¿Posesión de finca enfrenta a exparamilitares con ‘Urabeños’?

      

En el despacho de un magistrado en Medellín reposa el expediente sobre un litigio de tierras que podría revelar la compleja controversia entre exjefes de las Auc extraditados a Estados Unidos con supuestos miembros de bandas criminales.

Éver Veloza García, alias HH, momentos antes de ser extraditado a Estados Unidos. Foto: archivo Semana.En próximas semanas, el magistrado con función de control de garantías de Justicia y Paz de Medellín, Olimpo Castaño, deberá resolver la controversia entre el exjefe paramilitar Éver Veloza García, alias ‘HH’, otrora comandante de los bloques Calima y Bananero de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc), y el ciudadano Robinson Chaverra por la posesión de un predio llamado ‘Pangordito’, que está en la vía que de Turbó conduce a Necoclí, en el Urabá antioqueño.

Los orígenes del litigio se remontan al 3 de septiembre de 2011. Ese día, durante una audiencia de versión libre desde una cárcel en Estados Unidos, Veloza García anunció ante fiscales de la Unidad de Justicia Transicional (antes Justicia y Paz) su disposición de entregar una finca de su propiedad como parte de su compromiso de reparar a las miles de víctimas que dejó el accionar de las Auc en todo el país.

El predio, llamado ‘Pangordito’, tiene una extensión de poco más de 100 hectáreas de extensión, está ubicada en el kilómetro 11 dela carretera que comunica a los municipios de Turbo y Necoclí, Urabá antioqueño y cuenta con salida al mar. Hace varios años esta finca era conocida en la región como ‘La Camaronera’, todo porque allí funcionó durante buena parte de la década de 2000 una empresa llamada Agroacuicola Camerún Ltda., dedicada al cultivo y comercialización de camarón.

Para los fiscales se trató de un ofrecimiento sorpresivo, pues no se explicaban cómo, luego de seis años de activa participación en el proceso de Justicia y Paz, alias ‘H.H’ no hubiera informado que aún conservaba propiedades sin ofrecerlas a la justicia, tal como se los exige la ley. Además, los investigadores judiciales se preguntaron cuáles eran las circunstancias que rodeaban la adquisición de esta finca.

Las sorpresas no pararon allí. Poco tiempo después del anuncio y abocadas a la investigación, las autoridades judiciales se enteraron que la empresa Agroacuicola Camerún Ltda. fue liquidada el 25 de agosto de 2010 mediante escritura pública 1.070, registrada en la Notaría Única de Turbo.

Pero eso no es todo. Según consta en escritura No. 742 de aquella notaría, el predio ‘Pangordito’ fue comprado 9 de junio de 2010, es decir, un año antes del ofrecimiento de alias ‘HH’ a la justicia, por Robinson Chaverra, quien pagó 700 millones de pesos. Por tal razón, este ciudadano se presentó ante la justicia como un legítimo propietario para reclamar la propiedad.

Se sospecha que en todo este lío están inmiscuidas las llamadas ‘Autodefensas Gaitanistas de Colombia’, también conocidas como ‘Urabeños’ o ‘Clan Úsuga’, que tiene amplio dominio territorial en la región del Urabá antioqueño.

Son varias las preguntas que rodean este caso: ¿Cómo fue que alias ‘H.H.’ terminó siendo propietario de este predio? ¿Por qué lo ofreció en 2011, cuando un año antes lo había adquirido? ¿Por qué insiste el exjefe paramilitar que los ‘Urabeños’ pretenden despojarlo de esta propiedad y afectar, por ahí derecho, un bien que debería destinarse a la reparación de las víctimas?

Negocio fuera de lo común

Con el fin de aclarar este y otros interrogantes, el Fiscal 37 de la Subunidad de Persecución de Bienes decidió interrogar a Veloza García el 29 de octubre de 2013. Además de enfatizar que “ni he terminado, ni he dicho que terminé mis versiones, ni he dicho que terminé ningún tema en Justicia y Paz”, el exjefe paramilitar explicó que a mediados de 2005 adquirió el 65 por ciento de la sociedad Agroacuicola Camerún Ltda, lo que de paso le daba derecho sobre el mismo porcentaje de la finca.

Pero no se trató de una transacción comercial común y corriente. Si bien dicha empresa figuraba a nombre de Elkin Alberto González, éste sólo era propietario del 35 por ciento, según contó ese día alias ‘H.H’. El porcentaje restante era propiedad de Jorge Yabur Espitia, a quien definió como un “un narcotraficante que sacaba droga por la zona mía y por la zona del ‘Alemán’, pero a él lo mata la gente del ‘Alemán”.

En versión libre rendida el 3 de septiembre de 2009, Fredy Rendón Herrera, alias ‘El Alemán’, exjefe del Bloque Elmer Cárdenas de las Auc, reconoció ante fiscales de Justicia y Paz su responsabilidad en el asesinato de los hermanos Jorge y Rodolfo Yabur Espitia, ocurrido el 29 de abril de 2005 en Dabeiba, Antioquia. Su muerte, según dijo, obedeció a vendettas relacionadas con negocios de narcotráfico.

Tras la muerte de Jorge Yabur Espitia, el exparamilitar alias ‘H.H’ decidió abordar a la viuda para tratar de salvar una deuda que consideraba perdida, según afirmó ante los fiscales de la Subunidad de Persecución de Bienes en aquella ocasión: “cuando lo matan, él me debía plata y entonces la viuda me pagó con ese predio, yo quedé con el 65 por ciento y el 35 restante quedó a nombre del señor Elkin Alberto Gonzales”

La mujer corroboró esa versión el 11 de noviembre de 2013 ante autoridades judiciales: “luego que matan a mi esposo me cita el señor Éver Veloza a un restaurante en Turbo. Allí me dice que mi esposo le debía una plata y que le pagara con la parte que él tenía de la Camaronera de Turbo. Hablé con Elkin y me dijo que sí, que eso estaba a su nombre, pero que una parte era de mi esposo. Como yo no tenía dinero, pues le entregué la Camaronera”.

Según alias ‘H.H’, el negocio se cuadró por intermedio de Elkin Alberto González un día de mayo de 2005 en un restaurante de Turbo, es decir, pocos meses después de haber entregado sus armas, junto con los otros 412 combatientes del Bloque Bananero de las Auc, en acto que tuvo lugar el 24 de noviembre de 2004.

Lo llamativo es que no existe documento alguno que pruebe que, efectivamente, dicha transacción se concretó y, más aún, que permita establecer que el 65 por ciento de este predio era propiedad de Yabur Espitia. “Cuando yo compré, después fui a tratar de realizar papeles, pero nunca los hice y nunca llegué a cerrar ese negocio, para trasladar eso a alguna persona o empresa que yo formara para eso. Nunca lo hice”, reconoció el propio Veloza García ante fiscales de la Unidad de Justicia Transicional en junio de 2012.

Todo un embrollo

olimpo castanioOlimpo Castaño, magistrado de Justicia y Paz.Pese a los vacíos que aún dejaban las explicaciones del exjefe paramilitar, la Fiscalía decidió iniciar el trámite que corresponde cuando un postulado a los beneficios de Justicia y Paz ofrece un bien inmueble para reparar a sus víctimas.

Así, en audiencia celebrada el 27 de enero de 2015, el magistrado con función de control de garantías de Justicia y Paz de Medellín, Olimpo Castaño, impuso “medidas cautelares, suspensión del poder dispositivo y medidas de embargo y secuestro” sobre el predio ‘Pangordito’ un trámite legal que garantiza que no puede hacerse ningún tipo de transacción sobre este bien y que, además, lo pone bajo la tutela del Fondo de Reparación de Víctimas.

Sin embargo, el 27 de septiembre de ese año, se presentó ante los estrados de Justicia y Paz Robinson Chaverra, quien se presentó como ganadero. Bajo su brazo llevaba varios documentos con los cuales pretendía demostrar que era el legítimo propietario de ‘Pangordito’. Entre ellos estaba el contrato de compraventa No. 742 celebrado en la Notaría Única de Turbo el 9 de junio de 2010, que revela la compra de dicha propiedad a Elkin Alberto González por un valor cercano a los 700 millones de pesos.

Junto a este documento también iba una declaración firmada por habitantes de la vereda Camerún, de Turbo, quienes destacan la integridad, rectitud y honorabilidad de Chaverra. Adjuntó, además, los recibos pagados por concepto de impuesto predial desde el año 2010 y el certificado de libertad y tradición del predio en el que, según manifestó, nunca aparece el nombre de Éver Veloza o alguna persona señalada de ser su testaferro.

Para justificar la adquisición de ese predio, Chaverra relató que luego de dedicarse a la mecánica de motores fuera de borda y, en general, a labores de “rebusque” por más de dos décadas, decidió probar suerte con un par de reses de ganado. Al cabo de un tiempo poseía tal número de cabezas de ganado que se vio en la necesidad de comprar tierras.

En esas andaba, buscando tierras en el Urabá antioqueño, cuando vio un aviso que decía: “se vende finca”, debajo del cual había un número de celular, llamó, conoció el predio, le gustó y lo compró. Así fue, según él, como adquirió la finca ‘Pangordito’, donde montó un complejo ganadero que aún existe. En su versión ante el magistrado Castaño aseguro que al momento de esa compra no quedaba más que los recuerdos de los pobladores sobre la existencia de una camaronera.

Pero otra es la versión que tiene el exjefe paramilitar sobre la transacción de este predio. Según ‘H.H’, la transacción comercial se hizo sin su consentimiento y obedeció a presiones de los ‘Urabeños’ sobre González, “quien me mandó decir que un tal ‘Flaco’ lo presionó, le dijo que como eso era mío él tenía que vender eso a alguien, creo que a ese señor Echavarría, y que con lo que le dieron había pagado unas deudas. Pero ese predio fue quitado por los ‘Urabeños’”.

Veloza García añadió que, incluso, le había advertido la situación a la Fiscalía: “de eso tiene conocimiento la fiscal Nubia Chávez. De hecho, ella misma dijo que las bandas emergentes no permitían el ingreso o la investigación que estaba haciendo el CTI sobre ese predio desde el momento en que yo anuncié su entrega”.

La justicia aún no identifica al hombre conocido solamente como ‘Flaco’. Por lo pronto, todos los esfuerzos investigativos están dirigidos a probar la versión de Chaverra, mientras algunos interrogantes continúan rondando el proceso: ¿un predio adquirido por negocios de narcotráfico puede ser entregado para reparar a víctimas del paramilitarismo? ¿Basta sólo la palabra del postulado para ratificar que el predio que argumenta que es suyo, en efecto lo es? ¿Por qué tardó tanto en ofrecerlo a la justicia?

Será el magistrado con función de control de garantías de Justicia y Paz de Medellín quien tenga la última palabra en este caso.