Un grupo de 30 paramilitares entraron a La Granja, una vereda de Ituango, Antioquia, cerraron los establecimientos públicos, sacaron a los pobladores de sus casas y asesinaron a cinco personas delante de todos.
El crimen hizo parte de una ofensiva paramilitar en el norte de Antioquia, que contó con la complicidad de miembros del Ejército, entre los que ha sido señalado el general Manosalva.
Entre 1996 y 1997, cerca de 150 personas fueron asesinadas en la región, que según el exjefe paramilitar Salvatore Mancuso era un corredor estratégico para la circulación de narcóticos entre Córdoba y Chocó.
Por la masacre de La Granja, en Estado colombiano fue condenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Cidh).
