La cruenta confrontación armada entre grupos guerrilleros, organizaciones paramilitares y el Estado ha dejado profundas cicatrices entre las comunidades en diversas regiones del país. Fotorreportaje.

Algunos de esos sitios, entre caseríos, veredas, corregimientos y barrios urbanos, incluso en la actualidad, siguen azotados por las acciones de grupos armados ilegales, que impiden que los pobladores, entre ellos indígenas, afros y campesinos, puedan vivir tranquilos y de acuerdo con sus usos y costumbres.

En el Día Nacional de la Memoria y la Solidaridad con las Víctimas, quisimos recordar estos lugares, donde sus habitantes se resisten a olvidar y, por el contrario, insisten en que se cuente toda la verdad y se haga justicia, como la mejor manera de honrar la memoria de quienes perdieron la vida injusta y arbitrariamente.