le devolvió su personería jurídica en 2013 tras el exterminio que padeció entre finales de los 80 y los 90 a manos de grupos paramilitares. (Ver: Exterminio de la UP fue un genocidio político)
En la amenaza les dan un plazo de máximo 72 horas a partir de la medianoche del 21 de octubre “para salir del país o afiliarse a una funeraria”, y hacen un señalamiento adicional: “La vida vale más que cualquier idea. Reiteramos nuestra disposición de combatir el comunismo y con ello eliminar a las plagas que lo promueven. Advertimos a líderes de izquierda y defensores de derechos humanos que también vamos por ellos”.
A las 4:49 de la tarde, Aída Avella, presidenta de la UP que vivió durante 17 años exiliada en Suiza, publicó el panfleto en Twitter con el siguiente mensaje alertando al presidente Juan Manuel Santos y la ONU: “Nos quieren matar. Denuncio al mundo la amenaza que nos a acaba de llegar a la Unión Patriótica. Esto es grave”.
La denuncia de Avella se regó como pólvora en internet y tres horas después, desde la misma red social, las Autodefensas Gaitanistas de Colombia (Agc) desmintieron ser los autores de la amenaza, señalando que “personas inescrupulosas están haciendo circular falsas informaciones” y subieron el mismo panfleto que llegó a la oficina de la UP con tres avisos que dicen falso encima. (Ver la versión de las Agc)
Esta situación abre una serie de interrogantes sobre la autoría del panfleto, puesto que, en anteriores ocasiones, las Agc han ‘denunciado’ que están usando su nombre para emitir amenazas contra líderes sociales y reclamantes de tierras. La anterior ocasión fue sobre un plan pistola contra policías como retaliación por la muerte de alias ‘Gavilán’, uno de sus jefes más importantes, en un operativo de la Fuerza Pública. (Ver trino)
¿La extrema derecha?
Falta de claridad y múltiples versiones ensombrecen a Tumaco)
Para Aída Avella, esta nueva amenaza no puede verse como un hecho aislado, y recalca que ocurre en medio de una ola de violencia contra líderes sociales y de graves hechos relacionados con la implementación del acuerdo de paz firmado con las Farc, como la masacre de al menos seis campesinos en Tumaco y el ataque a una comisión humanitaria por parte de la Policía que se disponía a hacer reconocimiento en el lugar de los hechos. (Ver más:Sobre la posible autoría de la amenaza, le pide a las autoridades que la establezcan lo más pronto posible, porque a pesar del comunicado de las Agc, ésta existe y les fue entregada personalmente. “Esto está precedido del ambiente que le crean al supuesto castrochavismo, me parece que esta amenaza viene del sector fascista que en Colombia no ha dejado de operar. Lo peor de este caso, es que es una amenaza que puede englobar todo el conjunto de los que piensan diferente y nosotros estamos en la primera línea de fuego, como hace 30 años”, le dijo a este portal por vía telefónica desde Suiza, en donde se encuentra temporalmente por cuestiones de agenda.
Enfáticamente reitera que no dejarán de aspirar a las elecciones del próximo año y reitera que esa amenaza puede englobar a diferentes sectores sociales: “Esto se trata de un aviso a todo el mundo, porque para ellos son comunistas los sindicalistas, los ambientalistas, los que se oponen a la explotación minera, los que defienden a las víctimas… En nuestro caso, se trata de decir que éstos que se atreven a volverse otra vez partido político y a caminar el país, los vamos a detener a bala. La violencia en Colombia siempre ha estado unida al poder”.
A la UP también le genera suspicacias que el panfleto fuera entregado al día siguiente que conmemoraron el trigésimo aniversario del magnicidio de Jaime Pardo Leal, quien fue su primer candidato a la Presidencia de la República, y que a la vez es el que determinaron como de solidaridad con todos sus militantes caídos. Asimismo, que la mayoría de los amenazados, salvo Aída Avella, Gabriel Becerra y Jahel Quiroga, son desconocidos para la opinión pública, lo cual dejaría entrever un detallado seguimiento al partido.
“No descartaríamos que, como en otras épocas, contara con compromisos de sectores de la institucionalidad del Estado, que en las últimas semanas han venido arreciando de manera virulenta contra la implementación del proceso de paz. Pensamos que existe el interés de sectores de la extrema derecha por generar un ambiente de caos, de zozobra y de incredulidad alrededor del proceso de paz, que en últimas llevan a que se dé la amenaza en ese contexto”, le dijo Gabriel Becerra, secretario General del partido, a este portal.
Sobre los amenazados, explicó que la mayoría no son muy conocidos porque en su último congreso decidieron dejar la Dirección en manos de líderes históricos y juveniles. Y agrega que “lo particular de esa lista es que aparece la mayoría de esos nuevos cuadros: Pavel Santodomingo viene de la organización Hijos e Hijas por la Memoria, que son los jóvenes que han venido levantando la memoria de sus padres por la verdad; Nilson Padilla, un líder del movimiento LGBTI; entre otros, y también aparece María José Serna, ella está muy afectada porque en el comunicado le colocaron el apellido de su marido, que fue desaparecido y asesinado en la década de los 80 por integrantes de la Fuerza Pública en Antioquia”.
Para Imelda Daza, otra líder histórica de la UP que regresó al país tras años de exilio y hace poco fue elegida como la cabeza del partido en Cesar, esta situación le hace “pensar que es un grupito de delincuentes políticos que están cerca de la Unión Patriótica, de Marcha Patriótica y que conoce a todo el mundo de las organizaciones sociales. Aunque espera un pronunciamiento de las autoridades, cree que la amenaza no viene por parte de las Agc: “Esto es tan sucio y complejo… si ellos hacen una amenaza, ¿por qué no la van a sostener? Si la desmienten, creo que no fueron ellos sino otros que usan su nombre”.
¿Fractura en los ‘gaitanistas’?
Contraria a la visión de la extrema derecha o de la ‘mano negra’ del Estado, es la de Álvaro Villarraga, investigador del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), que le ha hecho seguimiento a los grupos armados que surgieron tras la desmovilización de las estructuras paramilitares que se acogieron al proceso de Justicia y Paz que adelantó el expresidente Álvaro Uribe entre 2002 y 2006.
Villarraga recuerda que tras la desmovilización las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), surgieron nuevos grupos armados, pero esta vez enfocados hacia la criminalidad y que el más degradado es las Agc; así mismo, que tras la desmovilización de las Auc aumentaron las amenazas contra líderes sociales y dirigentes de izquierda, haciéndolas especialmente colectivas y en las ciudades. (Ver más: Alias ‘Otoniel’: ejemplo sangriento de tres desmovilizaciones fallidas)
Sobre el panfleto y el posterior comunicado de las Agc, señala que al interior de esa organización se presentan situaciones contradictorias, ambiguas y de mensajes distintos, “en donde pueden darse este tipo de amenazas y después reacciones del mismo grupo, lo que demuestra que no hay una unidad sino una serie de diferentes expresiones en las regiones, y que ciertos integrantes puedan tener divergencias”.
A juicio de este investigador, las Agc, también conocidas como ‘Clan del Golfo’ o ‘Los Urabeños’, “no son una estructura monolítica, sino que se ha evidenciado en varios pronunciamientos, que en zonas del Magdalena Medio son mucho más agresivos y de una línea de continuidad de este tipo de agresiones contra dichos sectores sociales (líderes sociales y políticos de izquierda), mientras que en otras expresiones, las que provienen de la centralidad que tienen entre Córdoba y Urabá, tienden a ser más proclives a los mensajes de entendiendo hacia el sometimiento a la justicia”.
Por otro lado, a Carlos Guevara, coordinador del sistema de información de Somos Defensores, organización no gubernamental que ha documentado cientos de amenazas de diferentes grupos, ya sea por medio de panfletos, mensajes de texto o correos electrónicos, ésta no es la primera vez que aparece un panfleto de las Autodefensas Gaitanistas de Colombia enfocado a temas en los que nunca ha demostrado interés. Este investigador señala que en su historia reciente no han tenido algún tipo de persecución contra personas de la UP, ni siquiera en Urabá.
Además, hace una preocupante advertencia: “Creemos que esto será una tendencia y lo vimos en otros momentos como cuando fueron las víctimas a La Habana en septiembre de 2014 y se dispararon las amenazas. En este escenario de implementación del acuerdo de paz y electoral, cada vez más vamos a tener esta panfletitis que no sabemos de dónde viene. Es ahí donde las autoridades juegan un papel importante para determinar quién está detrás de ellas y no dejarlo solamente en especulación”. Coincidencialmente, el panfleto fue emitido un día después de que la Corte Constitucional le diera el visto bueno al marco jurídico del Acuerdo de Paz y de que el gobierno anunciara avances con la Fiscalía para expedir la ley estatutaria de la Justicia Especial para la Paz, dos puntos que tenían en el aire la implementación.
A pesar del comunicado de las Agc, los integrantes de la UP le piden diligencia a las autoridades para encontrar a los responsables de las amenazas. Su Secretario General señala que el caso de ayer “hace parte de una batalla más importante, que es la de superar la amenaza y la violencia como instrumentos de la política. Seguiremos persistiendo en la verdad, en la reparación y en la justicia para las víctimas de la Unión Patriótica y, sobre todo, no renunciaremos a las posibilidades de la lucha política: nos preparamos para contribuir con candidaturitas unitarias en las próximas elecciones”.