El puerto petrolero de Barrancabermeja, además de ser un sitio clave para la economía nacional, también era uno de los principales bastiones de la izquierda en Colombia, en el ámbito electoral y sindical pero también para la guerrillera. En esta región delinquían milicias del Eln y de las Farc y a partir de 1996, los paramilitares cometieron sus primeros crímenes.
Lo que buscaban era tener el control político, pero también los inmensos recursos que dejaba el robo de gasolina.
La noche del 16 de mayo, cerca de 50 ‘paras’ entraron a los barrios nororientales de Barranca. Con la complicidad de algunos policías y soldados, asesinaron a siete personas e irrumpieron en bares, cantinas y billares, de donde se llevaron a 25 personas, acusadas de ser colaboradores de la guerrilla. En San Rafael de Lebrija, un pueblo a dos horas de Barranca, los acribillaron y los desaparecieron.
– Masacre por error
– Masacre de Barrancabermeja