La Fiscalía analizó los desplazamientos ocasionados por cuatro grupos paramilitares al mando de Salvatore Mancuso en la Costa Caribe y Norte de Santander. La mayoría de las personas salieron de su tierra luego de que se perpetrara una masacre.
A la medianoche del 8 de enero de 2001, mientras todos dormían, paramilitares del Bloque Norte de las Autodefensas Unidas de Colombia (Auc) llegaron hasta el corregimiento de Zipacoa en el municipio de Villanueva, Bolívar, sacaron a los pobladores de sus casas y los llevaron hasta en laplaza del pueblo, allí seleccionaron a cuatro jóvenes, uno de ellos menor de edad, a quienes asesinaron acusándolos de ser supuestos colaboradores de la guerrilla.
Al día siguiente, todos los pobladores del corregimiento temían por sus vidas y se desplazaron: algunos se fueron al casco urbano de Villanueva, otros a municipios cercanos y unos pocos salieron del departamento. Durante varios meses, Zipacoa se convirtió en un pueblo fantasma.
Este caso es una muestra de lo que sucedió en varios pueblos bolivarenses, donde se presentaron las más alarmantes cifras de desplazamiento entre 1999 y 2002, en su mayoría ocasionado por facciones del Bloque Norte de las Auc.
Para comprender ese fenómeno, la Fiscalía reunió la información de las 72.510 desplazados víctimas de cuatro bloques paramilitares que estuvieron bajo el mando de Salvatore Mancuso: Norte, Montes de María, Córdoba y Catatumbo, que hizo presencia en Norte de Santander.
Esta estructura armada fue la más grande que dirigió el ex jefe paramilitar y operó en Magdalena, Sucre, La Guajira, Bolívar, Cesar y Atlántico. En 1999, cuando Mancuso se fue a Norte de Santander para crear el Bloque Catatumbo, el mando del Bloque Norte lo asumió Rodrigo Tovar Pupo, alias ‘Jorge 40’. Los datos muestran que esa facción causó la mayoría de los desplazamientos.
Para hacer un análisis detallado de cómo se dio el desplazamiento en estos departamentos de la Costa Caribe, la Fiscalía 46 delegada para Justicia y Paz seleccionó 3.479 casos representativos de los que fueron víctimas más de 8.000 personas. Este informe fue presentado en la imputación de cargos contra Salvatore Mancuso dentro del proceso de priorización (ver: Así será la priorización de Farc y Auc en Justicia y Paz )
Según el informe, la mayoría de los desplazamientos se presentaron en diversas regiones de Bolívar, donde se estudiaron 2.148 casos. Al sur de este departamento hizo presencia el Bloque Norte y al norte el Bloque Montes de María. Los municipios más afectados fueron San Jacinto, Villanueva, San Juan Nepomuceno y Carmen de Bolívar.
El mayor desplazamiento de San Jacinto ocurrió en Las Palmas, corregimiento a 15 kilómetros del casco urbano. Desde los años ochenta, los palmeros habían sido acosados por guerrilleros del Epl y luego de los Farc, pero a mediados de los noventa llegaron los primeros paramilitares y empezaron a asesinar a algunos pobladores acusándolos de ayudar a la guerrilla.
El 27 de septiembre de 1999 un grupo de paramilitares llegó a las Palmas por órdenes de Salvatore Mancuso. Los hombres reunieron a los pobladores y sacaron a los niños de la escuela, leyeron una lista y asesinaron a cuatro personas en frente de todos los palmeros. “Yo retrasmití la orden. Alias ‘Gallo’ me informó que había reunido a los pobladores en la plaza y les ordenó desplazarse, éste fue el último desplazamiento masivo, porque ya no quedó más gente por ahí”, reconoció Mancuso en una versión ante fiscales de Justicia y Paz en junio de 2013.
Los paramilitares ‘celebraron’, hicieron algarabía y se burlaron de la gente chocando entre sí los dos únicos jeep que les servían a los campesinos para sacar sus productos. “Dijeron que el 11 de noviembre vamos a celebrar con todos ustedes. Desde el más chiquito hasta el más grande se muere”, recuerda una de las víctimas. Las amenazas atemorizaron a los pobladores que luego de enterrar a sus víctimas salieron hacia el caso urbano de San Jacinto. Se calcula que por lo menos 700 familias abandonaron el corregimiento en 1999, dejando el pueblo desierto. (Ver: Las Palmas, el pueblo que no se resignó a morir)
Más del 90 por ciento de los desplazamientos ocurrieron en zona rural. El siguiente mapa muestra dónde ocurrieron los mayores desplazamientos colectivos por departamentos y las poblaciones más afectadas de cada uno.
Como en caso de Zipacoa y Las Palmas, en el 79 por ciento de los pueblos el desplazamiento fue colectivo, cifra que corresponde a 2.752 casos. Solo una de cada tres víctimas asegura que pudo retornar a su tierra un tiempo después y, en la mayoría de los casos, siguen viviendo en otros municipios dentro del mismo departamento. La Fiscalía estableció que en el 68 por ciento de los casos, esoscuatro bloques paramilitares usaron las masacres para desplazar a las comunidades.
La segunda causa de desplazamiento fueron las amenazas. En muchas ocasiones, los paramilitares se dirigían directamente a las personas y les exigían que dejaran su tierra; en otros casos repartieron panfletos intimidantes. En menor proporción, las víctimas se desplazaron por la desaparición de un familiar.
Según los datos de la Fiscalía, en el 74 por ciento de los desplazamientos los paramilitares adujeron que querían sacar a los grupos guerrilleros de la región, pero en la práctica fue la población civil la que se desplazó. Así sucedió en la primera masacre de El Salado, en Carmen de Bolívar, ocurrida el 23 de marzo de 1997: ese día llegó al corregimiento un grupo de paramilitares que dependía de Mancuso para vengarse de un atentado que el Frente 37 de las Farc cometió contra un ganadero aliado de los ‘paras’.
Los hombres armados reunieron a los pobladores y con lista en mano llamaron a cuatro personas y las asesinaron en frente de todos. Los Saladeros se rebelaron contra los paramilitares y empezaron a lanzarles piedras, los ´paras’ dispararon al aire y amenazaron a la gente. Los familiares de las víctimas y otros habitantes decidieron desplazarse del pueblo por miedo a retaliaciones.
El mayor número de desplazamientos se presentó en el año 2000 cuando ya se habían creado los cuatro grupos paramilitares y el Bloque Norte ya se había extendido por toda la Costa Caribe.
Uno de los mayores desplazamientos de ese año ocurrió el 10 de marzo cuando 60 paramilitares del Bloque Montes de María llegaron al corregimiento de Mampuján amenazando a los pobladores con asesinarlos si no salían del caserío. En un solo día salieron del pueblo más de 300 personas. A la mañana siguiente los paramilitares llegaron a la vereda Las Brisas y asesinaron a 11 pobladores. Los ‘paras’ buscaban tener el control total de una zona por la que circulaban armas y drogas, por ser Mampuján un punto de estratégico en las vías que comunican a los Montes de María con el mar, y entre Cartagena y Sincelejo.
Encomplicidad con Fuerza Pública
De los más de 3 mil casos estudiados, se ha comprobado que por lo menos en 102 hubo participación o colaboración de miembros de la Fuerza Pública. Según el informe, la Sijin y la Infantería de Marina actuaron en conjunto los paramilitares del Bloque Norte en 32 desplazamientos, 20 de los cuales tuvieron lugar en los municipios de Carmen de Bolívar y Zambrano en agosto de 1999.
Uno de esos hechos ocurrió el 16 de agosto de 1999 cuando un grupo de paramilitares llegó hasta la vereda Capaca, en Zambrano, acompañados de 12 miembros de la Infantería de Marina que estaban al mando de un uniformado identificado como el Cabo Barreto. Según la Fiscalía, la operación buscaba asesinar a los guerrilleros que atacaban a los paramilitares, para ello el cabo Barreto llevó una lista y de ella asesinaron a seis personas; además, quemaron sus casas. Sus familiares, junto a otros pobladores, salieron desplazados por temor a que los hechos se repitieran.
Fuerza Pública |
Catatumbo |
Córdoba |
Montes De María |
Norte |
Total |
Armada Nacional |
4 |
4 |
|||
Ejército Nacional |
47 |
2 |
1 |
50 |
|
Policía Nacional |
16 |
16 |
|||
Sijin – Infantería De Marina |
32 |
32 |
La colaboración de la Policía Nacional con el Bloque Norte de las Auc se hizo evidente en 16 casos de desplazamientos masivos que ocurrieron en el municipio de Repelón, Atlántico, en septiembre de 2003. Tres años atrás, el 31 de diciembre de 2000 los mismos paramilitares habían perpetrado la masacre de Repelón donde asesinaron a cuatro personas durante las celebraciones de fin de año.
En Norte de Santander se presentaron la mayoría de los casos: en 47 desplazamientos participaron miembros activos del Ejército, sobre todo en Cúcuta, Convención, El Tarra, Ocaña, San Pablo, Tibú y El Zulia. Víctimas del corregimiento de Filo Gringo, en el municipio de El Tarra, narraron a la Fiscalía las reuniones a las que fueron citados cuando llegaron los paramilitares en enero del 2000 y en las que se encontraban integrantes de esa institución armada estatal.
Con este tipo de investigaciones, la Fiscalía predente mostrar de la manera más amplia y detallada los fenómenos criminales que rodearon el accionar paramiltiar en el país y facilitar la imputación de los delitos a quienes, desde posiciones de mando, dirigieron esas acciones contra la población civil.