El regreso a la guerra de este veterano comandante de las Farc desencadenó duras críticas al proceso de dejación de armas y a la reincorporación de los excombatientes. Las alarmas están encendidas tanto en el nuevo partido como en el gobierno nacional. ¿Será posible evitar una desbandada?
Han pasado ocho días desde que Édgar Mesías Salgado, o ‘Rodrigo Cadete’, se fugó con un grupo de hombres armados en medio de la carretea que conduce de Cartagena del Chairá a El Paujil, Caquetá. Poco se sabe públicamente de su paradero; por ahora, mientras una comisión de la Farc busca determinar lo ocurrido, un grupo de 3 mil hombres del Ejército lo persiguen por tierra y aire.
Con 35 años en las filas, fue uno de los comandantes históricos del Bloque Oriental; creció bajo la sombra de Víctor Julio Suárez Rojas, ‘Mono Jojoy’; comandó el Frente 27; y fue el jefe de la Compañía Móvil José María Carbonell, encargada de la seguridad del entonces integrante del Secretariado ‘Carlos Antonio Lozada’.
El suceso ocurre en un momento en el que salen a flote las discrepancias entre los voceros de la dirección del nuevo partido político Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común (Farc), que se vieron durante su congreso constitutivo, y que hoy, luego de una carta publicada el pasado 12 de septiembre por Rodrigo Londoño, conocido en las filas como ‘Timoleón Jiménez’, presidente de la colectividad, quedaron evidenciadas. (Leer más: ¿Cómo llegan las Farc a la constitución de su partido político?)
“Hago un llamado sincero a los que no creen en este proceso, ni en los Acuerdos de La Habana, para que más bien se hagan a un lado y nos dejen trabajar a los que sí creemos en la capacidad de lucha de las masas colombianas para hacer realidad lo conseguido en la Mesa de Conversaciones”, aseguró Londoño en su misiva.
A ello se suma la salida de decenas de exmilitantes de los distintos Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación, el estancamiento de los proyectos anclados al Consejo Nacional de Reincorporación (CNR) y el incremento en el número de desertores de la organización.
Según un monitoreo realizado por la Fundación Ideas para la Paz (FIP), entre junio de 2016 y septiembre de 2017, son diez las facciones del grupo armado que se declararon en disidencia; se trata de los frentes 1, 6, 7, 14, 29, 40, 44 y 62, Tulio Barón y la columna móvil Daniel Aldana, que hacen presencia en nueve departamentos. (Leer más: La historia de una disidencia guerrillera en Caquetá)
El problema es que se estima que habrá posibles brotes de nuevos grupos que se configuren a raíz de la deserción de mandos medios o comandantes, como el caso de ‘Cadete’, y el descontento que ha generado en algunos excombatientes la organización interna de la Farc luego de su congreso consultivo y del lanzamiento de su partido.
Aunque se había rumorado hace un año, desde la Décima Conferencia del grupo armado, que ‘Cadete’ sería uno de los hombres que entraría en disidencia, en los llanos del Yarí le aseguró a la prensa y al país que era un “hombre de paz”, que no sabía por qué especulaban de él y sus hombres, como de igual manera ocurrió con ‘Gentil Duarte’, comandante del Frente 1, quien se declaró en disidencia a principios de este año, luego de asegurar que el Secretariado había traicionado los principios de ‘Manuel Marulanda’, ‘Jacobo Arenas’ y ‘Alfonso Cano’. (Ver carta)
Retorno a la guerra
‘Cadete’, por su parte, continuó en el proceso y por orden de la organización quedó como responsable de la Zona Veredal Transitoria de Normalización (ZVTN) de Icononzo, Tolima, siendo alejado así de su centro histórico de operaciones en Vistahermosa, Meta. Allí estuvo a cargo de la construcción de la ciudadela y de la seguridad de los frentes 17, 25, 51, 53. (Leer más: Icononzo, testigo del origen y del fin de las Farc)
Quienes lo acompañaron en la primera etapa de la implementación del acuerdo, aseguraron que su mando y relación con lo tropa fue de respeto y trabajo mutuo, y que a la hora de resolver problemas lo hacía mediante la conciliación.
“En el trabajo nunca tuvimos altercado alguno, se comunica bien con todos, nunca lo vi tratando mal a alguien, aunque sí de malgenio. Desde el primer momento estuvo pendiente de nosotros. Sabía todas las necesidades de la zona y de los guerrilleros en cuanto a salud”, aseguró un funcionario de la Oficina del Alto Comisionado para la Paz, quien pidió la reserva de la fuente.
Durante tres meses asumió la coordinación de la Zona Veredal de Icononzo; luego viajó a Bogotá para adelantar tareas junto a la Unidad Nacional de Protección (UNP) en la capacitación del primer grupo de escoltas que estarán a cargo de la seguridad de los integrantes de la Farc.
VerdadAbierta.com habló en el mes de julio con ‘Cadete’, en el hotel donde se hospedaban algunos de los comandantes de la organización cerca de Corferias en Bogotá; en esa oportunidad, el jefe guerrillero aseguró que el proceso de reincorporación no avanzaba por la falta de diligencia del gobierno nacional y que los guerrilleros rasos se estaban desesperando al no estar adelantando programas de resocialización más allá de los que ellos habían trazado para cada zona de concentración.
“Me siento bien en la actividad que estoy realizando, pero la ciudad es muy distinta al campo, hace más de 30 años que no usaba ropa de esta. El cambio no es solo para mí, todos dicen que no es fácil y que dependerá del colectivo que se mantenga la cohesión y la unidad. Pero para ello necesitamos plata y tierra, y eso es lo que no hay”, precisó el comandante guerrillero en aquella ocasión.
Hoy, dos meses después, no se conocen las razones por las cuales ‘Cadete’ decidió abandonar el proceso de paz. La dirigencia de la Farc ha sido hermética para referirse al caso, incluso llegó a insinuar un secuestro, pero sigue sin explicar qué pudo haber ocurrido. Una alerta tardía que enciende las alarmas frente al resto de los mandos medios de la organización que no tuvieron un trato diferencial dentro del proceso de reincorporación.
“No queremos emitir juicios apresurados. Es un caso muy delicado como para especular. El compañero escogió otro camino, estamos indagando lo que ha ocurrido. Una vez tengamos más elementos de juicio emitiremos un comunicado”, afirmó ‘Pablo Catatumbo’ en diálogo con este portal.
Lenta reincorporación
Una de las respuestas apresuradas apunta a mencionar que su regreso a la guerra se debe en mayor medida a su conocimiento de las rutas del narcotráfico, a que su trasegar en el conflicto generó respeto dentro de la tropa y a que las comunidades con las que compartía territorio, cuando comandó el Frente 27, le hacían caso. Sumado a que varios de sus hombres de confianza no se acogieron al proceso y siguieron en la ilegalidad.
“La excusa fácil es decir que se fue por la coca. Hay que mirar más allá y ver los diseños de los decretos de reincorporación. Colombia se ufana en ser uno de los países con mejor sistema en reintegración de excombatientes, pero se está repitiendo la misma historia con la desmovilización de las Autodefensas Unidas de Colombia”, comentó Eduardo Álvarez, director del Área de Dinámicas del Conflicto y Negociaciones de Paz de la FIP.
Para el investigador, el proceso debe impedir que se generen élites tempranas en el proceso de reincorporación: “mientras la tropa rasa está en las zonas y la comandancia hace política, queda una zona gris de los mandos medios, que conocen los negocios ilegales en territorio y que aún mantienen contacto con quienes no se acogieron al proceso, que de no darles un trato especial se pueden generar otros potenciales de violencia”.
A la fecha, ninguno de los programas de reincorporación, acordados dentro del Acuerdo Final, ha iniciado. En cada uno de Espacios Territoriales de Capacitación y Reincorporación donde se concentran los excombatientes se han llevado a cabo distintos procesos de resocialización, entre ellos los cursos que ha dictado el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) y las distintas cátedras promovidas por universidades públicas y privadas.
Según el último informe de la Comisión de Seguimiento Impulso y Verificación a la Implementación (CSIVI), hay corregimientos en los que los Espacios Territoriales no están terminados de construir como el de Mesetas, Meta, donde la mayoría de guerrilleros siguen durmiendo en las mismas caletas de la guerra y sólo tiene habilitados salones grandes y comedores.
La vivienda y la salud siguen siendo una de las peticiones más sentidas de los exguerrilleros rasos, quienes aseguran que, en el desarrollo del conflicto, aunque no tenían capacidad adquisitiva, podrían tratarse una enfermedad o no ver morir a sus compañeros lisiados de guerra.
Para Jairo Quintero, excombatiente e integrante del Consejo Nacional de Reincorporación, el panorama actual del proceso no ofrece las opciones de reincorporación para el conjunto de guerrilleros en lo que tiene que ver con salud, vivienda, educación y proyectos productivos, lo que los deja como ruedas sueltas en cada uno de los territorios donde se encuentran a la oferta que la ilegalidad leas haga.
“En materia de educación no hay hoy día una oferta coherente que permita que los hombres y mujeres de las Farc accedan a programas de educación que resuelvan sus necesidades. Hoy tenemos la puesta en marcha de un programa educativo que a bien nos financió la embajada de Noruega que tiene como objetivo la educación básica y media en los distintos territorios”, explicó Quintero.
Otro de los hechos que a juicio del exguerrillero limita el proceso es contar solamente con la asignación única de recursos de renta básica y los ocho millones para la ejecución del algún proyecto productivo de la cooperativa de Ecomún. “Si cualquier colombiano se pone a ver, esas cifras no permiten la reincorporación de ninguna comunidad, son insuficientes. Se ha cumplido a medias en absolutamente en todo. No hay nada integral para mostrar”, reiteró.
Verdadabierta.com consultó en los Espacios Territoriales de Pondores, La Guajira; La Paz, Cesar; Policarpa, Nariño; Mesetas y Vistahermosa, Meta; e Icononzo y Planadas en Tolima, para mirar el grado de avance de los proyectos productivos, obteniendo como respuesta que en su gran mayoría se quedaron con las huertas que lograron realizar durante la vigencia de las zonas de concentración y en una que otra han avanzado en la realización de espacios para talleres de costura, panaderías y fábricas de abono. No obstante, sin tierra y presupuesto para trabajar la gran mayoría están paradas.
Para los encargados de cada uno de estos territorios el problema se va a resolver el día en que el gobierno nacional les de tierra para trabajarla: “Ya no depende de los delegados del gobierno o de nosotros sino de quienes regulan la tenencia y financiación de la tierra. ¿Cómo detener a quienes se quieren ir a sus casas cuando no hay qué ofrecer como sustento de vida?”, se preguntó ‘Aldinever Morantes’, encargado de Vistahermosa.
Como lo cuenta un estudio dela FIP, las fallas operativas dentro de los procesos de reincorporación se deben a que algunos planes son diseñados por élites políticas y grupos de técnicos que buscan responder a los problemas amparados en un manual estandarizado de procedimientos y guiados por la idea de que el fin de la guerra traerá automáticamente la seguridad.
“Esto no siempre los lleva a tener en cuenta las condiciones sociales y económicas del entorno en el que se implementan las medidas (historia, formas de poder político y económico, patrones culturales y tipos de instituciones), dejando espacio para el potencial surgimiento de saboteadores (spoilers) de los intentos de construcción de paz”, asegura la investigación, revelada en 2016.
Lo acontecido con ‘Cadete’ puede ser muestra de la ausencia de un plan para quienes manejaron cientos de militantes y altas sumas de dinero en el curso de la guerra, que al llegar a la ciudad y moverse con recursos limitados, sin pocas opciones de progreso social y económico para su tropa la respuesta más fácil la encontraron regresando al monte.
¿Se fortalecerán las disidencias?
En diálogo con este portal, campesinos cocaleros del departamento de Guaviare han asegurado que el Frente 1 sigue operando como si la guerrilla de las Farc no se hubiese acabado; frecuentemente hay reuniones con las comunidades, imparten comunicados, dan órdenes y continúan ayudando a resolver los problemas de algunas familias.
“En las reuniones que han hecho nos han mostrado todo lo que el gobierno no le ha cumplido a los que negociaron en Cuba, en particular en lo que tiene que ver en la sustitución de los cultivos de uso ilícito. Para nosotros es fundamental porque vea lo del Catatumbo, hubo un compromiso público de no erradicar forzadamentesino de manera manual y está es pasando lo contrario”, comentó un habitante de la vereda Barranquillita, en el municipio de Miraflores.
Este labriego aseguró no dejarán de sembrar hoja de coca para uso ilícito hasta que no haya puesto en marcha un plan piloto que evidencie resultados económicos y sociales como para sustituir la siembra de la mata.
No ocurre lo mismo con el Frente 44, encabezado por ‘Iván Mordisco’, que opera en el sur de Meta. Campesinos de la región han señalado que existe mucho recelo por el contacto frecuente que las comunidades tienen con el Espacio Territorial que queda en zona rural del municipio de La Macarena.
“Hay retenes en la carretera que conduce a Playa Rica, en La Macarena, no dejan pasar algunas veces para que no se tenga contacto con la zona de concentración de allá. El trato con la comunidad ha desmejorado, sienten temor de que los entreguemos o que les saquemos información para las Farc. Quedamos ahora con más actores en la región”, comentó un líder campesino quien pidió la reserva de su nombre.
Zonas como la de El Diamante, en el corregimiento Las Damas, que habían tenido presencia histórica de la base social de la guerrilla ahora son controladas por la disidencia de alias ‘Mordisco’, imponiendo nuevas reglas, entre ellas la extorsión. El “impuesto de guerra”, que antes era cobrado según las hectáreas de tierra y las cabezas de ganado, ahora se les cobra a todos por igual, según comentaron los habitantes. (Leer más: Brisas del Diamante, el pueblo que transformaron las Farc)
Pablo*, un investigador que conoce muy bien la región y que por razones de seguridad no divulgamos su identidad, aseguró que desde hace más de dos semanas se rumoraba entre los pobladores que ‘Cadete’ iba a bajar a una reunión con ‘Gentil Duarte’: “no es un secreto que ambos mantienen buena relación y que, incluso antes de la Décima Conferencia, ambos fueron señalados de ser uno de los posibles focos de disidencia. Ahora bien, no son disidentes cualesquiera, tiene cohesión en la tropa y respeto entre las comunidades, no por lo militar sino por el trabajo político”.
De ser así, habría la posibilidad, según Álvarez, de tener un grupo guerrillero con incidencia militar y política en los departamentos de Meta, Caquetá y Guaviare, con control en algunos municipios determinados y en los ríos Duda, Ariari, Guayabero, Guaviare y Caquetá.
Como ya lo había contado VerdadAbierta.com, desde finales de febrero de este año, en las tres zonas de concentración que tiene el departamento de Meta, se presentaron deserciones, venta de armas para el mercado negro y, según grabaciones reveladas por este portal, se dieron incentivos por parte del Ejército para que los guerrilleros se acogieran al plan de desmovilización individual. (Leer más en: ¿Ejército ofreció dinero a guerrilleros para que abandonen Zona Veredal de Mesetas?)
Aunque no se tiene la cifra exacta del número de excombatientes que abandonaron los Espacios Territoriales, datos de Inteligencia Militar aseguran que por lo menos 30 guerrilleros han desertado en lo que va corrido del año en este departamento. Se teme que estos excombatientes engrosen las filas de las disidencias.
En los seis departamentos restantes, donde hacen presencia reductos del grupo armado, queda la pregunta si vendrán más deserciones de mandos medios y comandantes que quieran retornar a la guerra y si tanto el gobierno nacional como la Farc tienen un plan de contingencia para prevenir la deserción masiva de exguerrilleros.
Ante el sombrío panorama, el máximo jefe de la organización política, Rodrigo Londoño, hace una invitación a los militantes del partido a no vacilar y a permanecer unidos: “convoco a todos los que se mantengan firmes y dispuestos a sacar avante las conclusiones del Congreso, a por encima de las dificultades que tengamos, trabajemos en interés de mantenernos unidos,no podemos como revolucionarios dar cabida a quienes nos quieren ver atomizados. No me anima otra idea que un mejor futuro para nuestro pueblo”.
En lo que respecta a alias ‘Cadete’, el general Humberto Jerez, comandante de la Fuerza de Tarea Omega, le confirmó a este portal que el despliegue de 3 mil soldados se realiza entre los departamentos de Meta, Caquetá y Guaviare. La operación que pretende cercar al excomandante guerrillero avanza con información de inteligencia y con desertores del grupo armado que están culminando el proceso de desmovilización individual.
Queda entonces esperar el comunicado de la comisión encargada de la investigación al mando de ‘Pablo Catatumbo’ y el desarrollo de la operación que adelanta el Ejército. La desaparición de ‘Cadete’ es una alerta que no se debe apagar.