Justo en momentos en que se da la concentración de las tropas de las Farc en las Zonas Veredales de Normalización y Tránsito acordadas con el gobierno nacional, el Estado Mayor de esta guerrilla anunció la separación de cinco de sus comandantes, lo que suscita profundos interrogantes sobre la verdadera cohesión interna de esta organización.
El reciente anuncio hecho por el Estado Mayor de las Farc en el que informa la desvinculación de cinco de sus comandantes, algunos de ellos con una larga trayectoria al interior de esta organización guerrillera, comienza a materializar los temores de analistas, organismos humanitarios y la opinión pública: el surgimiento de peligrosos grupos disidentes, capaces de generar nuevas violencias ligadas más a rentables economías ilegales que a ideales revolucionarios.
Según informaron las Farc a través de su sitio web oficial, fueron separados de esta organización guerrillera “Gentil Duarte, Euclides Mora, John Cuarenta, Giovanny Chuspas y Julián Chollo, quienes hasta hace pocos días cumplieron tareas de mando en la organización. Esta decisión está motivada en su conducta reciente que los ha llevado a entrar en contradicción con nuestra línea político-militar”, tal como se lee en el comunicado.
No es la primera vez que se conocen casos de deserción de guerrilleros de las Farc. El pasado 11 de noviembre, la Defensoría del Pueblo advirtió sobre el riesgo en el que se encuentran las comunidades de los municipios de Mitú, Cararú y Taraira, departamento del Vaupés, por cuenta de las acciones de una disidencia del Frente 1 de esa guerrilla. Esta misma Agencia del Ministerio Público expresó, el pasado 7 de diciembre, su preocupación por la delicada situación de orden público en Tumaco, Nariño, donde diferentes grupos armados, entre ellos la columna móvil Daniel Aldana de las Farc, se disputan el control sobre rentas ilegales.
La tensa situación de orden público que se vive en regiones como el Bajo Cauca antioqueño y el Catatumbo, donde las llamadas bandas criminales y la guerrilla del Eln comienzan a disputarse territorios dejados por las Farc según informó la Defensoría del Pueblo, también preocupa a organismos humanitarios pues no se descarta que este escenario termine motivando deserciones entre las filas farianas.
Sin embargo, el anuncio divulgado por el propio Estado Mayor de las Farc despierta mayores preocupaciones entre analistas, autoridades civiles y comunidad en general. Y no es para menos. Tal como asegura Eduardo Álvarez, coordinador del Área Dinámicas del Conflicto y Negociaciones de Paz de la Fundación Ideas para la Paz (FIP), Miguel Botanche Santillana, conocido como ‘Gentil Duarte’, uno de los comandantes expulsados, “podría tener la capacidad de liderar una disidencia que se prolongue en el tiempo”.
Con poco más de tres décadas de vida guerrillera, ‘Gentil Duarte’ se convirtió en hombre clave al interior del Bloque Oriental. Su capacidad para generarle recursos a la guerrilla por cuente del cobro de gramaje a productores y compradores de base coca así como los cobros extorsivos a compañías mineras, petroleras formales e informales le confirieron una importancia y un protagonismo que supo capitalizar entre sus hombres, sobre quienes tiene gran ascendencia.
Como si fuera poco, conoce en detalle una región tan inhóspita como vital para las economías criminales como lo son los departamentos del Caquetá, Vaupés y Guaviare, además de poseer una vasta experiencia militar. Informaciones judiciales lo señalan de haber sido el ‘carcelero’ de varios policías y militares secuestrados por las Farc.
Si bien participóactivamente en la X Conferencia celebrada el pasado mes de septiembre en los Llanos del Yarí, donde el pleno de las Farc refrendó el acuerdo de paz firmado con el gobierno nacional, su expulsión deja entrever profundas diferencias de criterio frente a temas como la paz y la guerra entre los denominados personajes históricos de este movimiento guerrillero. Junto a él estaría Gener Medina, alias ‘Jhon 40’, otro de los comandantes expulsados por el Estado Mayor y señalado por autoridades militares y de Policía como el subversivo más involucrado en el tema del narcotráfico.
Aunque todas las interpretaciones sobre la separación de estos comandantes apuntan a temas relacionados con el narcotráfico, Álvarez manifiesta que, aunque importante, este tópico no agota las explicaciones sobre el surgimiento de disidencias al interior de la guerrilla de las Farc: “Yo prefiero apartarme de esta lectura y creo que hay que mirar un poco el tema organizacional. En este caso creería que es un tema con muchas más raíces históricas y que tiene que ver con las redes sociales que conforman las Farc”.
Y es que, a juicio de ese investigador de académico, frente a las probables disidencias que surjan a lo largo de este proceso de paz, habrá que analizar cada caso en su contexto ya que las Farc, pese a su tan mencionada cohesión interna, funcionan de manera diferenciada en los territorios y cada bloque y frente responde a motivaciones diferentes.
Al respecto, un monitoreo al tema realizado por la FIP, señala que ya se han registrado disidencias en La Guajira (Frente 19); en Nariño y Tumaco (Columna Móvil Daniel Aldana); y en Vaupés (Frente 1); a su vez que aumentan riesgos similares en Norte de Santander (Frente 33); en el Chocó (Frente 57); Valle del Cauca (Frente 30) y Putumayo (Frentes 48 y 32).
Cada caso responde a una particularidad especial. En La Guajira, por ejemplo, se informó sobre la deserción de tres guerrilleros rasos de las Farc, hecho considerado hasta ahora como aislado y sin mayores repercusiones. Cosa distinta sucede en los territorios dominados por la columna móvil Daniel Aldana, donde autoridades civiles y organismos humanitarios advierte sobre una muy posible mutación de esta estructura en una peligrosa organización de crimen organizado toda vez que, desde hace años, sus miembros disputan, controlan y defienden rentables mercados criminales, relacionados principalmente con narcotráfico, minería y extorsión.
“Pero el caso de ‘Gentil Duarte’, ‘Jhon 40’ muestra que es un asunto que va más allá del narcotráfico, algo más profundo. Un asunto que tiene que ver con las diferencias ideológicas al interior de las Farc, diferencias al interior de una organización que la opinión pública apenas empieza a conocer”, señala Álvarez, quien plantea además que “una cosa es la obediencia y lealtad en armas y otra sin armas y habrá que considerar también si las poblaciones cercanas a las Farc están a favor del acuerdo de paz o no, cosa que podría influir en las disidencias”.
¿Y qué tan peligrosas podrán ser estas disidencias? ¿Podrán convertirse en fuentes generadoras de nuevas violencias? En el caso de los comandantes farianos expulsados por el pleno de Estado Mayor los riesgos son elevados, dado el conocimiento del territorio, la ascendencia sobre la tropa, su capacidad militar y su habilidad para obtener recursos. Cabe recordar que el pasado 2 de octubre, en plenas votaciones para el plebiscito, se presentó un ataque con explosivos en zona rural del municipio de El Retorno, Guaviare, atribuido a línea disidente delas Farc de alias ‘Gentil Duarte’.
La clave para contener una muy posibleola de nueva violencia estará, según analistas, en la contundencia de las acciones que la Fuerza Pública emprenda contra estas nuevas expresiones. Tras conocerse la expulsión de estos comandantes farianos, el ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, reaccionó manifestando que serán considerados delincuentes comunes y que serán combatidos con todo el peso de la ley.