El narcotráfico, la alianza con la ‘Oficina de Envigado’ y las contribuciones de reconocidos empresarios fueron las principales fuentes de financiación del Bloque Héroes de Granada en Antioquia, según lo que ha confesado el extraditado Juan Carlos ‘Tuso’ Sierra.
Juan Carlos Sierra Ramírez fue extraditado a Estados Unidos el 13 de mayo de 2008. Actualmente es procesado por delitos asociados al tráfico de drogas. |
“En Colombia todo se puede”, afirmó el confeso narcotraficante y exparamilitar Juan Carlos Sierra Ramírez, alias ‘el Tuso’, al resumir la forma en la que el Bloque Héroes de Granada de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) logró introducir sus dinámica ilícitas en las instituciones del Estado y además corromper a sus funcionarios, para conseguir la financiación necesaria para la operatividad de sus hombres en buena parte del departamento de Antioquia.
Durante una audiencia de legalización de cargos ante un magistrado de conocimiento del Tribunal Superior de Medellín, la Fiscal 20 de la Unidad de Justicia y Paz, Adriana Restrepo, explicó cómo la llamada ‘Oficina de Envigado’ logró aliarse a los paramilitares del Bloque Héroes de Granada para hacer del narcotráfico “el banquero de la guerra” como lo denominó Salvatore Mancuso en una entrevista a la fiscal Restrepo.
Las principales fuentes de financiación señaladas por alias ‘el Tuso’ y expuestas por la Fiscal tienen que ver con operaciones de narcotráfico en las que principalmente se cambiaban cargas de droga por dinero o armas, como también el control del microtráfico en Medellín, negocio que era administrado por la llamada ‘Oficina de Envigado’ y las contribuciones de empresarios que en palabras de Sierra eran “amigos de la Cooperativa”.
Y es que para este narcotraficante, la llamada ‘Oficina de Envigado’ era una ‘cooperativa’ en la que confluían varios amigos y socios involucrados con negocios de narcotráfico que se prestaban apoyo logístico y servicios de seguridad para llevar a cabo actividades ilícitas.
Dentro de la estructura general de las Auc, Sierra Ramírez era conocido por su amistad con Diego Fernando Murillo Bejarano, alias ‘don Berna’, quien fue el encargado de presentarlo ante los altos dirigentes de la organización criminal. Según Salvatore Mancuso, alias ‘el Tuso’ estaba encargado de coordinar el envío de la droga y la recepción del dinero y las armas para las Auc.
Durante el tiempo que estuvo en la organización paramilitar, alias ‘el Tuso’ realizó 11 operaciones de este tipo. Los detalles del intercambio de armas por cocaína, realizados entre 1998 y 2001, se conocieron hace varias semanas, durante una audiencia de imputación de cargos en la que se precisó que este ex paramilitar y narcotraficante introdujo al país 1.724 fusiles AK-47 y cientos de miles de municiones para estas armas.
La desmovilización de alias ‘el Tuso’ como integrante del Bloque Héroes de Granada fue parte de un pacto en el que este bloque garantizaba su seguridad dada su estrecha relación con ‘la Oficina’ y, además, producto de la decisión que tomó Carlos Castaño cuando determinó, según Mancuso, que lo mejor sería darle poder a algunos narcotraficantes del país para que se hicieran comandantes de algunos bloques de las Auc con tal de contar con el dinero resultante de la actividades del narcotráfico. En ese propósito no estuvieron de acuerdo algunos de los principales jefes paramilitares, entre ellos Fredy Rendón Herrera, alias ‘el Alemán’; Carlos Mauricio García, alias ‘Doblecero’; y Rodrigo Tovar, alias ‘Jorge 40’
Sin embargo, no fue sólo esta estrategia la que llevó dinero al Bloque Héroes de Granada. Actividades alternas como las extorsiones a los transportadores, vendedores de droga, sitios de apuestas, como también a los negocios de prostitución, ayudaron a la organización criminal a cubrir sus gastos.
Las extorsiones dependían en gran parte de las diferentes economías de cada región. Para el caso de Medellín, la consigna fue, según las declaraciones de alias ‘el Tuso’, controlar lo legal y lo ilegal. En este sentido era propicio hacerle frente a los negocios ilegales que estabanen manos de las milicias guerrilleras y de los principales narcotraficantes de la ciudad. Con los primeros, la lucha fue desde lo militar, con los segundos la ‘Oficina de Envigado’ fue el puente para establecer una alianza.
La llamada ‘Oficina de Envigado’ fue una banda inventada por Pablo Escobar en la década del ochenta con el perfil de una ‘fiscalía de narcotraficantes’ al mejor estilo de la mafia, a través de la cual se regulaban las transacción entre los socios y se resolvían los problemas derivados de la exportación de los narcóticos.
Una vez muerto Escobar, alias ‘don Berna’ heredó el mando de la esa empresa criminal y la reestructuró de tal manera que obtuvo el control de la criminalidad en Medellín y en algunos otros municipios del Valle del Aburrá y el Oriente antioqueño. Ningún asalto, robo, atraco o asesinato se cometía sin su consentimiento y todos los casos era necesario aportar un porcentaje de las ganancias a esta estructura.
Una creado el Bloque Héroes de Granada, se recurrió a este mecanismo de financiación para sostener las operaciones de la estructura armada ilegal. Fue así como los “amigos de la Oficina” empezaron a engrosar las finanzas del bloque a cambio recibían seguridad, protección e información relacionada con las rutas de tráfico, las personas encargadas de los operativos y de los allanamientos. Según Sierra Ramírez, “ser amigo de ‘la Oficina’ era estar en lo mejor de la ciudad”; por tal razón, muchas personas contribuían con ella, incluso, ser miembro de esta organización daba prestigio.
Sin embargo, la compleja red de información y control de la ciudad no estuvo a cargo del Bloque Héroes de Granada. La Fiscal presentó pequeños cortes de una audiencia de alias ‘el Tuso’ en la que afirma que había un trabajo conjunto con sectores estatales, sobre todo relacionados con seguridad y justicia, entre ellos sectores de la Fiscalía, el CTI, la Policía Nacional, el Ejército y el DAS. “Por lo menos eso era lo que pasaba en el Suroesteantioqueño, Medellín y en Córdoba”, afirmó alias ‘el Tuso’.
Según este narcotraficante, ‘la Oficina’ sirvió como puente para pagarle una nómina mensual a los fiscales, los generales, los comandantes y los soldados rasos a cambio de información relacionada con operativos, incautaciones y procesos en contra de los denominados “amigos de la Oficina”.
Para el Bloque Héroes de Granda fueron primordiales los negocios llevados a cabo por ‘la Oficina’ que involucraban la distribución de la droga. La alianza con algunos políticos regionales les abrieron las puertas para mimetizar el engranaje que lograron conformar en Medellín. Por un lado el Bloque se encargaba de la parte militar, mientras ‘la Oficina’ se apropiaba de las relaciones públicas y el manejo del negocio del narcotráfico. Por otro lado, tuvieron influencia en la elección de políticos y en las campañas de reconocidos congresistas.
Se espera que para el 5 de septiembre de 2011, día en que se reanudará la audiencia de legalización de cargos ante un magistrado de conocimiento del Tribunal Superior de Medellín, la Fiscalía aporte más pruebas contra los funcionarios señalados por Sierra Ramírez y precise si ya existen procesos penales en su contra, con el fin de determinar si hay nuevas causales para adelantar acciones judiciales contra las personas que fueron nombradas por este narcotraficante, entre ellos el exgeneral Mario Montoya, quien renunció en días pasados a su cargo como Embajador de Colombia ante República Dominicana, y relacionado como uno de los funcionarios incluidos en la “nómina” de la llamada ‘Oficina de Envigado’.