En medio de la experiencia de la Asamblea Nacional Constituyente un ambiente político favorable a la negociación y la paz, se adelantaban los diálogos entre el recién nombrado gobierno de Gaviria y los grupos integrantes de la CGSB.
Humberto de la Calle, Alfonso Cano e Iván Márquez en la fase de negociaciones en Tlaxcala, México. Foto Semana |
La Asamblea Nacional Constituyente le dio un nuevo impulso y ambiente político favorable a unas nuevas conversaciones paz, esta vez entre el recién elegido presidente César Gaviria y los grupos que conformaban la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar,CGSB.
A pesar de reactivar los contactos, las hostilidades continuaban: en noviembre de 1990, la Coordinadora había atacado las poblaciones de Tarazá y Cáceres en Antioquia, lo que provocó el rechazo del gobierno y, poco después, en diciembre del mismo año, se ejecutó el operativo militar contra Casa Verde, la sede principal del secretariado de las Farc en La Uribe (Meta), con lo que se rompió cualquier posibilidad de paz con la CGSB.
Con el ataque al cuartel general de las Farc, ese grupo armado, el Eln y una facción disidente del Epl desistieron de participar en el proceso de la Constituyente y se mantuvieron alzados en armas.
Aunque las tensiones continuaron, el 1 de mayo de 1991 tres miembros de la Coordinadora Guerrillera Simón Bolívar se tomaron la embajada venezolana en Bogotá con la intención de presionar al gobierno para negociar en esa sede. Los tres guerrilleros le solicitaron al embajador venezolano, Fernando Gerbasi, servir como intermediario con el Gobierno colombiano.
Como respuesta, el gobierno rechazó esa toma y aseguró que nos estaban dadas las condiciones para iniciar un diálogo constructivo.
Sin embargo, el impasse se superó con la salida de los tres guerrilleros hacia Venezuela y el acuerdo de una reunión exploratoria en Cravo Norte, Arauca, que se realizó en junio de 1991.
En Arauca – y con poca confianza entre las partes- se programa la instalación de mesas de negociación en la ciudad de Caracas, Venezuela y sin un cese al fuego establecido.